Capítulo 14

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PoV Andy

Todo se complicó más de lo esperado, a pesar de que no debería estar preocupado.

La escuela tuvo que cerrar por un par de semanas para facilitar la faena de la policía. En mi interrogatorio obtuve buenos resultados y salió bien a pesar de que tuve que mentir en la medida de lo razonable, dije que no sabía nada sobre Brad a parte de que él era mi acosador desde hace muchos años. Y de la muerte de aquella chica popular no sabía absolutamente nada. Seguían investigando aquello más la muerte de la directora y si tenía relación con las demás muertes en la ciudad, si estaban hechas por el mismo asesino.

Despejaba la mente en mi habitación mientras en mi cama veía las gotas de lluvia bajar sobre mi ventana. El sonido me relajaba, me hacia pensar en otras cosas diferentes. Fijé mi vista a la figurita del samurái que Nico me regaló en nuestra salida al centro comercial. La tomé entre mis manos y la miré, era preciosa, sonreí por el tonto detalle que tuvo conmigo sin tener ninguna razón.

He sido muy malo con él después de lo bien que me ha tratado y el valor que tuvo al demostrarmelo con aquel beso.

Por otra parte Chucky seguía en mi mente también. Únicamente con él me salían todas las emociones y sentimientos que eran terroríficamente difícil de ocultar, y me sentía con miedo.

Suspiré rendido.

¿Porqué yo? ¿Porqué no puedo desecharlo de mi vida? La sensación era parecida a quienes sufrían el síndrome de Estocolmo. Una paradoja sobre los tantos secretos que el ser humano escondía y que aveces, llegaría a resultar inquietante.

—Hola cariño— Mi madre entró en mi habitación, cerrando la puerta tras suya y acercándose a mí.

—Hola mamá.

—¿Cómo estás? Me refiero a lo que ha pasado en el colegio... Debes de estar afectado.— Acercó su mano a mi mentón y me acarició con suavidad.

—Si, bueno... No es fácil llevar esto.

—Por ahora no debes pensar en ello, la policía hará un buen trabajo.— Miré con recelo la ventana mientras gotas seguían cayendo.— Andy, ¿Ocurre algo más?— Suspiré cuando el peso de mi madre recayó en mi cama.

Nunca había hablado de estas cosas con ella. Era muy vergonzoso, nunca expresaba mis sentimientos y cargaba con todo el peso de la situación.

—Mamá... ¿Cómo supiste que estabas enamorada de papá?— Vi como se sorprendía ante el repentino cambio de conversación.

—Bueno... Eso no se puede explicar Andy. Simplemente lo sabes, piensas mucho en esa persona, te preocupas, quieres cuidarla en todo momento... No sé.— Aquello no me había facilitado la faena que digamos, lo mío era completamente diferente y ajeno a todo lo básico y conocido hasta ahora.— ¿Quién es la afortunada? O... ¿Afortunado?— La miré y ella tenía una mirada de picardía. Me sonrojé hasta las orejas, a saber que debería estar pensando.

—¡Mamá! No es nada, déjalo.

—¿Es Nico? Él es buen chico... Pero sea quien sea, cualquiera estaría muy feliz de tenerte.— Me abrazó fuerte y seguido me dió un beso en la cabeza.— Vamos a comer, ¿Si?

Desgraciadamente ella nunca fue muy buena para aconsejar sobre la vida a su único hijo.

—Claro, con el idiota de Shane...— Susurré algo molesto.

—Dale una oportunidad anda. Él se lo está tomando en serio Andy.— Karen se levantó y ordenó algunas de las camisetas que habían tiradas por el suelo, doblegandolas de nuevo.

Un asesino enamorado (Andy x Chucky)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora