Un asesino enamorado (Andy x Chucky)

Capítulo 11

PoV Chucky

—¿Qué?

La cara del mocoso era todo un poema, y no le culpo, parece que a ninguno de los dos le gusta la idea.

—Ese es el resumen más corto. Simplemente es eso.

Andy no sabía que decir o que hacer, su cuerpo aún temblaba, quizás de miedo, quizás de trauma... Eso alimentaba a uno de mis egos.

Tras un rato el "niño bueno" estalló:

—N-no... Simplemente no se puede, ¡Tu no tienes corazón! ¡Es imposible que alguien tan importante predija nuestro futuro sin saber lo que se esconde tras esa cara bonita!

El enano sudaba, estaba eufórico y con rabia, yo sonreí divertido tras lo que me había dicho, ya nada en mí dolía.

Miró mi sonrisa y se sonrojó al instante, como dándose cuenta de lo que había dicho.

—N-No quería decir eso, me refería a...

Aquella confesión suya... "!Tú no tienes corazón!"

"Sin saber lo que se esconde tras esa cara bonita".

Me hizo recordar a lo que me dijo Damballah mientras veía mi visión. No iba a contarle más al enano, no de momento.

....Flashback....

—Vuestras almas siempre fueron hechas el uno para el otro. A pesar de vuestras diferencias, afrontareis todo tipo de obstáculos, y juntos, llegaréis a lo más alto.

—¿Porqué él?

—El cuerpo físico no es más que un contenedor, un recipiente. Mira más allá de eso, sin importar el género, ni el sexo. Mira en su interior. Porque os unireis en cuerpo y alma.

—Yo soy un asesino, un despiadado, él es un chico normal. Si tan destinados estamos, simplemente le pondría en peligro.

—Eres mucho más que eso, Charles. No lo olvides, todo ser humano tiene una debilidad, y tú la tienes también. Desde el principio, nunca quisiste infringirle ningún tipo de daño, esa protección que tienes sobre él se hará cada vez más fuerte.

Olvida el orgullo...

.... Más fuerte...

....Fin Flashback....

—Te llevaré a casa mocoso, se hace tarde.

—E-Espera... Si aquello te ha molestado, lo siento mucho... Aún me duele la cabeza bastante... —Su voz miedosa de corderito me hacía recordar su inocencia.

Me daba rabia, muchísima. Venia en mi otro sentimiento de esos chungos, el del remordimiento. Ya lo tuve con él anteriormente en el patio del colegio.

—¡Cállate! Tú si que me provocas dolor de cabeza. Vámonos, diablos.

Él asintió confundido, sus ojos brillaban, quizás es que tenía ganas de llorar, no lo sé.

-—Deja de mirarme... ¿O me volverás a decir que llorar es para nenas? Adelante, dímelo ya...

—En verdad eres molesto Barclay.

El enano ya no dijo nada más. Borré las marcas del suelo y caminemos entre los escombros.

En ocasiones le miraba de reojo y podía observar su rostro de confusión pensativo. Tenía la ligera sospecha que aún no se podía creer lo que Damballah me había dicho, sea como sea, lo podrá averiguar de antemano porque aquellas pesadillas, esos "recuerdos" deberían de dejar de aparecer. En teoría.