Solo eres tú

13.9K 756 90
                                    

Mis padres estaban felices de que pudiera pasar la noche en casa, decían que conmigo ahí era igual que en los viejos tiempos, eso no hacía más que provocar una sensación de añoranza. Ésta se incrementó una vez que vi que mi habitación había sido remodelada para pasar a formar parte del cuarto de Yaz.

ㅡ¿Tan rápido te has ocupado de deshacerte de mis cosas?, ahora entiendo por qué no encontraste mi ropa para llevarla al hospitalㅡle recriminé a mi hermana menor.

ㅡTe fuiste de casa, es ilógico pensar que las cosas iban a seguir aquí tal cual las dejaste, ¡debes estar loca! Esta discusión ni siquiera tiene sentido.

Y la verdad es que no lo tenía, pero era yo quien tenía ganas de discutir con alguien para sacar la frustración que se había quedado en mi interior después de que Matthew me diera aquel beso.

ㅡNo me interesa, no quiero dormir contigo.

ㅡNadie te está pidiendo que duermas aquí, eres tú quien decidió venir de la nada…

ㅡ¡Cállense las dos!ㅡ interrumpió mi mamá una vez que logró llegar hasta nosotras.

ㅡ¡Ella no quiere quedarse aquí porque ahora su habitación es mía!

ㅡMe voy al sillónㅡ decidí y tomé la sábana y una almohada que estaban ahí cerca.

Normalmente me quejaba de mi cama en el departamento, pero ahora me parecía como que todo este tiempo he estado durmiendo en una nube, no como en el sillón, eso parecía ser de piedra.

Me removía una y otra vez sin poder encontrar una postura para descansar tranquila, había lanzado y recogido la almohada un sinnúmero de veces y pasaba lo mismo con la sábana. Estaba tan intranquila que tomé mi teléfono celular y busqué en mis contactos a Lia para saber si ya estaba dormida.

El mensaje fue enviado y entregado pero ella nunca lo vio, fue eso lo que me desanimó y me obligó a concentrarme nuevamente en el sillón donde estaba acostada.

Estaba a nada de quedarme dormida por el cansancio y tal vez lo hubiese logrado, de no ser por el tono de mensaje que me alertó que alguien intentaba comunicarse conmigo.

"Buenas noches, ¿has podido dormir?"

Era el señor Breeger, por alguna razón quería saber de mí a mitad de la noche.

"¿Has intentado dormir en un viejo sillón? porque si dices que sí entonces sabrás lo incómodo que resulta acostarse en él"

E

nvié mi mensaje y tuve que esperar un par de minutos para que él respondiera:

"Lo siento mucho, ¿puedo ayudarte en algo para que puedas descansar tranquila?, por cierto, tenía la esperanza de que dijeras que por lo de hace un momento no podías dormir"

Para ser honestos no había pensado demasiado en aquel beso después de usar a mi hermana como terapia para desahogar mi frustración. 

Me había gustado el beso, sí, pero eso no significaba que pasara todo el tiempo pensando en él.

Marqué el número de mi jefe para mejor hablar con él, no tenía sentido mandar mensajes a mitad de la noche si bien podíamos hablar.

ㅡSara, ¿no quieres dormir?ㅡ preguntó en cuanto le marqué por teléfono

ㅡQuiero pero no puedo, no me acomodo a dormir en el sillónㅡme intenté acomodar pero entonces el sillón rechinó.ㅡSi no fuera por mi hermana, yo podría seguir durmiendo cómodamente en mi habitación.

¡Renuncio! a mi trabajo y a tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora