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En la actualidad, Andy se había quedado parado en su sitio a escasos metros por detrás del mayor. No sabía el porqué, y quizás éste se enfadaría muchísimo, pero tuvo la tentación de abrazarlo. Y no como en aquel sitio abandonado donde fue secuestrado.
Fue hasta él y no bastaban palabras cuando rodeó sus brazos delgados alrededor del cuerpo trabajado del más alto, apoyando su cabellera morena en su espalda y cerrando los ojos con brusquedad. Tal vez no quería ser empujado o rechazado, no era como cuando le abrazó mientras iban en moto.
—Mocoso enano...¿Qué haces?— Era todo lo que el pelirrojo pudo decir, con miedo de que llegase a notar sus pulsaciones altas.
—¿Sabes? Yo... Nunca he crecido con mucho cariño que digamos... La escuela era un infierno para mí también, y la muerte de mi padre me afectó y se empeoró todo...
Chucky se mordió el interior del labio, viniendole a la mente aquel niñato rubio que parecía ser la perfección absoluta.
—Ese Nico puede ofrecerte más apoyo que yo, Andy. ¿Porqué ibas a confiarme tu vida que casi arrebaté?— Se soltó de su agarre y se giró para poder ver mejor al moreno.
—Porque has confiado en mí y me has contado tu historia—. Dijo observando las reacciones del mayor, las cuales siempre eran sin apenas emoción. Excepto cuando asesinaba claro. Se preguntó si alguna vez llegaría a emocionarse de verdad.
—Tu no eres un asesino solitario y despiadado. ¿Y si me aprovecho de ti Andy? ¿Lo has pensado alguna jodida vez?—Dijo con la voz ronca tan suya, una que Andy aprendió a gustarle. Charles se contuvo la rabia cuando lo acorraló contra un árbol, algo incómodo para el menor pero que ahora no importaba.
—No lo harás. Me has protegido y he visto como me miras, Chucky.— Se atrevió a encararle, no sabía si era buena idea o no.— Ya no te tengo miedo.
—¿Ah no?— Acortó la distancia mientras sacaba su cuchillo favorito y paseaba con total libertad por la fina y delicada piel del menor, quien tragó saliva notablemente.
El asesino suspiró profundamente cuando notó que tenerlo así era más sensual de lo que creía.
—No... —Procedió segundos después. Se paró a pensar en la bipolaridad del pelirrojo.— Porque después de escucharte yo sé lo que necesitas.
—¿El qué? ¿Amor? ¿Ese tan traicionero? No me hagas reír.— Se puso más nervioso de lo habitual, recordando las palabras sabias de Damballah en su ritual, esas sobre el destino. No quería simplemente aceptarlo, condenaría a Andy a la muerte si continúa protegiéndolo, ya estuvo bastante cerca de ella cuando el estúpido de Eddie quería sacarlo de enmedio. Y joder, no era inmortal, no podía protegerlo siempre.
Pensó en todo aquello desde que pasó, llevándose consigo miedo y preocupación desde entonces. Y no eran sus cicatrices causadas, eso ya no importaba.
—No sé que sea, pero no me apartes de tu lado.— Dijo Andy con un tono de preocupación. Hacia tiempo que aceptó que su atracción hacia el mayor era más que obvia.
—Lejos de mí estarías más a salvo. Después de lo que te pasó ya no puedo prometerte nada.— Sus palabras sonaron realmente vacías e hirientes para el moreno.
—Solo dime qué sientes—. Dijo el más bajo sin apartar la vista del de ojos azules.
—¿Yo? Qué absurdo...— Se negó rotundamente a siquiera pensar en ellos, en los sentimientos que ahora le tenían preso desde hacía un par de meses atrás.
—¡Está bien! Porque yo si siento muchas cosas a la vez, siento rabia, felicidad, angustia y... No sé, ¿Porqué cierras el corazón cuando has sufrido tanto? ¿Qué es lo que quieres?— La manera en que Andy se alejó del mayor y empezó a moverse de un lado a otro mientras agitaba sus manos nervioso, eso le causó gracia al pelirrojo.
Aquella discusión se apaciguó un poco tras varios minutos de silencio. No supo como comenzó, por qué se había alegrado de que Chucky le hubiese contado algo tan íntimo suyo, y quiso hacer lo mismo, ¿Porqué tuvo que sacar a su amigo? ¡Vaya idiota!
Aunque en ese tiempo Andy aprovechó para pensar en todos sus pensamientos sobre él hasta ahora. Incluso cuando se imaginó que era él quien lo besaba. Tras ello también recordó que le había gritado en la noche del ritual diciéndole que no tenía corazón, sin embargo no vió oportuno disculparse de nuevo, menos ahora.
—Quiero... —Prosiguió el pelirrojo tras unos instantes, respondiendo a la pregunta de Andy de hace unos momentos.— Tú compañía.— Pareció como si hubiera vuelto el Charles de antes, uno que buscaba tanto amor y cariño negado, arrastrando aquellas palabras como si fuesen a matarle.— Pero soy un jodido egoísta y es probable que algo más pueda ocurrirte.
—Me da igual... Desde que te conocí mi vida dió un giro y muchas cosas pasaron... Creo que... Me encariñe de ello...o de ti—. Esto último lo dijo con un hilo de voz muy bajo, nervioso y sonrojado sin tener en claro si estaba enamorado, era muy joven para saberlo. Lo que si estaba seguro, es que lo decía desde el corazón.— Y no me vas a obligar a quien querer o a quien debo elegir.
Se cruzó de brazos con un leve puchero que hizo alzar la ceja al asesino. Escuchó todo a la perfección por su parte.
—En verdad eres muy molesto y un llorica Barclay.— Suspiró algo cansado de aquella conversación, sin admitir que quería rendirse y probar tantas cosas que tenía en mente. No obstante, mandó al carajo absolutamente todo cuando sujetó su cuello con decisión e hizo que Andy le mirara a la cara, adolorido por que el pelirrojo se aferrara a él, mientras miraba sus ojos azules igual de fríos que el hielo.
—Solo dime una cosa... ¿Qué te hace no elegir al gilipollas del rubio y en cambio, te encariñas conmigo?
—N—No lo sé... Os aprecio a los dos pero... Contigo es diferente.—Nico era un buen amigo y le hizo regalos, pero aquello no conseguiría enamorar al moreno.
—Te van los riesgos—. Dijo formando una sonrisa complacida.
—Me acostumbré, supongo—. Tragó saliva cuando un riesgo fue acercarse a la cara del pelirrojo mientras miraba sus labios, sin ser soltado todavía de su querido cuello. No sabía lo que hacía, un impulso estúpido que marcaría un antes y un después en su vida.
La mano de Ray no le impidió su cercanía, más bien era porque se había quedado en shock y se percató de que no le dió tanto asco como pensaba el acercarse de aquella manera a un chico. De hecho, otros chicos hubieran provocado repulsión en él e incluso, los hubiera asesinado.
Aquí sus respiraciones chocaron y se mezclaron entre sí casi con necesidad. Los aromas juveniles que Andy desprendía invadieron su nariz y le hicieron perder la poca razón que le quedaba. Podía jurar que jamás había aspirado algo igual, en parte por su orgullo que no le dejaba explorar sensaciones nuevas como las que estaba experimentando ahora.
El moreno profundizó su respiración cuando el mayor deslizó lentamente sus labios contra los suyos, acariciándose entre ellos muy sutilmente para comprobar como de gustoso era la calidez y el tacto del otro.
Tanto fue así para ambos, que a Chucky poco le bastó para sacar su dominancia de la situación y profundizar el agarre que ejercía sobre el menor, excitandose en ese mismo instante mientras que Andy lloriqueaba en sumisión.
—Hueles bien mocoso...— Dijo con un tono de preocupación, preguntándose si podría autocontrolarse.
Se arrepintió de haberse contenido todo este tiempo, era maravilloso lo agradable que era su compañía y como de alguna forma, ese pequeño bastardo consiguió avivar su corazón.
Quiso probar más de sus labios, y no se contuvo, entreabrió los labios esperando una respuesta voluntaria por parte de Barclay que tuvo de inmediato. Ambos suspiraron inseguros hasta que el pelirrojo empezó a besarlo lento pero con mucho entusiasmo. Oyó enseguida los gimoteos inexpertos del menor mientras disfrutaba de un sabor nuevo e inocente que lo hacían volverse más loco de lo que ya estaba.
—Mmh...—Gimoteó Andy agarrando al mayor de los brazos y tirando de éstos. El pelirrojo no dudó en abrirse paso a su boca con la lengua llevándose unos cuantos jadeos sensuales y húmedos. El moreno se sentía inútil por no poder hacer nada y excitado por desear más de aquellos besos apasionados.
La jodida falta de aire hicieron que se separasen, llevándose un gruñido por parte del mayor por la calurosa situación, le había gustado demasiado, imaginándose ya como sería en la cama.
Andy no estaba mucho mejor, aquella sensación húmeda provocó un pequeño bulto en sus pantalones.
No supieron que decir, no obstante, el pelirrojo debía llevar al menor a su casa antes de que fuese muy tarde. (Reglas de la señora Barclay desde el secuestro).
[...]
El camino hacia el departamento de Andy fue silencioso. Llegó a pensar si a Chucky no le había gustado el beso, aunque lo había manejado a su gusto y sus ojos reflejaron pasión. Entendió tal vez que no era fácil para ninguno de los dos.
Una madre preocupada esperaba ansiosa a su único hijo. Rechistando por lo bajo cuando le vió aparecer junto aquel "amigo" extraño suyo que le daba mucho mal rollo. No era normal que un adolescente tuviera esas cicatrices en la cara.
—Vamos Andy, entra en casa.
Se despidieron en voz baja sin llamar mucho la atención.
A Chucky le costó asimilar como aquel chico al que acababa de besar se alejaba de él y desaparecía entre aquellas puertas antiguas de madera.
Ahora le tocaba a él ser el pensativo porque claro, ahora entendía la poca importancia que tenía el hecho de que nunca necesitó a una mujer necesariamente para sentirse bien. Ya le bastó aquel muchacho simple pero tierno, que entró en su corazón a la fuerza, sin permiso, y suponiendo el riesgo que conllevaba relacionarse con alguien como un sociopata.
Menudo terco había sido en el bosque... ¿Qué pasaría de ahora en adelante?
Su regreso al orfanato nunca fue tan doloroso como aquel día, sin ganas si quisiera de si Tiffany le pedía algún momento íntimo.
Por primera vez en mucho tiempo, se sintió un estúpido..
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.[...]
Como el capítulo anterior era cortito, recompenso con la segunda parte 😊
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Un asesino enamorado (Andy x Chucky)
Fiksi PenggemarAmbos eran adolescentes, uno con una vida normal y una madre soltera, el otro, una vida solitaria con siniestros secretos. Todo cambiará cuando ambas miradas se crucen, una molestia en el pecho y unos vagos recuerdos en forma de sueños será lo que t...