La imágen perfecta

10.8K 554 124
                                    

Mi mente no podía procesar lo que acababa de suceder, me había besado la persona que parecía inalcanzable para mí.

Había soñado tantas veces con éste momento, y ahora había sucedido de una forma tan inesperada que mi cerebro parecía haber colapsado.

Las piernas me temblaban, amenazando con dejar de responder. Recargué la espalda sobre la puerta y me deslicé hacia el suelo para descansar sentada.

Y en esa posición abracé mis rodillas y descansé el rostro sobre mis brazos. ¿Por qué lo besé?, hubiese sido más fácil para mi mente el dejar que Matthew saliera de mis pensamientos antes de que Edward se instalara con toda comodidad.

Me levanté planeando ir a dormir para ya no pensar en ello cuando alguien tocó a mi puerta. Tuve que observar por la mirilla debido a la hora que era.

ㅡ¿Estás ahí Sarahí?ㅡ preguntó una voz familiar del otro lado de la puerta.

Matthew Breeger había viajado en plena madrugada hasta llegar a mi casa, ¿por qué debía de ponerme las cosas tan difíciles?, ¿no podía simplemente dejarme en paz?

ㅡUn momento, esperaㅡ respondí mientras intentaba acomodar mis pensamientos para no salir a enfrentarlo tan acelerada.

Al abrir la puerta pude verlo con todo el traje descolocado. La camisa estaba fajada a medias dentro del pantalón, sus mangas estaban desabrochadas, la corbata torcida y el cabello alborotado le daban un aire desgarbado.

ㅡ¿Qué te trae aquí tan tarde?...o temprano, depende de cómo lo veasㅡque patética, nuevamente comenzaba a intentar bromear con tonterías que realmente hacían poca gracia.

ㅡTe traje los regalos que encontraste en mi escritorio, me incomoda tenerlos ahí después de lo que pasóㅡ extendió ambas manos y me entregó las bolsas de papel que había estado sosteniendo.

ㅡCreo que fui muy clara al respecto, no quiero que me regales nada Matthew. Es más, ni siquiera sé si deseo seguir viéndote después de lo que me has hecho.

ㅡ¿Y qué se supone que te hice?, si se puede saberㅡ había subido su tono de voz, ahora sonaba un tanto agresivo.

ㅡMe lastimaste. Me besaste aquí mismo y dijiste que me amabas, después terminaste diciendo que estabas confundido y finalmente pasó todo el tema de Lyla.

ㅡ¿Si te das cuenta de que estás molesta porque estuviste celosa de ti misma?ㅡ interrogó con incredulidad.

Era consciente de que poniéndolo de esa forma sonaba bastante estúpido, pero para mí era algo humillante. Había investigado seriamente quién era Lyla y por qué yo no la conocía, había gastado tantas horas de mi vida en ella como para que al final resultara con que me estaba buscando a mi misma.

ㅡEso no es lo que pasó, yo no estuve celosa de nadie.

ㅡClaro que sí. Edward fue a hablar conmigo una gran cantidad de veces para preguntar si podía decirte quién era Lyla porque parecías querer saberlo lo más pronto posible.

ㅡ¿Y por qué nunca dejaste que me lo dijera?ㅡ pregunté mientras me hacía a un lado de la puerta para invitarlo a pasar.

ㅡPorque esperaba a que me preguntaras directamente, pero resultó que cuando nadie te pudo decir nada, entonces acudiste a mí como último recurso. Todo ese tiempo en el que pudimos haber avanzado en una relación tú fuiste quien se la pasó pensando en Lylaㅡ explicó mientras tomaba asiento en una de las dos sillas que formaban mi comedor.

ㅡA Edward eso no le importaㅡdije como si eso le diera explicación a todo.

ㅡ¡A Ed no le importa nada y tú lo sabes!, él fue capaz de besar a tu mejor amiga frente a ti. ¿Cómo puedes confiar en él?

¡Renuncio! a mi trabajo y a tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora