Capitulo 4
Kevin habían tenido días muy tranquilos y lo mejor era, que no había tenido que cruzarse de nuevo con aquella castaña que casi lo hace ser expulsado de su beca en la universidad.
Ahora mismo se encontraba haciendo de las compras necesarias para el hogar metiendo desde frituras hasta papel higiénico.
-Hey, Kevin -alguien vestido con el uniforme de la tienda lo llamó desde uno de los pasillos.
-Sebas -Dijo Kevin algo cansado como saludo y el pelinegro se acercó rápido a él pasando su mano por encima de el hombro de nuestros ojos azules.
Sebastián era el único amigo que tenía Kevin. El único ser que luego del trágico accidente de la familia de Demon había estado para el. Y aunque Kevin no lo demostraba mucho, se sentía super agradecido con él. Aunque a veces o casi siempre era un amargado.
Además de ser amigos estos dos trabajaban juntos en turnos nocturnos como cajero en una tienda, mesero en un restaurante o incluso vendedor en una de los MacDonalds de la ciudad.
-A mí también me agrada verte, no debes lucir tan emocionado -soltó Sebastián ante la cara poco llena de emoción de Demon.
-No soporto los abrazos.
-Los adoras -el pelinegro de ojos cafés sonrió y quitó su brazo -¿Ya compraste todo?
-Si, ya iba a pagar.
-Bien, así te acompaño.
-¿Ya terminó tu turno?
-Si.
-Ok, vamos -Diciendo esto el de ojos cafés siguió a los ojos azules hasta la caja de la tienda.
Minutos después ambos salieron de ahí Kevin cargaba las bolsas del supermercado.
-Entonces será noche de cervezas y sin dolores de cabeza.
-No pienso beber, Sebas -Ambos iban conversando, pasando cerca de varios callejones.
-En serio, mira que eres amargando...
-Cállate -Kevin se paró en seco
-Oye, no te enojes, solo brome... -Kevin rápido le tapo la boca.
-Has silencio...
Ambos se quedaron en silencio, Sebas no entendía nada hasta que sintió un grito.
-¡No me toquen!
Se sintió con eco así que ambos miraron. Ellos sabían que se trataba de una chica por el tono de voz. Pero Kevin creía saber de quién se trataba ya que esa voz se le volvió un fastidio hace unos días.
-¡Ayuda!
Sin embargo solo pudo observar unas sombras que se reflejaban en la pared de ladrillos, entre el basurero y la puerta de un almacén.
-Sostén esto -Dijo Kevin y le dio las bolsas a su amigo quien rápido lo miró
-Hey, es peligroso.
-Peligroso es lo que le harán a esa chica si nadie los detiene.
Y con esas palabras se adentró en el callejón.
-¡No me toquen! -Gritó Angélica de forma rápida pero algo la paralizó; El hombre que estaba frente a ella la golpeó tirándola al suelo. Ella atónita cayó sobre sus manos. Sus piernas empezaron a temblar de miedo.
Kevin que se escondía tras una pared la vio y sus ojos se llenaron de rabia.
-Aquí quien manda soy yo, y más te vale obedecerme si no quieres terminar peor -El hombre que la golpeó la agarró del cabello y la levantó haciendo que ella lo mirara, tenía sangre en la nariz -Mírala, qué bonita y obediente.
-No me toques... -Repitió Angélica algo débil pero este no le prestó atención.
Kevin apretó sus puños y caminó a la oscuridad.
-Vamos a ver si te ves igual de bonita sin tanta ropa -El hombre empezó a meter su mano entre las piernas de la castaña que solo podía llorar y temblar del miedo.
-¡No por favor, no! -Los ojos de Angélica se cristalizaron empezando a llorar sin parar.
-¡Cállate!
-¡La chica dijo que no la toques! -La voz de Kevin hizo eco haciendo que todos miraran hacia donde provenía.
Aunque lo único que pudieron ver en la oscuridad fue la silueta de este con los puños apretados.
Angélica lo miró agitada y temblando de miedo.
-¿Qué tenemos aquí? -El hombre soltó una risa -¿Eres Superman o tonto?
Soltó a la chica y la dejó caer al suelo, esta no se pudo levantar por más que lo intentó Estaba muerta de miedo.
-Déjala tranquila o te rompo la cara -Kevin salió de la oscuridad muy serio.
Los otros dos hombres se acercaron pero su "jefe" los detuvo.
-Dime... -El hombre lo miró y se agachó para agarrarle el mentón a la castaña que no dejaba de temblar -¿No es una preciosura? -Dijo aquel demonio para bajar su mano a su cuello y apretarlo con fuerza.
Angélica empezó a toser
-Por favor, no -ella solo podía llorar mientras tosía sin parar.
Y entonces Kevin hizo lo primero que se le ocurrió: Miró a todas partes y agarró una botella de vidrio. Rápido corrió hacia el hombre y se la rompió de forma inmediata en la cabeza.
-¡Aha! -El hombre cayó al suelo algo mareado. Rápido los hombres iban a caerle encima
-¡Vas a morir, maldito desgraciado! -Kevin se preparó para pelear pero el sonido de un auto de la justicia los interrumpió.
-¡Miguel vamos, corre rápido! -Dijo el otro hombre y ambos miraron a Kevin, uno le soltó un puñetazo dejándolo caer al suelo.
Con rapidez y agilidad los dos hombres recogieron al más alto del suelo y se lo llevaron. Kevin se levantó y fue hacia la chica tirada en el suelo de forma inconsciente.
-Hey -Kevin intentó hacerla reaccionar -Abre los ojos, por favor.
Angelica abrió débilmente los ojos pero solo divisó un aspecto borroso ante ella.
-Estás a salvo -Dijo Kevin -Te llevaré a un hospital tranquila.
Luego de eso, sus párpados cayeron en un sueño profundo.
Kevin la cargó en brazos y salió de ese lugar donde por pocos segundos hubiera sucedido una desgracia si no llegaba a tiempo.
Y mientras unos ya estaban a salvo, alguien miraba la escena por una bola de cristal.
-¿Quién es ese? -La voz de un hombre resonó entre las nueves.
-Se llama Kevin Demon, señor -Una voz más sutil le contestó
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CAPITULO CON EDICIÓN CONCLUIDA
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COMO CAÍDA DEL CIELO (CCDC) ✅
Romance(Concluida y Editada) Si pudiera describir un ángel en una palabra diría: irritante. Así era como la consideraba en un principio: una chica irritante que no dejaba de perseguirme a donde quiera que fuera, y no sabía cómo se las arreglaba, pero siemp...