El maestro del Muelle de Loto (Hiatus Indefinido)

Capítulo 22: Compromiso

Su cuerpo temblaba levemente. Estaba seguro que el joven no podía notarlo. Se dio cuenta que su aroma era demasiado fuerte, así que rápidamente intentó controlarlo para que Jingyi no se diera cuenta del lazo invisible que los unía. Tragaba seco una y otra vez nervioso de aquel encuentro ¿Cómo no se percató? Realmente estaba demasiado abstraído en el dolor.

—Lo siento, fui impropio. —Se inclinó el joven. —Lo vi y tenía un aspecto algo... como decirlo...

No le agradaba la mirada que el alfa le dirigía. ¿Realmente daba tanta lástima? Incluso su alfa destino solo podía dirigirle una mirada llena de ese sentimiento lamentable. ¿Qué imagen tenía sobre él aquel muchacho? De un líder que sobrevivía gracias a la ayuda del maestro Lan o quizás, de alguien calculador y frío.

—¿Lamentable? Joven amo Lan, no está siendo cortés. —Se quejó con voz arisca.

—¡Lo siento! ¿Desearía que llame a Zewu-jun o Hanguang-jun para que toquen "claridad" para usted?

El omega apretó los labios en cuanto escuchó aquellos nombres. A quienes menos deseaba ver era a cualquiera de esas dos parejas, pavoneando su amor. Tampoco deseaba ser testigo del lazo de hermanos de Wei Ying y Jiang Cheng restablecido. ¿Y qué tenía él? Nada ni nadie. Observó al muchacho, era su alfa destino. ¿Y si se convertía en su premio consuelo?

—¿Por qué no lo tocas tú entonces? —Replicó sin pensarlo.

El muchacho se inclinó con respeto.

—Mis disculpas, yo no sé tocar claridad correctamente. —Indicó avergonzado.

El líder Nie rodó los ojos. Realmente tenía un alfa inútil. No era capaz de tocar algo tan común entre la alta clase de los Lan.

—Lan Sizhui sí sabe tocarlo. —Comentó intentando picar al joven.

—Sí. Sizhui toca perfecto claridad y pasificación, además de otras canciones complejas.

Huasang notó que no surtía efecto en el joven despertar envidia por su hermano de cultivo. Habló de él lleno de orgullo y ánimo.

—Siempre me pregunto, ¿de verdad usted controla su aroma? —Comentó Jingyi.

—Lo es. Soy un líder omega, no es tan fácil como parece.

Emitió una queja sin poder controlar. ¿acaso estaba buscando consuelo? ¿ser halagado? Inesperadamente el muchacho se sentó a su lado. Se sintió tenso, sin saber qué hacer, su corazón se aceleró. La sonrisa de aquel chico era bastante dulce, sus ojos brillaban con fuerza e inocencia.

—¿Cómo lo hace? ¿Usa la meditación? —Preguntó el joven sin ocultar su curiosidad. — Es decir, nosotros también podemos controlarlo, pero de esa manera... waoo... debió ser un gran estudiante aquí.

"Gran estudiante" "Estoy seguro que el gran maestro Lan no opinaría eso", pensó recordando sus años de jugueteos en Receso de las Nubes, inevitablemente recordó a su hermano mayor regañándolo. En ese tiempo no se dio cuenta que su hermano solo se preocupaba por él, la vida no era fácil, solo que nunca imaginó que el poderoso hermano mayor que tenía pudiera ser vencido. Levantó su mirada hacia el joven, deseando tener a alguien que lo escuchase. ¿Realmente tenía sentido que aquel chico fuera su destinado? Quizás, había un motivo para que lo fuera, ¿una última oportunidad?

—No es meditación. —Habló con una voz más suave. — Mi aroma es demasiado bajo, no soy un omega territorial como tu maestro Wei o mi ...—Se cortó por un instante. —...mi prometido.

—Vaya, eso debe venir genial en las cacerías...—Comentó animado el menor.

Su mirada no podía apartarse del alfa. Realmente el destino le había dado un alfa muy inocente, todo lo opuesto a lo que él se había convertido. Si Jingyi hubiese aparecido cuando era un adolescente...quizás.