Capítulo 3

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Narrador

Andy miró confundido al pelirrojo frente suyo, no había escuchado ese nombre nunca, sin embargo se le hizo familiar.

—¿Quién es Dambella?

—Es Damballah, idiota. Es mi deidad, mi religión. Tengo muchos conocimientos así que no me toques las pelotas con eso si no quieres sentir su furia.

Al castaño le entró otro lapsus de memoria.

Imágenes lejanas se le aparecían, se atrevió a preguntar por una de ellas.

Quizás pensó, ¿Tendrá algo que ver con vidas pasadas?

—Y p—por casualidad, ¿Su amuleto es la de dos serpientes?

Chucky le miró sorprendido.

—¿Y cómo sabes eso mocoso?— Se cabreó un poco y se acercó al moreno para rechistarle, éste retrocedió.

—No espera, ¿Crees en las reencarnaciones? Yo no pero... Por alguna razón sabía lo del amuleto, también he tenido sueños un tanto extraños desde hace tiempo... Y todo relacionado contigo. Quizás a ti sea la razón por la que Damballah te p—pidió que no me mataras.

El castaño tembló un poco, en cualquier momento Chucky se pondría a reír por sus sugerencias como ya lo había hecho antes.

El mayor se quedó pensando un buen rato, hasta que abrió los ojos de golpe, había recordado el "sueño" tan extraño que tuvo con Andy esta mañana, vagos recuerdos que nunca tuvo. Y según él, en su cultura vudú las reencarnaciones existían.

Su mentor le había enseñado eso.

¿Cómo no se le ocurrió antes? A decir verdad se conocieron ayer, y ya estaban teniendo varios problemas personales respecto al otro.

—Bueno, no voy a negartelo ¿Pero eso quiere decir que estoy aguantando los dolores en el pecho por tu culpa? Las reencarnaciones son para los que dejaron algo pendiente en su vida pasada y volvieron a renacer, ¿Qué me queda a mi pendiente contigo?

El pelirrojo miró al castaño de arriba a abajo indignado.

—Yo que sé... Supongo que nos queda averiguarlo—Andy quería restarle importancia al asunto, lo único que deseaba era poder salir de allí. —¿Puedo irme ya?

—No, no puedes. Te vas a chivar a la policía y no quiero que me jodas más.

—No diré nada te lo prometo, no quiero estar implicado en tus asuntos, por favor.

Chucky le miró divertido. Quizás si sea buena idea tenerlo a su merced, y adoraba ver a sus víctimas suplicar clemencia, solo que esta vez a su víctima no podía asesinarla.

"Más emoción para mí" Pensó él.

—Pero ya estás implicado Barclay, quieras o no, ya no podrás deshacerte de mí. No te queda más remedio que ser mi amigo, hasta el final.

—Los amigos no se tienen miedo entre ellos y también se cuidan entre ellos. No tengo muchos pero... Lo sé.

—Primero, me tienes miedo porque tu quieres, y segundo, yo te he cuidado y salvado la vida. Me lo debes idiota.

Andy bufó por lo bajo.

—¿Porqué yo quiero? Mataste a dos personas... Y en lo segundo tienes razón.

—¿Acaso consideras que tu vida de niño bueno vale menos que la de dos pobres desgraciados?

El silencio se hizo presente. Chucky sonrió triunfante.

Un asesino enamorado (Andy x Chucky)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora