Capítulo 13

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—¿Y bien Tiff? —Habian quedado lo más lejos posible del centro de la ciudad. Un pequeño bosque que daba a un lago. El pelirrojo jugaba a hacer equilibrio en una de las barras de un pasadizo de madera, mientras esperaba lo que la rubia tenía que decirle.

—Debes escuchar esto. Es sobre nuestra directora.—Dijo, mostrándole el teléfono.

El chico la miró enseguida y se bajo de un salto. Le quitó el móvil de las manos, y analizó la situación antes de hablar.

—¿Y no me has avisado de que ibas a espiar, querida? Tiff, no tienes que hacer nada por tu cuenta, ¿Recuerdas? —La mano libre que tenía se posó sobre la mejilla de la chica, acariciando su piel suavemente.

—Ya lo sé, pero fue todo derrepente... Me pareció extraño y sentí que tenía que hacerlo, no quise defraudarte.

—Buena chica Tiff... Vamos a ver que has averiguado.—Se alejó unos metros y escuchó lo que la grabadora debía de decirle. —¡Maldición! ¡Voy acabar con esa puta!— El móvil se estrelló contra el suelo a consecuencia del enfado que había pillado. Tiffany lo recogió enseguida comprobando el estado de este.— Así que quieren jugar sucio, bien... Porque jugaremos.— Rió ante la idea tan emocionante de poder cargarse a ese par de gentuza que no hacían más que estorbar en su vida.

—Chucky... Eres más inteligente que ellos, ¿No crees que sería mejor quitarnos de enmedio a la estúpida de Zabriskie?

—Claro Tiff, tienes razón. ¿Pero sabes de que me he acordado?— Sacó su cuchillo favorito y lo miró unos segundos antes de apuntarle a la rubia. —¡Tú también eres una estúpida! No debiste de cargarte a la chica más popular de la escuela, ¿Y ahora qué?

—¿Y eso a qué viene Chucky? En eso estabamos en paz, tu asesinaste aquel bastardo, ¿Con qué motivo? Yo lo hice por defensa propia.— Un lado de su cuello delgado fue amenazado cuando la herramienta fría y punzante tocó parte de dicha piel. Tiffany alzó la cabeza en instinto, la situación se estaba poniendo realmente mala.

—Viene a que ni siquiera debes dudar ni un momento de mí, por lo tanto no me des órdenes. Nunca, en mi vida he hecho algo con motivos.— Suspiró en desagrado y continuó.— Sera mejor que no te metas, de los directores me ocuparé yo solo.

Los ojos esmeralda de la chica se empezaron a aguar ante las palabras de Chucky. No aguantó toda la presión que se ejercía sobre ella, por lo que apartó la mano del pelirrojo quien sujetaba el cuchillo en su cuello.

—¿Ni siquiera nuestros momentos íntimos, Charles? ¿Tampoco tenías motivos? —Sus palabras fueron sorpresa para el contrario. Segundos después se sustituyeron por una sonrisa.

—Si ya sé lo que te pasa, Tiff. Pero no estoy para tonterías ni cursilerías estúpidas. Aparta. —Empujó a la rubia hacía un lado y se alejó de ella. Almenos ya tenía más información, deshacerse de la directora sería su prioridad ahora.

—¡Chucky vuelve aquí! —Sus gritos fueron en vano, ya se había marchado. —Yo también sé lo que te pasa, querido.

¿Porqué nunca la escuchaba? Ella solo se preocupaba por él y hacía todo lo que estuviese en su mano. Recordó todas las frases filosofas que su madre solía contarle sobre el amor, algo así como que la liberaría.

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[...]

Al día siguiente y a primera hora de la mañana, un chico esperaba con entusiasmo la llegada de su mejor amigo en la escuela. Eran puntuales, por lo que no tardó en percatarse de su presencia a lo lejos.

Un asesino enamorado (Andy x Chucky)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora