Underdog ⚣ Tyrus

❦ Chapter 57 ❦

Durante los siguientes días todo el colegio se enteró de la relación que tanto TJ como Cyrus pretendían mantener reservada sólo para ellos, aunque claro, los rumores corren rápido y pronto todo el mundo sabía que el admirado, amado, adorado y todo lo que termine en "ado" de Cyrus Goodman ahora tenía un novio.

Al mismo Cyrus le hubiera gustado que todo fuera un poco más discreto, no porque le avergonzara tener un novio, eso jamás, más bien porque sabía que todos se le irían encima a TJ con la excusa de querer "protegerlo" del matón del colegio, siendo que él mismo había comprobado que en realidad Thelonious Jagger Kippen era sólo una persona buena oculta que quería salir a flote.

En cierta forma le molestaba que todo el mundo quisiera meterse, entendía que los demás no pudieran ver en TJ lo que él sí (y tampoco quería, porque si alguien lo veía podría enamorarse de él y nop, no, no, no, TJ era suyo), pero tampoco era para tanto, Cyrus estaba apunto de cumplir los dieciséis años, creía que ya estaba lo suficientemente grande como para tomar sus propias decisiones y saber si estaba haciendo lo correcto o no.

Así que suspiró cuando los detuvieron en su camino a la salida del colegio, era la cuarta vez en el día, el poblado estudiantil no se creía que realmente alguien como él saliera con TJ, y tenía que admitir que eso lo molestaba, porque seguían prejuzgando a su novio.

—¿En serio, en serio están saliendo?— preguntó la chica y Cyrus casi bufó, porque estaban tomados de la mano, de hecho iban a besarse antes de que la chica llegara y los interrumpiera, al menos para él era obvio que sí, sí estaban saliendo, por Dios. Sin embargo, y antes de que a Cyrus se le saliera lo antipático que casi nunca dejaba ver, TJ habló.

—Así es— confirmó, afirmando su agarre en la mano del judío, el cual le sonrió y lo miró a los ojos, sintiéndose la persona más hermosa del mundo cuando los ojos del ojiverde brillaron como si lo que estaba diciendo fuera la más grande de sus fortunas—. Y no podría estar más agradecido de que, precisamente él, me dijera que sí.

Cyrus le sonrió más grande y todo un sonrojo cubrió su rostro hasta que le llegó a las orejas, la chica sonrió y les deseó muchísima suerte en su relación antes de irse, cosa que tranquilizó al pelinegro porque al menos ella no había amenazado con asesinar a su novio si no lo trataba bien, había sido la más decente hasta ahora.

Era por eso por lo que Cyrus quería ser discreto, sabía que por alguna razón todos en su colegio lo amaban, no lograba entender porqué, pero estaba enterado de ello y no quería que por culpa de los demás su relación con TJ se fuera al diablo. Bien decía el dicho que entre menos ruido hace la felicidad, más tiempo dura, porque el egoísmo no alcanzaba a hacerle nada si no se enteraba; así que Cyrus quería que su noviazgo durara mucho, de preferencia para siempre, por eso quería callarlo, porque quería incluso llegar a casarse con TJ si él se lo permitía. Tal vez estaba yendo demasiado rápido, pero así es el amor, los hacía ir rápido a veces y a veces ir lento, sin saber qué hacer, sin saber nada.

A Cyrus le gustaba el no saber adónde iban, porque su relación siempre estaba llena de sorpresas y jamás se aburrían estando juntos, siempre había algo que hacer y aunque no lo hubiera, ellos encontraban la manera. Hoy irían a la casa de Cyrus porque este le había dicho a su adorado novio de ojos verdes que tenía que darle algo, ya que puede que a TJ se le olvidara pero a Cyrus no, el recordaba perfectamente algunas de las cosas que decían las cartas que KJT le mandaba, una de las cuales decía que intercambiarían los anillos cuando se conocieran y ellos ya se conocían, ya eran algo más que amigos, así que al judío obviamente le pareció justo que ya intercambiaran anillos.

—¿A qué vamos a tu casa, Cycy?— la voz de su novio lo interrumpió de sus pensamientos, Cyrus amaba referirse a TJ como su novio, porque era su novio y porque no todos los días podía presumir que aquel chico era su novio. —Ya hemos ido mucho a tu casa últimamente, hasta Cygger nos extraña en la mía.