Capítulo veintiocho

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Mos días antes de la fiesta pasaron mucho más rápido debo que pensamos, demasiado rápido.

Aprovechando que el clima iba a estar medianamente cálido, decidimos con mis hermanas ir a ver los vestidos para mañana, si mañana es la fiesta y nosotras vamos a comprar los vestidos hoy.

Se nota que somos muy responsables.

"Que es lo que buscan ustedes" pregunta Madeleine mientras baja del tranvía.

"Tengo pensado algo rosa, que combine con el día por así decir, claro voy a buscar uno rosa claro y veo si me encuentro algún sombrero" empiezo a mirar las tiendas que están repartidas por toda la vereda.

"Pero no vas a resaltar nada" dice Raquel "y si ella usa un vestido claro, lo mejor es usar las mismas tonalidades claras para no desviar el centro de atención de ella" comenta mientras da unos pasos adelante de nosotras.

"Y que color tenes pensado Made?" Desaceleró mi paso para ir al lado de ella.

"Creo que un verde agua, probablemente el celeste lo escoje Raquel" dice mientras mira el collar que papá le regaló hace no más de un año, el cual comparte el color con el vestido que ella piensa.

"Ya lo vamos a ver, solo es cuestión de tiempo, aparte Al me contó que lo vio en un bar,  fue el mismo día que calló nieve" respondo mientras tomo una de las manos de mi hermana.

"De enserio" hay una pisca de felicidad en sus ojos "pensé que el no había encontrado un lugar para refugiarse, Dios está muy preocupada" susurra mientras se acomoda su pelo.

"Esta cerrado" dice Raquel mientras camina hacia nosotras.

"Que" pregunto mientras espero haber escuchado mal.

"Dice cerrado por luto" dice mientras se acomoda su sombrero "no sabía que había alguien enfermo o en sus últimas etepas de vida" se da vuelta para mirar al negocio con el cartel.

"No, no había nadie con esas características, pero nadie sabe de que se va a morir, esta puede ser una simple fiebre con gripe, un paro cardíaco o hasta asesinato, esas cosas casi siempre pasan de un momento a otro" suelta Made.

Espero que Al no tenga que ver con la muerte de algún familiar de esta boutique.

Pero ahora vamos al grano, no tenemos  un lugar en donde comprar un vestido y la fiesta es mañana, estamos en fuego ardiente.

"No hay por otro lugar alguna tienda" pregunta Raquel.

"Tiendas hay pero no sabemos los trabajos" responde Madeleine.

Okey, es momento de buscar en que lugar pude pasar y había alguna boutique.

Pasamos por el centro donde la más llamativa es esta, también esta la de los Thomson pero eso es mayormente topa masculina, esta la tienda de ropa Locos 20s pero ahí solo venden ropa ya prediseñada, y no tenemos ninguna máquina de coser aparte de nuestras manos, y no estamos a tiempo de ajustar o agrandar tres vestidos.

Alastor... el usa ropa muy elegante, demasiado elegante y la usa casi todos los días, y a simple vista se nota que esta confeccionada personalmente.

El sabrá algo.

"Vamos a buscar algún teléfono publico" agarro las mano de Madeleine "Alastor tiene ropa a su talla, el sabrá donde conseguir".

Para nuestra suelte encontramos un teléfono de alcancía no muy lejos.

"Tienen monedas?".

"Si, cuantas necesitas?" Pregunta Raquel sacando de su monedero varias monedas.

Y te sigo amando (Alastor x reader) PAUSADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora