La japonesa se dirigió rápidamente a la universidad dónde su amiga Solar la estaba esperando en la puerta.
Solar: ¿Ya estás mejor?
Sana: Mucho mejor, Dahyun me cuido.
Solar: ¿Dónde está ella?
Sana: Mira ahí viene con Momo.
Solar: Yo creo que son pareja.
Sana: ¿Por qué lo dices?
Solar: Siempre están muy unidas.
Sana: Nosotras también lo somos.
Solar: Si, pero mira esas miradas que se dan una a la otra, están llenas de amor, mira esas grandes sonrisas, ya ni se ven los ojos de Dahyun.
Dahyun: ¿de qué hablan?.- preguntó cuando ya estaba cerca de las dos chicas.
Solar: De las clases que hoy tenemos y lecciones.
Momo: Hola Sana-chan.
Sana: Hola momori....- las dos se dieron un fuerte abrazo.
Momo: No sabes cuánto te extrañe...- dijo fingiendo llorar.
Sana: No tanto como yo...
Dahyun: Solo fueron tres días.
Solar: Alguien está celosa...
Dahyun: C-claro que no... me adelantaré.- camino hacia su clase y dejando a dos chicas con una mirada confusa y una sonriendo.
Momo y Sana miraron a solar.
Solar: Tal vez este en sus días...- dijo alzando los hombros.
Momo: Ya regreso...- dijo caminando hacia la salida de la universidad.
Sana: ¿Dónde vas, momori?
Momo: A dubu le debe doler mucho el estómago por su... y-ya sabes, así que iré a comprar unas pastillas, vayan adelantándose.
Ambas asintieron y caminaron al salón, después de unos minutos Momo apareció con una botella de agua y pastillas se acercó a Dahyun que cada vez su rostro se tornaba las rojo al igual que el de su amiga rubia, solar no pudo evitar reír y sana solo miraba confundida por la situación.
El profesor entro y cada una fue a su puesto para empezar las clases.
El almuerzo la paso con sus tres amigas y aunque las chicas que siempre la molestaban volvieron a regar jugo encima de su sandwich no se molestó y solo lo boto a la bastida, y siguió caminando hasta llegar con las personas que le alegraban el día.
Momo: Esas idiotas, ya verán.
Sana: Momori no pasa nada, igual no tenía apetito.
Dahyun: Sana tienes que comer bien y descansar más para que no vuelvas a desmayarte o enfermarte.
Solar: Come la mitad de mi almuerzo y no más discusiones.
La castaña no tuvo más opción y comió la mitad, volvieron a su salones al terminar de comer para repasar la lección que tenían que dar ese día.
Las horas transcurrieron tranquilas algo bueno para Sana, así no tendría que soportar las molestas bromas y críticas de algunas chicas, si hacia lo que hacía era para salir adelante con Mina, se quedó en casa de Dahyun para terminar la mitad del proyecto que tenía que hacer junto a ella, hasta que el reloj marco las 9:50pm.
Al llegar a casa dejo su campera encima del perchero y escucho los pasos de su pequeña hija acercándose, no pudo evitar sentir como toda la energía volvía a su cuerpo cuando la cargo en sus brazos y recibió muchos besos.
Mina: te extañe mucho...
Sana: Yo también amor...
.- Bienvenida.- saludo Shizu, niñera de su hija.
Sana: Hola Shizu.
Shizu: Hoy tienes que trabajar?
Sana: No, solo en la cafetería mañana y Solar vendrá. Gracias por cuidar de mi pequeño pingüino.- dijo antes de darle un beso en la mejilla a su pequeña hija.
Shizu: De nada, nos vemos.
Mina: Adiós, Shizu...- se despidió agitando su pequeña manito, hasta que la puerta se cerró.
Sana la vio bostezar y sonrió, se dirigió al baño para juntas lavarse los dientes y después se baño mientras su hija esperaba sentada en el borde de la cama.
Sana: ¿Qué hiciste hoy en la escuela, bebé?
Mina: Jugué con mis amigos... también compati el almuezo con ellas.
Sana: ¿Te divertirte con Shizu?
Mina: Si, me ayudó con mi debel y también jugamos con la lato, hicimos galleta y... espela aquí...- bajo despacio de la cama y la castaña no pudo evitar sonreír al ver cómo su hija salía corriendo de la habitación con su pijama de pingüino.
Al regresar tenía unas galletas dentro de una bolsa transparente y había un papelito dentro el cual decía, "para la mejor mamá del mundo" a sana se le salió una lágrima y abrazo a su hija.
Mina: Má... e-esta triste?
Sana: Claro que no, hija, estoy tan feliz de tenerte.
Mina: Yo también.
Sana: ¿Qué te parece si las comemos mañana en el desayuno?
La pequeña asintió y sana dejo las galletas en la mesa de anoche, se pusieron jugar por varias horas, a sana no le importaba despertar tarde y ser regañada por su jefa o compañera, le gustaba quedarse despierta hasta tarde jugando con su hija todo los viernes, le dio varias besos en la mejilla a Mina antes de abrázarla y quedarse dormida.