Un asesino enamorado (Andy x Chucky)

Capítulo 20

Hibristofilia/Enclitofilia: Se le da ese nombre a una persona cuya filia es la de estar enamorado o sentir atracción sexual de un asesino. Haya matado, violado o robado a otras personas.

"Algunas personas creen que pueden cambiar para bien a un hombre tan cruel y poderoso como un asesino en serie."

[...]

Un amenecer junto a la persona que amas debe ser lo más enternecedor y romántico que puede ocurrirle a cualquiera. Bien, para Andy, era una confusión: Tenía a esa persona, pero no precisamente el ambiente era de lo más cálido y reconfortante. Aún así, no pudo evitar estar como un tomate cuando el pelirrojo empezaba a acariciarlo con altas intenciones de no parar.

Se incorporó en la cama de una sentada, sin ser capaz de verlo a la cara, aún tenía varios pensamientos sobre todo por lo ocurrido el dia anterior. Apenas pudo dormir por ello.

—Andy...— Gruñó Chucky—. ¿Qué ocurre? No he hecho nada mal.

—No...no, es solo que, no sé que va a pasar ahora.— Como respuesta recibió un suspiro de pesadez, sintiendo como la cama se movía en señal de estar levantándose.— Dime una cosa... ¿No tienes miedo? Es decir... ¿Alguna vez..has...—

—Buenos días para ti también. Y joder...si.— Andy le miró.— Aunque no lo creas, aveces tengo más miedo del que piensas. Anoche lo tuve, ¿Creías que no? ¿Por ser yo?

—No, es decir... No lo sé. Lo siento. —Miró la hora, las 8:42 de la mañana.— Mierda... Hoy reabrirán la escuela, ¿Qué hacemos? Debe haber carteles por la ciudad buscándonos.

—Nos iremos, está más que decidido. Ya no podemos quedarnos mucho más tiempo aquí.— Balbuceó Chucky poniéndose una camiseta por encima, sintió una punzada de dolor donde yacía la herida provocada por la bala, ahora vendada. Esto siendo visto por un moreno con las mejillas sonrojadas.

—Yo necesito hablar con mi madre, y es urgente.

—Madres, madres... Que asco.— Volteó la vista y salió de la habitación en busca de algo para comer. Aquello lo había dicho con pesadez en sus palabras, sin querer recordar obviamente nada del pasado.

El mayor estaba angustiado; por primera vez, no sabía que hacer. Todo lo hacía por él, Andy, no podía simplemente dejarlo en su casa y menos ahora con la policía al acecho. Aún quedaba un hueco pequeño en su corazón, y no quería perder al menor por nada del mundo. Pero, ¿Cómo se lo demostraría? En verdad, ya lo había hecho, Andy le escogió a pesar de todo.

Andy le siguió, pues aún no conocía mucho de aquel lugar, y notó como sus ojos azules se clavaron en él fijamente, como pensando en algo.

—¿Q—qué pasa?

—Escuchame enano, ¿Serás capaz de hacer algo solo?

—Soy mayorcito Chucky...—Se mantuvo firme en su decisión, pero con miedo de lo que fuese a pedirle.

—En ese caso, llama a tu madre, pero no lo hagas desde tu móvil, vete a una cabina telefónica y quedáis para veros. Después irás a un lugar que te mandaré en el móvil, ¿Entendido? Sobretodo que no te reconozcan.

—Espera espera, ¿No podré verla más?— Dijo. El pelirrojo relajó sus hombros ya sabiendo la respuesta.

—Creeme, al final te acostumbras. Tendrás que aceptar que tu vida ha cambiado—. En ese momento toda la mente de Andy hizo un giro completo; Sentía la necesidad de quedarse con el pelirrojo, porque le quería a pesar de los asesinatos, tan solo deseaba no dejarlo solo nunca más.