Capitulo 7

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Nico

Llamo al piso dónde vivía mi amigo. Mientras espero me paro a pensar en unas cuantas cosas...

Hoy estoy muy feliz, bueno... Desde que por fin di el paso de hablar con Andy, hace ya unas dos semanas.

Hasta parece que me va cogiendo cariño, ya que nos reímos mucho. Él aceptó vernos hoy después de clases, iremos al centro comercial y pasaremos la tarde juntos.

A decir verdad, él me gusta desde hace tiempo, sé que es pronto pero siento la necesidad de decírselo.

—¡Hola!— Andy me sorprendió con su bonita sonrisa provocando que yo sonriera también.

—Hey, ¿Cómo estás?

—Bien... supongo que neutral.. —Hizo una pausa larga y continuó— En verdad mi madre está conociendo a un hombre, y no me acaba de convencer.

Sabía que desde que lo conocí estaba raro, quizás sea por eso.

Ambos tomamos rumbo por las calles mientras escuchaba a Andy, lo cierto es que todo en él me interesaba.

—¿Qué no te convence dices? Bueno, según me contaste era lo que ella quería. ¿Es por eso que estabas tan extraño?

—¡Eeem, sí! Pero me parece un poco capullo, pero si ella es feliz—. Dijo rápido y arrimando los hombros restando importancia—. ¿Y tú que tal?

—Bien... No me cuento gran cosa—. Me sonrojé un poco, y al parecer Andy lo notó.

—Te ves enfermo, tienes la cara roja.

—¡Nada! Alomejor tengo la cara reseca del frío.

No dijimos nada más. Dios mío, no creo poder decirle nada.

A su lado me siento poca cosa.

Finalmente llegamos al centro comercial, estaba a petar de gente, la mayoría eran mujeres paseando a sus hijos, en este aspecto los hombres trabajaban más. Miré alrededor buscando nuestra primera actividad de la tarde. En estas últimas dos semanas que estuvimos juntos, pude averiguar un par de cosas sobre sus gustos; que le gustaban los videojuegos, las figuritas y la cultura japonesa. Por lo que un sitio ideal para empezar seria la tienda de juegos de la segunda planta.

—¡Vamos allá!

Dije para sujetar su mano y dirigirnos a la tienda de juegos. Una vez allí nos miramos un momento y al instante solté su mano.

—Perdón.

—No pasa nada Nico, vamos—. Sonreímos a la vez sin preocupaciones.

Entramos dentro y nos paramos a ver cada cosa que aparecían en las estanterías y en las vitrinas. Desde juegos de consolas hasta figuras de colección. Yo era más aficionado a las figuras de acción y a los aviones, por eso quizás nadie aceptaba mis gustos porque eran para niños pequeños. Por suerte eso con Andy no pasaba, de hecho a él también le molaban estas cosas.

Observé como miraba entusiasmado una figura de un samurái muy bien hecha, pero que se desilusionaba con ver el precio.

Sonreí mientras llamaba al dependiente para coger dicha figura sin que Andy se diese cuenta, sonreí al ver como era sorprendido por el trabajador y momentos después seguir mirando por la tienda algo triste. Fuí a pagar la figura y meterla en la bolsa para dársela después, seguro le encantará el detalle.

Volví hasta él y me miró confundido.

—¿Te has comprado algo? ¡Déjamelo ver!

—Después te lo enseño si eres paciente. Vamos a merendar.

Un asesino enamorado (Andy x Chucky)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora