Trabajo extra

12.5K 628 47
                                    

Ya había pasado una semana y yo había aprovechado el tiempo para visitar lugares turísticos cerca de la zona donde siempre he estado viviendo.

Le había hablado cada día a Edward para saber si ya le habían dado sus vacaciones pero ninguna de mis tantas llamadas obtuvo respuesta, siempre me mandaba al buzón de voz.

Lia tampoco había estado a mi lado, mi mejor amiga me había abandonado porque al parecer la empresa estaba abriendo nuevos canales de distribución a diferentes países y necesitaban aumentar la publicidad para poder vender los productos. Eso explicaba también el hecho de porque Edward no se había puesto en contacto conmigo.

La única persona con la que podía compartir tanto tiempo libre era mi hermana, pero honestamente no tenía ganas de lidiar con ella, no después de que al revisar su perfil en Instagram vi que ella era quien estaba usando el anillo que mi jefe me había mandado a dejar a mi casa la última vez.

Al parecer Yaz le caía tan bien al señor Breeger como para regalarle un modelo de anillo que él siempre le regalaba a sus antiguas amantes. Pensar en eso me seguía sacando de quicio como la primera vez que me di cuenta.

También en todo ese tiempo había hecho más cosas que sólo visitar sitios interesantes, me había puesto a estudiar floricultura para poder tener un jardincito dentro de casa.

Me estaba acostumbrando rápidamente a una vida de holgazanería que comenzaba a parecerme aterrador, no tardé mucho tiempo en ponerme a redactar un nuevo currículum para poder mandar correos electrónicos en otras empresas donde pudieran aprovechar mejor mi talento y mi servicio.

Uno de los primeros lugares donde decidí probar suerte fue una pequeña agencia de publicidad; era evidente que la paga no se iba a acercar a mi antiguo sueldo, pero por lo menos iba a tener un ingreso con el cual no moriría de hambre y podría pagar la renta del departamento.

Otro sitio había sido una universidad cercana, podría trabajar como personal administrativo o como asistente de dirección de no ser porque al parecer el director resultaba ser una especie de inmundo acosador.

Estaba de vuelta a mi departamento después de haber ido a dejar mi currículum, cuando pude ver a un hermoso ser parado frente a la puerta del departamento. Era Edward, había venido a verme.

ㅡ ¡Eddy!ㅡ grité en cuanto lo reconocíㅡ, pensé que te habías olvidado de mí, creí que tu trabajo era más importante que yo.

ㅡ Eso nunca va a suceder linda Sarahí, vine a ver que no hayas muerto de aburrimiento igual que yoㅡse quejó mientras se tambaleaba hacia adelante para recargar su peso sobre mi.

ㅡTienes suerte de encontrarme viva. Te he estado esperando, estaba a punto de ir a montarle una escena a tu jefe para que te dé tus vacaciones.

ㅡMe encantaría verlo. Últimamente está desesperado, lleva dos días durmiendo en su oficina y no sale ni siquiera para comer.

ㅡ¿Ya comenzaron los rumores?ㅡ pregunté divertida mientras abría la puerta para permitirle el paso a mi amigo.

Una vez dentro decidí picar una rebanada de sandía para ofrecerle a mi repentino invitado. Eddy no era del tipo de persona que comía saludable, pero el final del verano estaba llegando y la sandía era el único fruto que podría seguir fresco a estas alturas.

ㅡ¿No tienes algo más...animal?, podemos ir a comprar carne si quieresㅡme ofreció mientras jugueteaba con el tenedor tal y como lo haría un niño.

ㅡNo empieces, cómete la sandía y esta vez yo te invitaré a comer.

ㅡNo creo que pueda ir, no tengo tiempo libre gracias a tu querido jefe. Estamos trabajando como esclavos desde que se firmaron los acuerdos con una empresa Danesa.

¡Renuncio! a mi trabajo y a tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora