Shady Desire || Sonadow/Shadonic

- Deseo Sombrío -

— No las necesito a diferencia de ti, Eggman, deberías dejar de intentarlo siquiera. — Patea sin cuidado la Chaos Esmerald que el ahora manco y sangrante profesor ofrece para salvar su vida.

A su alrededor figuran tantos robots destruidos que es imposible contar cuantos eran o siquiera cuales eran las piezas de cual. Las explosiones continúan de todos modos, Sonic debe estarse divirtiendo destruyendo todas máquinas y aparatejos.

— Ahora... — Ajusta su guante manchado de sangre.

— T-tú lo sabes ¿No? Por más que hagas esto, él no va a durar para siempre como tu — Shadow no varía su expresión indiferente y rozando el fastidio —. ¡Tarde o temprano vas a tener que verlo morir y te quedaras solo con tantas muertes encima! Considéralo mejor-

— ¿Matarte? He matado a gente que, si valía la pena, tu por otra parte...

— ¡PUEDO AYUDARTE A CAMBIARLO! — Se apresura, moviendo su bigote con nervios.

— Como si me hiciera falta ayuda— Las Chaos Esmerald flotaron a su alrededor, brillando en conjunto con la sonrisa sádica en sus labios —. Chaos Spears.

El cuerpo de Eggman es atravesado por la energía del Chaos, asesinado rápidamente. Sonic aparece unos cuantos segundos después, decidiendo no mirar siquiera al muerto científico de ropa roja y ensangrentada.

— Metal Sonic quedó muy aturdido por mi culpa, fue divertido. — Asegura poniendo los brazos tras su cabeza.

— Uhum.

— Por cierto ¿Aún no te lo quitas? ¿Siempre lo llevas? Qué raro. — Opina señalando el collar de piedra semi traslucida en un tono verde oscuro.

— Siempre me ha ayudado a saber dónde estás, además, me lo regalaste, hay que usarlo. — responde con tranquilidad.

Sonic no tiene mayor sorpresa por aquella explicación, supone que siendo un regalo de Chip tiene alguna de sus propiedades. Se lo había entregado a Shadow -realmente lo regaló-, porque pensó que él necesitaría de la protección que Light Gaia puede ofrecer.

Con lo ileso que está, posiblemente fue gracias a ello. Se preguntaba como tomaría el guardián si supiera que había hecho con el detalle que le dejó, quizá se enojaría.

— Hay una cosa que necesito examinar, acompáñame. — comenzaron a correr por los extensos pasillos de la ahora silenciosa base espacial del difunto doctor Eggman.

Llegan a una enorme sala apagada, Shadow no tarda en activar todos los mecanismos. Sonic observa con extrañeza una capsula bastante grande y mucho más sofisticada a la que destruyó.

— ¿Hay algo importante de lo que deba enterarme para que estemos aquí o...?

— He leído mucho con respecto a la información dejada por el Profesor Gerald Robotnik sobre cómo me creó — Comienza a decir pasando de un panel de control a otro, Sonic lo sigue con la mirada —. Como sabes: Soy en parte un Black Arm, tengo sangre de Black Doom.

— Aja...

— Pues con eso y dadas las habilidades que me dieron, mis células se regeneran tan o más rápido de lo que envejecen, si he permanecido así durante cincuenta años es debido a que mi cuerpo nunca va a cambiar, nunca va a ser... Viejo.

— Ah... Eso es... Bueno, supongo. — Se encoge de hombros sin prestar demasiada atención al asunto, con el erizo oscuro moviéndose de un lado a otro activando cosas costaba fijar su mente en algo.

— Sin embargo, dado que me clonaron muchas... muchas veces — Se detiene un momento y ve de manera rencorosa la cantidad de capsulas atrás, en las cuales se ve uno de dichos clones —. Tengo suficiente material para hacer una replica.

— Espero que entiendas que yo no entiendo nada — Se rasca la cabeza con mueca confusa.

— Podrás ser lo rápido que quieras, pero TU si vas a morir.

— Es el ciclo natural.

— No, para mí no aplica y pronto para ti tampoco. — Presiona un botón y Sonic no tiene más que saltar hacia adelante para evitar que la puerta pisara su cola.

— ¿Shads...?

— He hecho todo esto por ti y no estoy dispuesto a perderte, ni siquiera por el tiempo o la naturaleza — dice con lentitud y voz baja —. Aun si María no hubiera sido asesinada, a ella la habría perdido por el tiempo, por su enfermedad...

— Y-ya, pero soy simplemente un veloz mortal ¿Qué tiene eso?

— Que yo no quiero que seas mortal. Puedo y transferiré parte del ADN de Black Doom a ti, de ese modo no podrás morir por la vejez e incluso puede que adquieras la capacidad de adaptarte a-

— Shadow, escucha: Es lo normal morir, no quiero ni necesito ser eterno.

— Lo necesitas, aunque realmente es cierto que aún no lo quieras — Sonic frunce un poco el entrecejo —. Por lo que he podido probar en otros: No duele... mucho — hace una mueca ante eso —. Pero se puede hacer, más aún en esta base.

— ¿Querías que viniera para hacer esta tontería? No lo-

— Lo harás, solo debes entrar ahí. — Señala la capsula.

— Me prometiste que no entraría a una nunca.

— Hay cosas que cambian.

— Muchas otras no.

Hace spin Dash contra puerta, ahuecándola y de haber dado un segundo golpe pudo haber salido de ahí. Tiene en mente ir a la otra habitación y tomar alguna de las Esmerald Chaos para hacer Chaos Control y retornar al planeta.

Por desgracia, Shadow no se lo permite, tomándolo del cuello y aplicando tanta presión de golpe que apenas puede mantenerse medianamente consciente, antes de darse cuenta, ya está ahí dentro de nuevo con agua subiendo.

— ¡ME PROMETISTE QUE NO ME HARÍAS ESTO! ¡SÁCAME DE AQUÍ! — Exige con voz desesperada y ojos llorosos, con los escalofríos subiendo como dagas por todo su cuerpo —. ¡SHADOW POR FAVOR SÁCAME DE AQUÍ, AHORA! ¡SHADOW!

—Estás muriendo cada día más, aunque por ti hay alguien dispuesto a pelear, a luchar — tararea con su voz ronca, Sonic apenas puede escucharlo, con un ojo cerrado y aguantando la respiración —. La boca miente arma letal. No es una guerra que hay que ganar... Kill you with kidness...

Lo último que ve Sonic, antes de caer en el reposo inducido para iniciar con el proceso, es la sonrisa torcida y satisfecha de Shadow. El erizo negro no puede sentirse más triunfante, este es el último paso para lograr que sus sombríos deseos se hicieran realidad: Compartir su inmortalidad con Sonic.

Ya no estará solo en ningún ámbito y con ello vale esperar lo que tardara el ADN de Sonic en acoplarse al de Black Doom. Solo queda esperar un poco más y vale la pena. Pronto abrían dos formas de Vida perfectas, todos los mundos harían bien en temer.

Aunque bien, ya deben de temerle, considerando que si alguno se le asoma la idea de lastimar a su igual acabaría hecho menos que trozos. Ah, la libertad de hacer lo que quiera es sin dudas una de las mejores cosas que le puede pasar, se nota porque Sonic la tiene y más aún porque se la dio. Ese erizo jamás pudo haber adivinado su actuar y felicidad por ello.