El maestro del Muelle de Loto (Hiatus Indefinido)

Capítulo 3: Desasosiego de amor

Durante los años posteriores a la educación de Jiang Cheng en el "Receso de las Nubes", ellos no habían cruzado sus caminos. El omega nunca sociabilizaba con otras personas fuera de su clan. En las competencias, siempre estaba cerca de su propia gente, saludándole a la distancia con propiedad.

¿Lo sabría? ¿Le tomaría la importancia debida? Luego todo sucedió tan rápido. Había supuesto que tendría que hacer su movimiento en algún momento si quería evitar que el joven fuera comprometido con alguien a gusto de sus padres, tal como su hermana. Los problemas que ocurrieron fueron muy diferentes a los que ingenuamente creyó.

Lo que sucedió en Muelle de Loto había sido una lección dura para el mundo de la cultivación. Cuando ocurrió tal tragedia, él estuvo vagando por diversas regiones, escondiendo todo lo valioso que su secta se encargaba de proteger desde hace generaciones. Muchos de esos libros contenían técnicas ancestrales, incluso prohibidas que si cayesen en manos de la secta Wen traería solo desgracias.

Desde que atacaron su hogar, solo se había enterado de una tragedia tras otra. Primero, la muerte de su padre, luego el ataque a Yummeng, la desaparición de los juveniles herederos de Muelle de Loto, la caída de secta tras secta en manos de Wen Ruohan.

Pensar en que dificultades el omega heredero estaría pasando sacudió sus intenciones. Deseó buscarlo para protegerlo. Sin embargo, no era libre. Como hijo mayor, al regreso a Gusu le esperaba el liderazgo de su secta. Confiaba en su tío para ocuparse de esta por el momento. Escuchó también la búsqueda incansable de su hermanito sobre los omegas de Yummeng, sobre todo del joven maestro Wei. Decidió confiar en que su hermano encontraría a los tres y les protegería.

Él debía de asegurarse de encontrar personas que tuvieran el valor de seguir peleando por la libertad y justicia. El camino hacia donde el mundo se dirigía era inevitable. Y debía de regresar preparado.

Había conversado y confirmado la lealtad de varios amigos lejanos. De otros, que al ver la tragedia del clan Jiang, creyeron que no era posible huir de las garras del clan Wen, tarde o temprano buscaría absorber a todos los clanes de cultivación posibles.

Cuando volvió, se topó con una imagen del omega muy diferente a la que recordaba. Todos habían cambiado, madurado, inclusive él mismo. Pero el omega de Yummeng había perdido toda calidez en su mirada; solo el vacío, la furia alimentaban su alma. Casi podía ver la electricidad recorrerlo constantemente.

Tuvo que detenerlo cuando se confrontó a los otros líderes de secta. Estaba angustiado de él, de ver como se consumía por el hambre de venganza. La delgada línea entre venganza y justicia era casi transparente. Pero si deseaban la colaboración de los otros, se debía de ser firme pero no histérico, sonar racional.

Agradeció la fuerza del líder de secta Nie, su amigo cercano de infancia. Tenía mucho que aprender de su experiencia ya que era él quien fue líder desde joven. Para Lan Xichen iba a ser todo un reto enfrentarse al liderazgo de su secta, pero estaba comprometido a brindar todo su esfuerzo por el bien de ellos.

Aquella tarde se acercó a Jiang Cheng. Cuando lo guío hacia los otros líderes no habían hablado, solo intercambiaron frases sobre la situación. Como alfa, sentía la necesidad de consolarlo, calmarlo y brindarle calidez. Era una sensación tan extraña, instintiva, poco racional. Constantemente ese instinto le declaraba que era su pareja destinada a pesar del poco tiempo que habían pasado juntos, por lo cual debía de ocuparse de él.

—Joven líder de secta Jiang, GusuLan se compromete a mantener a su joven hermana protegida. Y, ayudar a levantar las fuerzas de su secta.

El joven líder estaba decidido en nuevamente traer la gloria a su clan. Iba a rebuscar tras los origines de todos los muertos para hallar descendientes aquí y allá. Y, entre todos los que deseaban convertirse en cultivadores, reclutaría a nuevos a su causa.