El maestro del Muelle de Loto (Hiatus Indefinido)

Capitulo 14: Arrepentimiento y nuevos caminos

Había pasado muy poco desde que Wei Ying había decidido abandonarlo. Su comprensión era limitada. Entendía el trasfondo de todo aquello, pero se sentía impotente para no hacer nada ¿Cómo es que su hermano había terminado yéndose lejos de él si prometieron estar juntos hasta el final? ¿Por qué debían de ser blanco de todos? ¿Por qué Wei Ying no estaba a su lado? ¿Por qué no podía protegerlo?

En medio de esa tensión, un tímido subordinado se acercó para anunciarle que el maestro Lan había llegado. Nuevamente sobre él. Intentaba sosegarse pensando en que trataba con un líder que era mayor y de nombre más alabado que el suyo propio, pero un cúmulo de sensaciones que se tenía prohibido le atacaban constantemente. Su hermana era una omega convencional, había sido crida para dirigir una casa como una dama, pero él había sido criado para ser líder por su madre. Así que no sabía cómo lidiar con los instintos que despertaba aquel alfa. No deseaba sentirse necesitado ni débil, sobre todo porque necesitaba ser más fuerte que nunca.

Nuevamente había tomado valor para visitarlo. Casi siempre era recibido, pues ostentaba un importante título. Su tío le cuestionó adonde se dirigía. Debido a su edad, debió confesarlo. Pudo ver preocupación en su mirada. Ambos sabían que Wanji continuaba persiguiendo al joven Wei aun con el camino errado que había tomado. Su tío deseaba que ambos se alejasen de todo lo relacionado al joven, incluso el líder de Lotus Pier.

Fue recibido y se acercó al líder, este apenas podía contenerse. Sintió en él tanto sentimientos negativos que temía porque su energía se saliera de control. Le gustaría tocar para él y lograr regular su energía.

—Maestro Lan ¿Qué desea por estos alrededores tan lejanos? Wei Ying ya no pertenece más a Muelle de Loto. Así que su suerte no me compete, si quieren arrestarlo esta allá en Yilling.

Xichen se sintió nuevamente rechazado. No hacía falta escucharlo en palabras, su mirada, su aroma y su porte le desafiaban y rechazaban al completo. Aun así, continuaba preocupado por él. ¿Cómo acercarse? ¿Cómo hacer que liberara todo lo que sentía junto a él? No habían compartido mucho tiempo juntos, apenas algunos intercambios que no le permitían saber cómo hacerlo feliz. Ese pequeño primer beso parecía parte de un sueño que de la realidad. Era frustrante como alfa no saber cómo proteger a su omega destinado.

—Jiang Cheng...

—Nosotros no tenemos esa confianza. —Le replicó al sentir como temblaba ante su nombre siendo pronunciado por esa suave voz.

El joven alfa se mordió levemente el labio inferior, pero aun así esbozó su usual sonrisa conciliadora. A esas alturas estaba confundido. Parecía que estar a su lado, en vez de ayudarle solo le alteraba más. Se preguntó si lo mejor era alejarse, pero temía que estuviera solo. El joven líder Jiang cada vez se alejaba de sus seres queridos. No deseaba alejarse de él, ¿cómo proceder para que su presencia fuese tolerada?

—Yo solo vine porque pensé que necesitarías compañía por todo lo que ha sucedido.

El cuerpo del omega se tensó aún más. Su energía espiritual se alteró notablemente. Y es que sintió que era subestimado.

—No necesito su ayuda. —Replicó de inmediato. — ¿Cree que no puedo lidiar con esta?

Xichen no tuvo tiempo de responder. No había querido ofenderlo. Solo mostrarle que no tenía que lidiar con todo solo.

— Todos ustedes, líderes de secta, piensan que no puedo ser líder. Lo sé. Que Wei Ying me subestima y me dejó de lado. Que ni siquiera puedo controlarlo. ¿A qué vienes? ¿a consolar a un frágil omega? No necesito consuelo de nadie.

Jiang Cheng había cambiado tanto desde que se volvió líder y le saludo pidiéndole ser su guía. No sabía qué decir. Aquello era cierto: El menor era subestimado por los demás líderes de secta. Pero él no lo hacía. O consideraba poderoso y aplicado desde que era un niño estudiando en Gusu. Solo que le dolía verlo solo.