NO puedo ser solo un amigo #1

14.

El olor característico de la malta y el lúpulo de la cerveza estaba en el aire junto con otros tipos de trago, sentía un suave cosquilleo en sus dedos, no podía enfocar la mirada en un solo objeto y, además, se sentía bastante somnoliento.

Definitivamente estaba borracho.

– Mon, levántate –le dijo a su amigo, quien estaba acostado en aquel sofá del bar, su cabeza en las piernas de Gun.

– P', no debí –dijo Chimon, arrastrando las palabras al hablar y cerrando los ojos con más fuerza.

– ¿Qué cosa?

– Ellos eran mis amigos, debimos quedarnos como amigos–y, entonces, Gun fue consciente de que Chimon había caído dormido. De nuevo.

– Mon, ¡Mon!, ¡Mon! –dijo golpeando levemente su mejilla, pero, luego sintió una presión en la muñeca que cada vez se hacía ligeramente más fuerte. Su vista, un tanto desenfocada, se plantó en esa mano, luego en el brazo, torso, cuello y finalmente rostro. Una gran sonrisa se instaló en sus labios– P'

– Gun, nos vamos –dijo P'Off con una expresión en blanco y sin pensarlo, Gun estiró sus brazos hacia delante, asintiendo emocionado. Seguidamente sintió que alguien levantaba a Chimon al mismo tiempo que los brazos de P'Off rodeaban su cuerpo, ayudándolo a ponerse de pie para caminar hacia la salida.

– P'Off, la cuenta

– Ya la pague –la mano de P'Off a su costado hacia presión para acércalo más y Gun no podía sentirse más dichoso– ¿Por qué tenías que tomar tanto?

– Chimon estaba triste. Solo quería animarlo un poco

– ¿Estás seguro que era el único triste? –¡Oh! Así que se había dado cuenta. Ciertamente Gun jamás había sido muy bueno en ocultar sus sentimientos.

– ¿A dónde vamos? –se estaban dirigiendo hacia un auto.

– A mi departamento –dijo P'Off, abriendo la puerta trasera del auto y ayudándolo a sentarse.

– ¿Y Chimon? ¿Dónde está?

– Tay y New lo están ayudando –y por primera vez desde que P'Off había llegado, Gun, se dio cuenta de la presencia de ellos dos. ¿Sera por el alcohol o porque ya estoy loco por ti? pensó– ¿Dijiste algo?

Genial, ahora ya ni podía guardar sus pensamientos para sí mismo.

– ¿Qué hacemos con él? –escucho decir a P'Tay.

– Yo sé –esta vez fue New quien habló– sostenlo un momento

Entonces New sacó su teléfono y se alejó para hacer una llamada. Inmediatamente después, sostenido por P'Tay, Chimon, comenzó a sufrir de arcadas.

– Yo que tú lo ayudaba a sentarse –le dijo Gun. Se sentía extremadamente somnoliento.

– Pero, ¿y si ensucia el auto? –¡cretino!, con razón es amigo de P'Off, pensó Gun.

– ¡P'Tay!

– ¡Esta bien! –respondió P'Tay, acomodando a Chimon en el asiento delantero.

– Alguien ya viene por él –anunció New cuando volvió– estará aquí en diez minutos.

– ¿Quién? –preguntó P'Off.

– Su novio

– Chimon no tiene novio –intervino Gun– ¿Con quién hablaste exactamente?

– Con alguien llamado Pluem–contesto New, frunciendo el ceño– si no es su novio, entonces, ¿Quién es?

– Es complicado –respondió Gun.