La alta salió temprano de su oficina y subió a su auto, quería llegar a casa para descansar después de otro días ajetreados que ha tenido y, de repente se dió cuenta que se estaba dirigiendo a una cafetería; pero no a cualquier cafetería, era donde trabajaba la castaña.
Soltó un pesado suspiro, últimamente había estado tan ocupada con su trabajo que no había tenido ni un solo minuto para contestar los mensajes de Sana y Mina. Esos días estaba llegando a casa tan cansada de estar de un lado a otro, revisando papeles, viendo que todo vaya bien en la empresa, reuniones fuera y dentro de la empresa, y solo utilizaba el celular de trabajo.
Tampoco había dejado de pensar en ellas antes de irse a dormir, algo que era tan extraño para ella, porque lo útlimo que pensaba antes de ir a dormir era en las viajes que había tenido con su padres, en los lugares que habían visitados y las sonrisas que siempre le sacaba.
A pesar de saber que Sana no trabajaba en la noche se estacionó para después bajar y entrar al local, pero se sorprendió al ver que la chica si estaba atendiendo a unos chicos.
.- Oh, buenas noches Señorita Zhou.
Tzuyu: Buenas noches, puede no llamarme así, ya sabes... no quiero que las personas se enteren que estoy aquí.- dijo sin dejar de mirar a Sana y acomodándose la gorra.
.- Ven por aquí, está su mesa libre.- dijo la chica llevándola a la mesa donde se sentaba cada vez que iba a desayunar ahí..
.- ¿Qué quiere para comer?.
Tzuyu: Solo deme un café.
.- ¿Nada más?
Tzuyu: No.
La chica se fue, la pelinegra se giró para ver a Sana; aún seguía hablando con esos chicos, había uno que le molestaba a Tzuyu y era el que estaba mirando a la castaña de arriba abajo sin pudor alguno.
Era inevitable no hacerlo pero él ya se estaba pasando, pasando la lengua por su labio y rozando la mano de Sana con las suya, el otro chico estaba de espalda así que no podía ver si estaba siendo igual de idiota que el otro.
Su pedido llegó y la chica se quedó parada con una sonrisa a lado de su mesa.
Tzuyu: Por favor te puedes retirar, es incómodo que alguien esté mirándote tanto tiempo.
.- Lo siento, es que nos gusta complacer a nuestros clientes y atenderlos rápidamente.
Tzuyu: Por eso ella está aún con esos chicos.- dijo señalando con un movimiento de cabeza hacia la castaña.
.- Bueno... es que ellos, son...
Tzuyu: Se quien son, ya los logré reconocer.- eran los hijos de un empresario con el cual tenía reunión la próxima semana.- Entonces, si es que no me equivoco, quiere decir que las personas como nosotros que somos dueños de una empresa o hijos de algún millonario, nos dan una atención más especial que otros, no porque tengamos más dinero significa que deben tratarnos como Dioses o alguien superiores a ustedes, porque no lo somos.
.- Nosotras solo hacemos lo que nuestro jefe nos ordena.
Tzuyu: Bien, dígale a su jefe que no quiero su trato especial, quiero que me traten igual que a las demás personas.
.- Ahora no se encuentra, fue hacer unas compras.
Tzuyu: Entonces se lo dice cuando regrese, ¿bien?
