Capítulo cuarenta y uno

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El viento helado vuela libremente por las calles de este hermosos vecindario, llevando con estas algunas hojas marrones que no se pudieron sacar con la llegada del otoño.

'Un hermoso paisaje de una hermosa historia' solía decir mi abuela cuando salíamos a las calles en busca de algún tipo de golosina, o simplemente a pasear por el lugar. Ella siempre lo decía, acompañado de que tenemos que disfrutar de estos momentos, de la calma que flota en estos momentos, ya que nadie sabe cuando nos lo van a sacar de las manos.

Mis pasos se escuchan levemente mientras camino por la vereda del lugar, hasta que me encuentro con una linda cafetería.

Sonara raro, pero nunca vi una de estas por estos lugares. Es más, esperaba encontrarme con un restaurante, no con esto, pero no me quejo.

Abro lentamente la puerta del lugar haciendo sonar la campanilla y siendo recibida por el ambiente cálido del lugar.

"Bienvenido a el CafeCrast!" saluda una chica de mi edad mientras se acerca a mi "le puedo servir en algo?"

"Una mesa para uno" digo mientras palpeo suavemente el bolsillo de mi saco confirmando que tengo mi dinero ahí... bueno, dinero de mi madre.

Ella alegremente me empieza a guiar por el lugar y hasta una linda mesa de dos sillas que da a una ventana con una bella vista.

"Ahora le traigo la carta" dice mientras se va.

Me saco el abrigo dejándolo contra mi asiento, para después apoyarme contra la mesa y mirar por la ventana como muy poca gente va y viene.

"Aquí tiene, llámame cuando tenga su pedido"  me deja una carta color beige sobre la mesa con algunas fotos y los nombres de las bebidas.

No me voy a emocionar al pedir todas las cosas que mi mente considera interesante...  porque por dios! todo suena riquísimo, pero tengo que mantener un límite de control, ahora no hay nadie más que me de el dinero.

Debería buscar un trabajo.

Así que pido un té de rosas y espero a que llegue mi pedido mientras miro por la ventana.

Ahora que me doy cuanta, no muchos autos andan por estas épocas.
Cuando el invierno no había llegado había más cantidad, pero ahora solo veo unos autos cada tanto, y muchas personas andando a pie.

Pasa poca gente, y esta al ser tan poco pues llama mi atención permitiendo que las mire con mayor detenimiento. Pero hay una persona que llamó demasiado mi atención.

Y no fue para bien, es alta... con un saco marrón que cubre gran parte de su cara y cuerpo... pero esos cabellos rubios por más que quiera nunca los voy a olvidar.

Creo que es James... pero que hace acá, es más desde que me enteré lo de el bebé nunca más hable de él... y eso pasó hace años, que mierda estará haciendo por acá o que buscara por acá.

O simplemente tiene que hacer cosas de trabajo como Alfred. O mejor aún, es una simple persona que mi mente trata de relacionar con mi ex.

Por dios pensé que lo había olvidado...

Dentro de mi cuando vuelve su recuerdo, reviven nuevos sentimientos de los cuales no estoy orgullosa, estos son la rabia, vergüenza, desconfianza entre muchos otros, es más desde el nunca más confíe en los hombres.

Me sorprende que Al sea la gran diferencia.

"Acá esta su té de rosas, y por cortesía del lugar le entregamos algunas galletitas para acompañarlo" dice alegremente mientras deposita una tacita en un platito junto a unas galletitas.

Y te sigo amando (Alastor x reader) PAUSADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora