¡Renuncio! a mi trabajo y a ti

Capítulo extra: No es como lo esperaba

Sarahí estaba temblando, ella no podía creer que había conseguido ir a una entrevista de trabajo después de mandar su primer currículum por internet.

Al inicio no confiaba en esas páginas que buscan empleo para ti, pero ahora mismo podría hablar bien de ellas al comprobar los resultados.

—¡Sarahí, se te hace tarde! —gritó Yazmín mientras se servía un plato de cereal.

Había tenido la maravillosa idea de que se le pasara la hora para su entrevista, pero de esa forma su hermana no conseguiría el trabajo y nunca podría irse de la casa de sus padres.

—Gracias —murmuró Sara mientras salía de su habitación cepillándose el cabello.

Se suponía que iría maquillada y peinada pulcramente, pero como se le hacía tarde ya no le daría tiempo de plancharse el cabello.

—Iré a la parada del autobús, dile a mamá que le llamo en cuanto llegue a las oficinas donde me citaron —pidió la chica al tiempo que sujetaba su cabello en una cola bien amarrada.

Realmente lucía bien, pero ella no estaba satisfecha con su propio aspecto, ¿qué más podía hacer?, tendría que conformarse con lo que había logrado en diez minutos.

Al parecer la ruta que tomaba ya había pasado, pues no había nadie más esperando ahí. El transporte no pasaba y ella comenzaba a desesperar.

Observó nuevamente el reloj de pulsera para verificar cuanto tiempo le quedaba, sabía bien que saberlo no haría que el transporte se diera prisa, pero por lo menos podría echarle la culpa de su desgracia al tiempo.

Faltaban sólo diez minutos y ya no estaba tan positiva al respecto, el autobús continuaba sin pasar y ella solamente daba pequeños paseos en la parada porque no había otra forma de transportarse que no supusiera gastar en un taxi.

Edward acababa de salir de una reunión para los acrílicos que se pegarían en los centros comerciales donde se encontraban algunas de sus tiendas, estaba tan absorto procesando todo lo que le habían dicho que no se dio cuenta de la mujer que había bajado a la carretera para cruzarla.

Él frenó y su frente impactó contra las manos que sostenían con fuerza el volante. Tuvo que bajarse del auto para ayudar a la mujer que solamente se había quedado pasmada viendo el auto.

—¿Te encuentras bien?, lamento no haber respetado la señal...

Edward reaccionó y giró a ver el semáforo que claramente estaba cambiando de la luz verde a la amarilla. Eso solamente podía significar que ella fue la irresponsable.

—No fue tu culpa, yo estaba esperando el autobús y, como estaba nerviosa, me acerqué a la orilla para ver si lo distinguía a lo lejos...lamento entretenerte con mis justificaciones absurdas.

—No, aún así no debía manejar distraído. ¿A dónde vas con tanta prisa? —interrogó para cambiar de tema.

—Iba a una entrevista de trabajo aquí —señaló la dirección que tenía anotada en un papel.

—Que pequeño es el mundo, yo también voy para allá, ¿quieres que te lleve?

Sarahí desconfiaba de aquel atractivo sujeto por el simple hecho de ser bien parecido y tener un buen auto. Eso solamente podía significar que ese sujeto tenía un buen puesto en la empresa y probablemente eso jugaría en su contra durante la entrevista.

—¿Estás desconfiando de mi? —interrogó sintiéndose ofendido, nunca nadie se había negado a subir a su auto.

—Si. No te conozco lo suficiente como para subir al auto.