Acto 12

309 41 5
                                    


-Me complace anunciar que las vías del tren quedan oficialmente, ¡Inauguradas!

Una hermosa mujer de cabello moreno bajó del escenario y se reunió con el alcalde de aquel pueblo vecino, acompañada de aplausos y barullo, la felicidad se hizo notar desde la distancia. Cosa que los oficiales de policía favoritos notaban al cuidar a esos dos, porque sí, era una visita especial y era su primera vez. Aunque les pareció extraño que les llamasen para algo así, rápidamente les dio igual al recibir un pago más grande. ¿Sería que por fin la gente comenzó a respetarle? Milagrosamente puede que sí.

Sin embargo, algunos héroes aun no entendían del todo su forma de gobierno. Estaba bien, según él. Ya tenía lo que quería, solo era cuestión de tiempo para que pudiese terminar su plan. Iba en orden todo. Las cosas mejoraron desde entonces, por fin su estabilidad mental le hacía no depender de alguien e incluso notó que la relación crecía en cada momento.

-Vaya, que chica tan linda. Siento que me he enamorado. –susurró-

-Pues, no te diría yo que no. Aunque esas dos de ahí tampoco se quedan atrás, ¿eh?

Los guardas, trajeados en esta ocasión, daban jugarretas al pasearse en su movida. Poniendo cara seductora y hablándole a cualquier muchacha bella que se cruzaban por el camino. Al menos hasta ese momento.

El castaño detuvo su andar para dejar apuntado un par de dígitos sobre una farola, esperando a que su flechada fuese por el. El azabache trató de hacer lo mismo hasta que uno de los guardas oficiales de su alcalde le paró en seco. No se esperaba a un tipo alto y caradura delante, sentía la mirada penetrante a través de aquellos oscuros lentes.

-Por eso el señor alcalde no les trae. Siquiera servís para trabajar sus puestos y van de casanovas a cualquier lado. –sentenció-

-Casanova era muy listo, al igual que nosotros.

-¿En serio, ustedes lo son?

Ayudó a soltarle y le plantaba poder a aquel sujeto. El más bajo incitado fue también a demostrar valor pues no era débil, mucho menos después de a ver sido ofendido en profesión. Otro del grupo fue a ellos para evitar algo más grande.

Cierto individuo de cabellos naranjos notó aquello en la lejanía, casi de primera fila al verles desde lo alto de su cuadrúpedo animal de carga. Aclaró la garganta y llamó a todos a esperarle en la nueva estación. Se disculpó con su colega femenina y galopó con gracia hasta donde estaban, al llegar, descendió y el cuarteto silenció su acto.

Con una sola mirada, los suyos retomaron su función, salvaguardando a la poca gente rezagada. Dejándolos hablar.

-Fargan, Alexby ¿Pueden decirme por qué tanto alboroto, chicos? –Sonrió para ellos- ¿Qué hicieron mis muchachos ésta vez?

-No puede decirles que sean más carismáticos, ¿Verdad, Señor alcalde? –respondió-

El alto lo pensó por un momento y llevó la mirada a su contraparte. A él le dolía el brazo pues la fuerza que le pusieron no la esperó en absoluto. Y el otro con su orgullo herido. Cosa tras cosa, estaban peor que él, eso creyó.

-Es que, ya verás tú como me va a quedar esto mañana, Lolito. No sé porque tus hombres tienen que tratar así a la gente.

-Bueno, tienen que cuidar a alguien importante. Les pongo como ejemplo; que tal si le pasase algo a la persona que os gusta, ¿Harías algo por ella o no? No importaría que fuese, mientras esté bien.

Dejó eso en el aire y trató de subirles el ánimo antes de volver a sus labores. Pasaron de tensión a estar bien en algunos minutos. Admitió que costaba demasiado sonreír por compromiso, no había duda. Puede que sintiese algo de empatía, pero no era nada.

-Por cierto. Yo digo que Auron debe de estar tan ocupado como para no venir contigo, ¿verdad? Se me hizo curioso cuando nos hablaste ayer por la tarde. ¿Están peleados o algo? ¿O es acaso que ya se cansaron de verse todos los días?

-Casi que parecen chicles, esperaba que viniese con ansias. Quería pedirle a ver si tenía una llave de rubí que necesito par aun cofre de los pequeñitos. –Rebobinó la conversación en su cabeza- Oye, es cierto. Alcalde, ¿Usted no ha visto al señor juez, verdad? Porque puede que le meta a la cárcel por abandono de mascotas y negligencia o por manutención. Que su pobre compañero de piso y otra chica del pueblo están en su casa. Ya no le pongas más trabajo, que lo vas a matar.

-A ver, tranquilos. Está fuera como embajador para aliarnos con otros pueblos. ¿Por qué creen que tenemos el nuevo tren con ellos? -Con voz socarrona continuó- El tío se lo está pasando súper bien haciendo turismo y pensando que construir para llenar el nuestro de vida. O que, ¿No notan que hay más movimiento en casa? Eso ayuda a que les paguen a ustedes.

Existió parte de razón en su comentario. Sin embargo, se tragaron aquella verdad sin cuestionar. Dejaron de hablar cuando acordaron irse por la paz. Se sintió aliviado y esperó para que ese par le dejase un momento.

Suspiró al estar en un costado de su animal. Montándose y acariciándole la crin.

-Madre mía, que día tan movido. Lástima que mi mano derecha no está aquí para ver todo esto.

No terminó la idea cuando por una ventana le vio sentado en una mesa. Boquiabierto sacudió la cabeza pues pensó que era una confusión, quiso deshacerse de esa visión, quiso con todas sus fuerzas pero seguía ahí, sonriendo. Al igual que otro sujeto muy familiar.


"El me hace girar en el vacío, vacío, vacío..."

(Girar en el vacío)


--------------------

Gracias por sus lecturas y comentarios.

-MR-

Triple Betrayal - Luzulitoplay K4Where stories live. Discover now