-¡Yepa! Eso debe de estar más alto –Habló desde el suelo cerrando los ojos por la luz solar que recaía sobre él- Vaya gentuza que no sabe trabajar como se debe...Quitó de su cabeza aquel sombrero y acomodó su melena con delicadeza. Desde un punto de vista sano, aquel hombre era tan guapo como cautivador. Con figura varonil y cuerpo atlético el cual se marcaba con el traje nuevo que tenía en combinación.
Pese a la reputación otorgada en el pasado, parecía que todo lo que tramaba a vista simple era o podría ser bueno para el pueblo de cuarta, como él le decía. Y tenía razón, quizá.
Desde el primer día de gobierno, su gabinete le recomendó tomar el mando con mano dura, cosa que ya estaba contemplada para dar la eficacia que prometió aunque, ¿Cómo lo iba a hacer si todos le ignoraban? Puede que eso no lo contempló, sin embargo, aplicaría la ley de Herodes. Obedeces o te jodes, al derecho y al revés, tenía sentido para sí.
Entró a su oficina y se recostó sobre la silla de su escritorio, cruzando los pies sobre la tabla. Esto estaba fuera de su jurisdicción pero, un primer buen paso para que le obedecieran sería un ejemplo de su poder.
Los pueblos poderosos hacen eso, o al menos en el pasado. Le daba igual el tiempo en el cual estuviese, él era el nuevo líder y haría todo lo posible por demostrar que tan alto estaba en el mando. Costase lo que costase.
Tic, tac. Tic. Tac. Se mantuvo en silencio un largo rato, frunciéndole el ceño a la puerta con recelo y moviendo la cabeza muy de vez en cuando. Planeaba, corregía, eliminaba y procedía mentalmente con tanta exactitud. Un plan. Uno elaborado, quizá. Bastaba con que su presa mordiera el anzuelo y los demás siguieran sus órdenes al pie de la letra. Tenía el lugar, la situación y a la persona indicada para que resultara. Sería un tonto si algo saliese mal. Serían imbéciles si alguien arruinaba su trabajo.
Un sonido en la puerta lo sacó bruscamente de sus pensamientos, sacudió su cabeza y respondió de forma afirmativa con la pregunta permiso.
-Señor alcalde, la carta que solicitó ha sido enviada. Se ha entregado con satisfacción y esperamos la respuesta. –un trabajador del ayuntamiento le hizo llegar aquella buena nueva-
-Muy bien. Llama a mi mano derecha, tengo algunas cosas que decirle.
Escuchó una despedida junto con una condición de tiempo antes de salir por parte del muchacho. Cuando este abandonó la sala, sonrió un poco y entrelazó sus dedos delante de su vientre. ¿Quién diría que tener el control pudiese ser tan cómodo?
La carnada fue lanzada y solo la cuestión siguiente era esperar. Nada raro iba a ocurrir, N-A-D-A. Debía de terminar con la locura creciente en el pueblo para que no lo difamaran ni tratasen de derrocarlo y eso estaba haciendo.
-¡Eh! ¿Me llamaste? –Un pelinegro entró cerrando detrás suya- ¿No ves que estoy ocupado haciendo encargos y arreglando las cosas que tú debes hacer? Vaya por dios.
-¿Te estás quejando de tu puesto, mano derecha? –encarnó una ceja y se sentó correctamente- Futuro legalísimo juez de los juzgados del pueblo y MI amigo
-Ahí has dado. ¿Qué quieres?
-Necesito que me hagas un favor.
"Y fue lo último que se escuchó en aquella habitación."
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Triple Betrayal - Luzulitoplay K4
RandomDesde el evento de las votaciones, parece que todo se volvió más rancio en aquel pueblo de tercera. Quedando solo un tonto, un traidor y un corazón roto. ----------- KARMALAND 4 •Au! Luzuplay (Lolito × Auron × Luzu) •Primera historia con respect...