CAPÍTULO 21: "SACCO"

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Capítulo 21:

Los días pasan y las horas también; ya es por la tarde y, tanto Angélica como Kevin, estaban parados frente a una tienda de instrumentos musicales, a la que Álex solía llamar “su pequeña empresa musical”.

Por detrás de la puerta de madera color verde, desde una ventana pequeña, se veía el cómo dos chicas se encontraban con los brazos cruzados y los chicos corriendo de un lado al otro.

—¿Y aún quieres entrar? —preguntó Kevin volteando su mirada hacia Angélica, la que aún estaba asomada por el vidrio.

—Todos merecemos una oportunidad. ¿Por qué no dárselas a ellos? —Dejó de mirar a la ventana para observar a Demon, quien dio un suspiro bajando la mirada—. Es tu oportunidad, Kevin. Retoma tu sueño de ser músico.

—No quiero retomar ese sueño. —Su mirada se fue hacia otra parte y cruzó sus brazos—. No tengo nada que ver con nada que toque mi pasado.

Angélica hizo que él la mirara.

—El pasado es parte de nuestra vida y no lo puedes borrar. Creo que tus padres estuvieran muy orgullosos de ti si recuperas el tiempo perdido y luchas por lo que quieres, en vez de estudiar una carrera que no deseas.

—No sabes qué es lo que deseo o no. —Él la miró, serio.

—En eso te equivocas.

—¿A qué te refieres?

Angélica enfocó sus ojos en los de Kevin, directamente, reflejándose en ese azul intenso. Su sonrisa había desaparecido.

—Mira, Kevin. Si quieres entrar ahí adentro, entra; sino, solo vete —dijo y un leve asombro se reflejó en los ojos del azabache—. No soy una niña, me sé cuidar sola y si estás aquí solo para protegerme no sé de qué, entonces vete.

—Supongo que no me queda más opción. —Kevin metió las manos a sus bolsillos—. Vamos a ver qué se hace. —Ella volvió a sonreír.

—Ánimos, Kevin. Es hora de que hagas amigos nuevos

—Todo sea por protegerte, enana. —Toma la nariz de Angélica y la pellizca.

—Vuelve a decirme enana y te quedas sin huevos. —Ella sonrió sarcástica, aunque lo que dijo no fue un sarcasmo.

Angélica se alzó de puntas y besó la mejilla de Kevin, haciendo que este sonriera, burlón. Caminó hacia la puerta y tomó el pestillo en sus manos.

El campaneo que se escuchó, avisó a los demás de que los chicos habían llegado, por lo que se formó un gran alboroto.

—Llegó, todos en orden —se escuchan pequeños susurros provenientes de la voz de Álex—. ¡Angélica!

Álex se acercó a ella a pasos largos y prácticamente poniéndose en el medio de la pequeña ángel y de aquel humano, quien tenía cara de no importarle convertirse en asesino si le tocaban a "su chica".

—Bienvenida, princesa. Espero que te encuentres cómoda en estos momentos —el mulato hablaba tan rápido que la pequeña ángel aún no comprendía como seguía respirando—. A ver, te presento. —Empezó a señalar con su mano izquierda a los 3 que, aparte de él, eran integrantes de la banda, ya que la otra mano reposaba por detrás del cuello de Angélica y sobre su hombro—. Este de acá es Alejandro y es nuestro pianista.

El de ojos esmeraldas sonrió y estiró su mano hacia el ángel.

—Es un gusto volver a verla, señorita. —La mano de Angélica se posó sobre la suya y este las llevó a sus labios, depositando un tierno beso en esta.

No miren a Kevin. Es peligroso el contacto visual con él en estos momentos.

—Esta... —Alex camina hacia una chica que no parecía muy contenta con el coqueteo de Alejandro hacia Angélica, estando en las mismas de Kevin—, es mi hermana, la reina de la batería y compositora de nuestras canciones, Luna.

—Mucho gusto —dijo la mulata cortante para luego inflar el pequeño globo de la goma de mascar que tenía en su boca.

—El gusto es mío.

—Y nos vendría quedando Jessica, nuestra bajista. —La chica alzó su mano y movió sus dedos, saludando a Angélica con una sonrisa de los mil dioses divinos, la cual la pequeña ángel no demoró mucho en corresponder.

—Y yo... —El moreno dio una vuelta sobre sus talones y extendió sus brazos a los lados sonriendo ampliamente—. Soy el que se encarga de grabarlos en el estudio y arreglar cada pequeño detalle que podría tener por error los equipos.

Las manos de Angélica empezaron a aplaudir de forma tierna y los brazos de Kevin la envolvieron por atrás para apartar la mirada de quien se la estaba comiendo con los ojos: Ale.

—Sí, sí, todo lindo y perfecto... —dijo Luna cruzándose de brazos—, pero… ¿Dónde está el guitarrista?

Y en ese momento, Álex se dio cuenta de que había olvidado buscar uno.

—¿Se te olvidó buscar guitarrista, Álex?

—Esteee...

—¡ÁLEX! —Gritaron todos a coro, mientras Angélica y Kevin lo miraban.

Entonces a Angélica se le ocurrió algo, por lo que volteó a ver a Kevin y este la detalló raro.

Oh, no. No vas a hacerlo, enana.

Pensó Kevin y Angélica asintió como si hubiese leído su mente.

—Yo sé de uno —dijo Angélica sonriendo y miró a los demás que enseguida le devolvieron la mirada.

Cuando Kevin posó sus ojos sobre Angélica, le agarró de la mano. Él no quería y Angélica sí, ella haría de todo por devolverle la felicidad a él, aunque se enojara con ella.

—Y está justo aquí. —Todos alzaron la mirada hacia Kevin, y este comenzó a maldecir por lo bajo.

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CAPÍTULO CON EDICIÓN CONCLUIDA.

COMO CAÍDA DEL CIELO (CCDC) ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora