Capítulo 17: Soñando un futuro a tu lado

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A partir de ese momento, nada debía salir mal, sus sentimientos debían de llegar a su pareja destino. Xichen se había apresurado en llegar al lugar de encuentro, mandó con anticipación a unos subordinados para separar el hospedaje tanto para la secta Lan como Jiang. Pronto, arribaron al hospedaje y permitió a sus subordinados relajarse, descansar, comer y asearse durante las últimas horas que le quedaban en la tarde. Por su parte, su espíritu se sentía agitado, a la expectativa de volver a tener a Jiang Cheng a su lado. Le añoraba, su presencia, su aroma, sus gestos, su totalidad completa.

Cuando Jiang Cheng llegó al hospedaje pudo sentir su presencia. Su distinguible aroma a flores de loto se hizo cada vez más fuerte, deseando tenerlo nuevamente en sus brazos. Por eso, en cuanto el omega cruzó la habitación, lo arrastró hacia su cuerpo y besó sus labios con necesidad. Lo extrañaba tanto y la respuesta del omega le confirmó que también había sido añorado. En su mente retumbó la idea de que no importaba si continuaba siendo el líder de su secta o no, solo deseaba estar al lado de Jiang Cheng lo que le quedase de vida. En ese momento de su vida ¿acaso no era momento de vivir un poco más para sí mismo y para la persona que amaba?

Le sorprendió agradablemente que Jiang Cheng respondiera a su coqueteo e incluso que se atreviese a seducirlo. Y estaba tan dispuesto a dejarse llevar por la pasión y cancelar la cacería de esa noche. Aun con todo el intercambio, no pudo concretar sus pecaminosos deseos, pues Jiang Cheng le aturdió con una pregunta que no pudo evadir.

—¿Es cierto que te han presionado para que dejes el liderazgo de tu secta?

El alfa giró la mirada un tanto incómodo, no deseaba que Jiang Cheng se preocupara por eso, pero no podía mentir. Se preparó para o que acontecería.

—Sí. —Respondió finalmente.

—¡¿Cómo se atreven?!—Gritó encolerizado el omega, poniéndose de pie.

Xichen solo suspiró, intentando que la calma no se le acabase a é también. Sabía muy bien que su omega no lo tomaría con tranquilidad. Sentía su disgusto, su indignación; lo cual le conmovía porque era a causa él como si ambos ya fueran pareja formal.

— Esos viejos resultan igual de fastidiosos que los de la secta Jin. No entiendo para que deben tener un consejo de ancianos, solo fastidian la existencia. —Exclamó el omega.

La secta Jiang era gobernado por el líder y no habían tenido un consejo desde hace tantísimos años. El primer líder Jiang había sido un aventurero, así que era muy entendible que sucediera aquello. Nunca habían sido una secta numerosa, pero siempre habían demostrado porque eran una de las grandes sectas.

El alfa se acercó a su pareja mientras su aroma intentaba calmarlo. Al principio le sintió reticente, pero pronto sintió una débil respuesta favorable. Le invitó a sentarse, este, aun con el ceño fruncido, se dejó guiar al mueble. Lo acomodó nuevamente sobre sus piernas, el omega solo le llamó "descarado", pero terminó acomodándose encima con familiaridad. Era un buen comienzo para tratar un tema que podía resultar complejo.

—Jiang Cheng, no es así. —Le explicó con un tono suave. — Solo efectúan su deber, yo no he cumplido correctamente con mis funciones como líder. Nunca me negaron mi derecho; de hecho, me apoyaron en los inicios, pero solo he traído problemas y vergüenzas. Es natural que lo hagan. Mi situación es completamente diferente a la del joven maestro Jin.

—Ni me lo recuerdes. Sigo preocupado por ese mocoso.

Le otorgó un pequeño beso en su frente. El menor estaba reaccionando mejor de lo que esperaba, pero algunas dudas surgieron al respecto.

—¿Cómo lo supiste, Jiang Cheng? Nadie además del consejo, mi tío y yo lo sabemos. Mi hermano y su consorte siguen pensando que solo si...bueno si abandono la vida mundana dejaría a cargo a Wanji hasta que mi sobrino sea apto.

El maestro del Muelle de Loto (Hiatus Indefinido) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora