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Un sentimiento de calidez lo invadido, de nuevo esa abrumadora sensación que lo perseguía últimamente. El sentimiento con el cual podía sentirse protegido, podía olvidar todo quedándose solo con esa calidez tan familiar. Jungkook despertó de su sueño, encontrando con su mirada el rostro que tanto admira, Taehyung. Estaba tan cercas de él que podría acariciarlo en ese instante, sintió que al fin era alcanzable, acerco su mano hacia él, pero se detuvo.

No puedo hacerlo

El reloj marcaba las 4:17 am, se levantó de la cama para tomar el vaso de agua que siempre dejaba en el pequeño mueble al lado de su cama, parpadeo un par de veces tratando de ver a través de la poca luz que ilumina la habitación y extendió su mano para tomarlo, pero hubo un pequeño error, el vaso no estaba, había olvidado reponerlo. Además, una vez llego a casa no hubo tiempo para eso, fue directo a su habitación y Taehyung había ido detrás de él.

"¿Lo recuerdas Jungkook? Algo similar había sucedido antes." Las palabras de Taehyung rebotaron en su mente, tomó un abrigo y salió de la habitación haciendo el mínimo ruido, no sin antes haberse asegurado de que esa persona estuviera bien cubierta por las sabanas, comenzaba a hacer frío.  

Tomo su vaso con agua de la cocina y bebió todo sin dejar ni una gota, el sueño se le había ido así que decidió salir al patio trasero y dejo que el frió viento soplara en su rostro, se quedó recordando todo lo que había sucedido, le resulto tan rápido, tan repentino que aún le parecía difícil de creer. Recordó las luces iluminando el salón, aquellas que lo habían cegado por un momento, en esa ocasión la copa solitaria resulto convertirse en dos, por primera vez los murmullos no le habían resultado molestos, ni siquiera les prestó atención, tan solo se había perdido en su mirada, en sus palabras, en ese toque tan cálido. "Solo debes mirarme a mí ¿Entendiste?"

Observó sus manos aun sintiendo el roce de sus manos, sus dedos entrelazándose, su pequeño espacio, la luz de la luna iluminando su pequeño espacio en el balcón... el balcón... como se iba a olvidar de eso, los nervios que había sentido por no estropearlo, el miedo que sentía al tenerlo tan cerca de él y el terrible calor que sintió en su rostro. "¿Te gustaría bailar?" Fue un pequeño baile, en el que Taehyung lo guío todo el momento. 

El comportamiento del mayor le resultó extraño, no en un mal sentido, pero no había sido así de atento con él, tampoco hubo la necesidad de usar el arma por lo que Jungkook sintió que solo fue una excusa "Tengo demasiados enemigos, en caso de que quisieran ponerme un dedo encima tu tenías el arma para defenderme" Taehyung siempre cargaba con su propia arma no podía ser posible que la olvidara, no se tomaba eso de los enemigos a la ligera y sabía muy bien cómo defenderse. "No te preocupes por eso, además esto fue mejor que cuando vienes solo por trabajo ¿no es así?" De regreso a casa el viaje se sintió más corto debido a la pequeña conversación que había surgido de la nada.

Su relación había cambiado un poco más

Una vez en casa, Jungkook se había dirigido a su habitación, se sentía más cansado que otros días, se había recostado en su cama para descansar, pero también intentando calmar su pulso. Sin esperarlo Taehyung fue a buscarlo a su habitación y se recostado a un lado de él, Jungkook se giró para no darle la espalda y quedaron de frente uno del otro.

-Dime Jungkook ¿Recuerdas cuando de niño no podías dormir solo? Cada noche tenías pesadillas, así que esperaba a que quedarás dormido en mis brazos ¿Lo recuerdas? – Asintió y Taehyung paso su mano por la mejilla de este lentamente, Jungkook la tomó y la dejo así por unos minutos sin apartar la mirada de sus ojos.

Más tarde se quedaron dormidos 

Volviendo a la actualidad, Jungkook regreso a la habitación donde había dejado a Taehyung dormido, encontró la cama vacía y en ese instante la puerta del baño se abrió – Buenos días conejito, veo que te gusta madrugar – Miro como este se acomodaba el botón de la camisa blanca.

THE KILLER JKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora