Capitulo treinta y seis

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No me he muerto... soy consiente de eso cuando apenas puedo abrir los ojos y al sentir horrible dolor que me corre por todo el cuerpo. Como si me hubiera chocado un tren de carga.

A menos que esté dolor sea la representación del infierno, como en muchos versículos de la Biblia nombra, este sería mi sufrimiento eterno que tendré que cargar para siempre.

O solo es uno de los tantos efectos que harán mi muerte tan dolorosa se tarde más.

No lo sé... tampoco que me importe a estas alturas, pero estoy acá viva, respirando a muy duras penas, pero viva. Si esta no es una señal que grita a todo pulmón 'nena ponte de pie' pues no se con que más lo podría relacionar... bueno si también sería con un 'nena mira lo que te hicieron y todo es tu culpa' pero ese queda silenciado por el primero, que repite esas palabras a todo pulmón en mi mente.

Abro los ojos y veo en donde estoy tratando de hacerlo rápido ya que cada vez que cierro los ojos provoca un dolor infernal. Me sorprenden que aún pueda ver algo.

Estoy tirada en el piso de mi cuarto, al frente mío esta la puerta del baño, junto a la mini puerta que conecta el cuarto de mis hermana con el mío, pero  esa puerta está bloqueada con una silla.
No sé si es para bien o mal, pero  estoy aliviada que mis hermana no me vieran en el estado que estoy, es más tengo miedo de hasta verme yo misma.

Empujo para atrás mi cabeza para ser recibida por la pata de la cama, provocando de el dolor de cabeza se vuelva un poco más fuerte.

Okey eso es bueno, puedo usar la cama como un punto de soporte y levantarme.

Y eso hago, lo logré por poco gracias a que cada movimiento que hacia dolia mucho, logrando una acción que normalmente dura 10 o 20 segundos me cueste casi un minuto. Agregando que no quiero hacer ningún sonido para que nadie sepa que me desperté.

Ya sentada contra la cama me tomo un momento para tomar aire y mirar el reloj.

"Las 09:40 am" susurro.

Osea estuve toda la noche tirada en esa posición, eso podría dar un poco de sentido, solo un poco, a que el dolor es un poco más fuerte.... bue lo digo como si ya me lo hubiera hecho.

No lo pienso dos veces y ya estoy parada, dolida pero parada. Me dirijo hacia varios de los muebles para así evitar caerme o que si me caigo que no duela más de lo que estoy sintiendo ahora. Todo esto para poder llegar al baño y ver mis heridas.

La puerta de este está abierta, así que solo enciendo la luz y poco a poco voy asomando me al espejo, y cuando estoy frente a este... solo puedo decir que sentí como el aire abandono mis pulmones en un segundo.

Tengo un ojo morado, las mejillas están entre un color rojo con morado en el centro, tengo el labio partido, así que me meto un dedo en la boca y me fijo que todos mis dientes estén bien y que ninguno este flojo (fue un tip que me dio Anthony, nunca crei que lo usaría pero acá estoy con los dedos en la boca) pero por suerte todos están en su lugar, después veo mi nariz la cual tiene una leve línea de sangre seca debajo de esta, me la agarro y la muevo para varios sentidos, tratando ver que no tenga partido en tabique (cosa que por suerte estaba bien)

Cuando papá.... o mejor dicho Alfred, me estaba golpeando nunca pensé que serían tan graves estos golpes... es más no dolieron tanto como ahora.

Miro para mi cuarto viéndolo todo desordenado, pero en eso llega el recuerdo de cuando papá me lanza contra la silla.

Mi cuerpo... como mierda va a estar mi cuerpo.

Me saco los botones y me tiro la camisa para abajo quitándole importancia a las mangas.

Y te sigo amando (Alastor x reader) PAUSADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora