El maestro del Muelle de Loto (Hiatus Indefinido)

Capítulo 13: Sentimientos verdaderos

Era feliz con su alfa destinado. Se habían entregado mutuamente una vez y tuvo que cuidar que su hermano no notase el aroma de su alfa encima. Sin embargo, se sentía temeroso. Era diferente cometer travesuras en Gusu junto al hermano Wei Ying que haber entregado su virginidad antes del matrimonio. Eso era irremediable. No se arrepentía, pero deseaba casarse con la persona que amaba pronto.

Así que se lo hizo saber a su alfa, y este le afirmó su intención de casarse también. Sin embargo, le temía a su hermano. Era entendible. Y le hizo una sugerencia que no pudo aceptar: dejarse marcar para que su hermano no tuviera más opción que casarlos.

—¿No? —Le dijo. —¿Acaso no me amas?

—Lo hago, pero morderme...lo harás cuando nos casemos. ¿Si? Por favor, habla con mi hermano.

Él también temía a su hermano, pero estaba seguro que su amado podría demostrar que era el indicado. Además, estaba destinados, su hermano no tenía por qué oponerse.

Sin esperarlo, el otro le comenzó a besar. Le correspondió, pero no estaba conforme con lo que hacía, pues parecía querer simplemente callarlo.

—Espera...

—Sabes que no puedo esperar cuando se trata de ti. —Le susurró en el oído haciendo que su cuerpo se estremeciera.

Y aunque respondía a sus caricias. Algo dentro suyo gritó en alarma. El alfa le puso vientre abajo.

—¿Qué haces?

—Amor mío, es necesario que te muerda. Sino, tu hermano jamás nos permitirá casarnos.

—¿Qué? No, no quiero. Ya te dije que no quiero que me muerdas aún.

De inmediato puso su mano en su cuello, protegiéndolo. Y entonces sintió un gruñido agresivo provenir del otro u temió. Aun así, no retiró la mano de su cuello

—¡Quítala! Huaisang, no quiero lastimarte, pero debo morderte ahora.

Y el otro comenzó a sacudirlo y hacer fuerza para quitársela. Entonces sintió terror. De pronto el aroma del alfa no le supo agradable, sino temible. La desesperación y el miedo se disparó. Ese no era el alfa comprensivo y paciente que se había presentado ante él.

—¿Por qué haces esto? ¿Acaso no me amas?

El alfa exasperado gruñó intentando imponerse. Había estado tan cerca de obtener lo que deseaba.

—Huisang, quien podría amarte. Lo único meritorio en ti es ser el hermano del líder.

Aquello le rompió el corazón y estuvo a punto de liberar su cuello al perder fuerza. Sin embargo, su parte omega comenzó a incentivarle a escapar.

—Tú no eres mi alfa destino ¡Me mentiste! Mi alfa destino no me trataría así.

Había leído en muchas historias que el alfa destino daría su vida por su omega. Que no habría nada que este no hiciera para cuidar de él.

—Tonterías ¿Quién cree en eso?

Ese era su verdadero rostro, alguien capaz de fingir ser algo que no era tan a la perfección solo para poder escalar dentro de la secta fácilmente.

Huaisang intensó liberarse, pero el otro le sujeto de los cabellos. Su aroma comenzó a salir a raudales pidiendo ayuda. El otro cubrió su boca, pero él le mordió.

—¡Hermano!

Le llamó una y otra vez. Estaba en una zona alejada de la secta, pero quizás alguien podría escucharlos. Y entonces las puertas fueron abiertas. El alfa le sujetó del cuello y le retuvo.