El maestro del Muelle de Loto (Hiatus Indefinido)

Capítulo 19: Lo que el destino nos depara

"Conocer" a su destinado, por supuesto era un hecho impactante. Aunque aparentó calma ante el joven Lan, sus pasos se habían acelerado ni bien salió de su campo de visión. No fue a buscar a su gente como se lo había dicho a Lan Jingyi, sino que huyó a su habitación de inmediato. Bebió un poco de agua y se concentró en guardar la calma. Finalmente obtuvo paz para poner sus pensamientos en orden.

Antes del castigo que Lan Jingyi sufrió por zidian había visto al mocoso junto a su hermano Lan Sizhui de lejos. Había manipulado algunas circunstancias poniéndolos en peligro para que todo saliera a su favor. Jamás se le había pasado por la cabeza que resultase ser su alfa destinado.

Por supuesto, nunca lo sintió porque el mocoso era un crío que aún no había pasado una época de calor. Para Huaisang, lo único que importaba de aquel mocoso fue que era querido por Wei Ying y el segundo jade. Jamás llamó mínimamente su atención más allá de eso; luego resultó ser uno de los críos calenturientos que deseaba al sobrino de su prometido. Desde que lo vio siendo castigado se había cegado así mismo para no sentir nada más. Y hace unos instantes casi había sido descubierto por el mocoso.

De repente, comenzó a reír hasta que las lágrimas comenzaron a caer. ¿Acaso realmente estaba pagando por lo que hizo? ¿Qué clase de karma era ese? ¿Por qué le habían dado un alfa que era menor a él por tantísimos años? ¡Literalmente, podía ser su hijo! SI se hubiera casado cuando debió, tendría un cachorro de la misma edad. Era una situación patética y vergonzosa.

"¿Qué sentido tiene encontrar a mi alfa destino ahora?"

Desde que supo de la muerte de su hermano, tuvo esa pequeña esperanza de que un alfa fuerte, poderoso llegase a él para protegerlo y ayudarle a combatir a JinGuangYao. Por supuesto ese tipo de sucesos solo ocurrían en sus novelas favoritas o simplemente no le sucedía a él. No era como Wei Ying que su alfa destino resultó ser un gran alfa poderoso que le amaba más allá de la muerte y la moral. Ese tipo de suerte no la tenían los simples mortales.

Así que tuvo que pelear solo, reponerse, crear una máscara y enfrentarse a JinGuangYao, buscar su justicia propia. Junto con ello resultó que Wei ying y LanWanji terminasen juntos y que este pudiera tener la oportunidad de acercarse a su hermano. ¿Acaso no merecía obtener algo a cambio? Solo deseaba traer estabilidad a su hogar a través de Jiang Cheng. Además de un poco de justicia contra Xichen. No planearía su muerte o algo similar, pero sí quedarse con su omega destino. Después de todo, a su parecer, era también su culpa el perderlo. Si ambos hubieran estado juntos, JinGuanYao no hubiera tenido el mismo respaldo y quizás su hermano estaría vivo. Si tan solo Jiang Cheng y Xichen hubieran sido pareja, Xichen hubiera dejado de lado a su hermano menor; al menos no hubiera sido tan confiado y con ello arrastrar a Nie Mingjue a la desgracia. Huaisang deseaba cobrársela.

Su mente divagó hacia aquel niñato, buscando algo útil. Ni siquiera era poderoso, tenía potencial, era de sangre Lan, pero estaba muy lejos de poder ofrecerle la secta a sus pies. Lan Sizhui heredaría la seta y si no lo hacía él, sería Lan Yu. Así que no era especialmente talentoso ni fuerte; tampoco era inusualmente rico ni tenía ambiciones interesantes. Era solo un crío en crecimiento con problemas de amor no correspondido que adoraba a su hermano de cultivo. Además, si alejaba el instinto, realmente no sentía atracción hacia él.

Era cierto que un alfa y omega destinos estaban enlazados de forma invisible, sus caminos probablemente se cruzarían y ambos sentirían un llamado especial a través de sus corazones. Pero nada estaba dicho, ese lazo se reforzaría con los sentimientos que ambos desarrollasen, entonces el amor sería indestructible y se formaría esa conexión tan poderosa que serían un ser dividido en dos. Huaisang no estaba interesado en tener eso, lo había descartado hace tantos años. Así pues, se concentró en cumplir sus objetivos, cerró la posibilidad y se decidió a no dejar que el mocoso descubriera que eran destinados.