Dime...mi amor

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Regresar a casa con muchas bolsas llenas de frutas y verduras no era tan sencillo como lo recordaba, claro que siempre me acompañaba Eddy para realizar mis compras, pero incluso el recorrido era más pesado hacerlo a pie.

Introduje la comida al refrigerador y dejé un poco de fruta acomodada en un bowl de cristal que la hacía de frutero. Me gustaba poder picar algo dulce antes de ponerme a hacer mi trabajo en casa.

Estaba arreglando todo, cuando alguien tocó a mi puerta. Esa debía ser Lia, ya era la hora de su descanso y también la hora en que vendría a recogerme.

Abrí la puerta para dejarla pasar y ella entró rápidamente con el repiqueteo de sus tacones haciendo escándalo en todo mi departamento.

ㅡLinda Sarahí, tu carruaje te está esperandoㅡ comentó con una torpe reverencia y haciendo su voz un poco más grave para imitar el acento de Eddy.

ㅡ Estás lejos de parecerte a él.

ㅡSoy algo así como su versión afeminadaㅡ respondió rauda mientras daba una vuelta para que modelara su outfit.ㅡTengo una sonrisa encantadora, soy toda amabilidad y mi trasero está firme.

ㅡ¿Cómo sabes que su trasero está firme?ㅡ pregunté con la carcajada bailando sobre mis labios.

ㅡ Sólo un hombre con tanta seguridad en su trasero usaría los pantalones ajustados.

Ese comentario me hizo estallar a carcajadas hasta que recordé el cuerpo de Matthew a penas cubierto con una de mis toallas.

ㅡOye, ¿ya nos vamos?

ㅡEspera un minuto para que me cambie de zapatos y nos vamos.

Una vez en la carretera abrí el correo electrónico que la empresa me había mandado con la dirección de la entrevista, marqué la ubicación en el mapa del buscador y activé las indicaciones para llegar ahí.

Lia no dijo nada, parecía estar muy atenta al camino, así que decidí entretenerme con la vista que tenía a mi costado. Tal vez si Eddy viniera conmigo estaríamos haciendo juegos infantiles como veo veo, o nos burlaríamos de las personas extrañas que pasaran por ahí.

¿Qué sería de las vacaciones de Edward?, él había prometido que vendría a verme para perder el tiempo conmigo, pero al parecer no era la clase de persona que recuerda sus promesas.

ㅡYa llegamos, toma tus cosas y ve dentroㅡ ordenó mi amiga mientras se quitaba el cinturón de seguridad.

ㅡ¿Me veo bien?, ¿Crees que me he maquillado mal? ¡Estoy muy nerviosa!

ㅡ Sólo recuerda respirar, no derrames agua sobre nadie y responde basada en lo que sabes hacer. No te presiones.

Me quedé embobada observando a mi amiga mientras ella me tomaba por los hombros.

ㅡEres como mi madre, pero jovenㅡ murmuré agradecida por que ella viniera conmigo.

ㅡNo sé si sentirme alhagada por tu comentario, o tener miedo porque me llamaste mamá.

ㅡBueno, voy a formarme para la entrevista y enseguida salgo para darte las buenas nuevas. ¡Deséame suerte!ㅡ grité mientras me alejaba hacia el interior del pequeño edificio que parecía ser el sitio donde iba a trabajar.

El lugar parecía cómodo, todo era de menor tamaño que en mi antigua empresa pero parecía un buen sitio para volver a empezar de cero.

Los trabajadores me volteaban a ver como si jamás hubieran visto a alguien como yo. Algunas personas se atrevían a hacer comentarios entre ellos intentando que no los escuchara, pero eran tan descarados que ni siquiera disimulaban.

¡Renuncio! a mi trabajo y a tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora