Con la puerta abierta

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Su mejilla estaba roja debido al impacto de mi mano, a eso y al hecho de que había visto gran parte de mi cuerpo. Yo también estaba roja por la vergüenza sufrida.

Cinco minutos después de aquel hecho, Matthew seguía insistiendo en que él no había visto nada. Obviamente no le creía, ¿cómo podría evitar verme en lencería?, técnicamente le estaba ofreciendo la oportunidad de su vida.

ㅡ Como por décima vez tengo que decirte que no vi nada de nada, así que apresúrate y déjame tocar tu maldito tobilloㅡ insistió ante mi negativa de dejar que siquiera me tocara.

ㅡ Ya te dije que no Matthew, no quiero que me ponga ni un dedo encima ningún pervertido como tú.

ㅡ¿Pervertido?

ㅡEso mismo dije.

ㅡ Está bien, sí, te vi. Pero déjame decirte que he visto a mejores mujeres con más curvas y que no se ponen así porque alguien las haya visto en ropa interior.

Esto es el colmo. Estaba diciendo que habían mujeres más dotadas que yo y eso era obvio, estaba haciendo alarde de que había visto a muchas mujeres en ropa interior que verme a mí no le causaba nada.

Pero peor aún era el hecho de que le daba igual humillarme con sus palabras siempre y cuando yo lo dejara revisarme mi maldito tobillo, como él lo había llamado.

ㅡ Me importa un comino a cuántas mujeres hayas visto, ¿es que no te importa lo que pienso o lo que siento?ㅡ reproche con la voz temblorosa debido a mí desaire y la impotencia de no poder reclamar por algo más.

ㅡ No empieces a decir tonterías Sarahíㅡ cierro los ojos y con su dedo pulgar e índice apretó el puente de su nariz, ese era el gesto que delataba que realmente se encontraba en una situación compleja o que por lo menos le costaba resolver.

ㅡ ¿No empiece que, mi amor?, también esa clase de cosas me ofende. Mi amor, el hecho de que me compares con otras mujeres en serio es doloroso.

Oh vaya, interpretar la mujer dolida me estaba saliendo de maravilla. ¡Cuidado Anne Hathaway porque tienes competencia!

ㅡ Hace un momento no tuviste reparo en volver a decirme Matthew, ¿por qué ahora me dices "mi amor"?

ㅡ Porque así me tratas mejor, porque es más fácil conseguir lo que quiero cuando te digo mi amor. ¿Me vas a revisar el tobillo, mi amor?

Él no dijo nada, solamente se hincó frente a mí y colocó mi pierna sobre un banquito que estaba dentro de la habitación. Masajeó el área que estaba visiblemente inflamada y palpó cada zona de mi tobillo.

ㅡParece que tus huesos están bien, creo que bastará con ponerle hielo a tu inflamación para ver si eso te permite recuperar la movilidad en el pieㅡ emitió como diagnóstico.

ㅡ El hecho de que seas tú quien me lo dice me hace desconfiar de eso, pero honestamente no quiero ir al médico.

No tenía ganas de pasármela acostada sobre una cama durante este pequeño viaje que al fin comenzaba a disfrutar. Tenía a mi familia allá afuera y a uno de mis amigos aquí dentro, no podía pedir nada más.

ㅡ Ayúdame a bajar por una bolsa de hieloㅡ solicité mientras yo estiraba los brazos para poder sujetarlo.

ㅡ Será mejor que no forces tu pie, espérame aquí y ya vuelvo con la bolsa.

Él salió de la habitación con mucha calma mientras echaba una mirada hacia atrás para verme por última vez antes de salir del cuarto.

Mientras él se iba, yo me quedé esperando pacientemente y aburrida porque no lograba encontrar mi teléfono. Al parecer se había salido de mi bolsa del pantalón cuando yo rodaba colina abajo.

¡Renuncio! a mi trabajo y a tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora