NO puedo ser solo un amigo #1

18.

– Presumido

– ¿Qué estoy haciendo? –se defendió, aun, con esa sonrisa de autosuficiencia en su rostro.

– Quita esa sonrisa de satisfacción de tu rostro –le ordeno. Se veía adorable y con el cabello revuelto– Quítala

– No puedo –y era la absoluta verdad.

– ¡Papii! –le dijo intentando sonar claramente molesto, aunque Off estaba percibiendo un ligero sonrojo, pero no era algo extraño, considerando que aún estaban en la cama, apenas cubiertos por una sabana, sus piernas entrecruzadas debajo de esta y Off rodeándolo con un brazo. Si, la mañana después de y Off se sentía como si hubiera ganado la lotería.

– Que lindo eres –Off apretó más el abrazo, rodeando la cintura de Gun.

– Por supuesto que soy lindo –le respondió Gun como si fuera algo obvio, cosa que era la absoluta verdad y Off no se atrevía a negarlo.

– Y yo soy el presumido –dijo por lo bajo.

– ¿Disculpa? –y evidentemente había intentado sonar como si estuviera ofendido, pero, para Off había sonado adorable, todo de Gun era adorable, incluso cuando sabía muy bien que era un pequeño diablito. ¡Dios! Estaba tan perdido por el chico.

– No, nada –le sonrió divertido.

– Anoche me decías bebé –y estaba haciendo un puchero, ¡un maldito puchero! Piensa cosas horribles Off, piensa cosas horribles. Ahora no es bueno el mañanero. También se dijo a si mismo que seguramente Gun estaría adolorido.

– Estaba borracho –se excusó Off– ¿Quieres que te diga bebé?

– Solo algunas veces –admitió Gun, actuando como un niño mimado, un adorable niño mimado.

– ¿Ahora? –le preguntó y sintió el impulso de burlarse ante la expresión de Gun– Ven aquí bebé

– Algo raro le pasa a tu cara –dijo Tay.

– ¿De qué hablas? –preguntó alzando un poco más la voz para que se escuchara encima del ruido de la música y las personas bailando.

– Te ves más feliz y tienes una sonrisa de idiota –le respondió su mejor amigo y Off solo pudo atinar a sonreír aun más porque, en honor a la verdad, de hecho, exactamente era así como se sentía después de lo que había pasado en la noche del día anterior– ¿Ves? Hasta te insulto y no me dices nada

Y justo cuando estaba a punto de responder…

– Hola –escucho esa maravillosa voz a su lado.

– Hola –le respondió, sonriéndole y admirando como se veía tan hermoso, con una bandeja llena de bebidas en la mano.

– ¿Qué les traigo? –preguntó Gun, siendo adorable y tan lindo. Off quería comerlo, de nuevo.

– Por el momento tres cervezas N’Gun –escucho decir a Tay. Off solo se sentía como en un trance, aturdido contemplando el rostro de Gun, patético, pensó. A continuación, observó como Gun asentía y se dirigía hacia la barra del bar.

– Así que, P’–dijo Krist, sacándolo de su ensoñación– creo saber lo que te pasa

– Si, la verdad es muy obvio –intervino Tay. ¿Ah sí?

– Ambos son muy obvios –recalcó nuevamente Krist y a Off esta conversación le estaba provocando un tic nervioso– Es como si llevaras un enorme cartel en la frente que dice “cogí bien”

– Bueno ya cállense –advirtió, alzando un poco la voz, llamando la atención de la mesa continua– Ahí vienen Arm y los demás

– ¿Qué hay? –saludó Arm tan pronto él, Singto y New llegaron a la mesa.