¿Solo Amigos? (Yoonmin)

Los amigos son amigos

Min Yoongi

Estaba mirando a Jimin, este parecía un niño comiendo su cereal, habían pasado unos minutos desde que lo encontré mal en su habitación y me era imposible no preguntar "¿Qué había pasado?" Sin embargo me mordí los labios para no soltar aquella pregunta.

Jimin es mi mejor amigo, quiero que este bien, si alguien le hizo algo no dudaría en darle una paliza a la persona y después consentir al rubio con sus cosas favoritas... Cada vez que intentaba hablar del tema el lo evadia, dándome a entender que no quería hablar de eso, dejándome con la única opción de no insistir más.

–– ¿Yoongi? ––hablo de forma suave sacandome de mis pensamientos.

–– ¿Qué paso?

–– Me pregunta Hoseok sobre la salida de hoy ––alza su celular y me lo nuestra, pase mi mano por mi frente, era cierto había olvidado que hoy íbamos a salir por lo de San Valentín, más bien sería una convivencia entre amigos.

–– Ehm.... ¿Que tal a las dos? ––mire el reloj que estaba en la pared, este marcaba las doce y todavía nos daba tiempo de movernos.

–– Deja les digo, aunque... Tengo una idea ––pone toda su atención en su teléfono, minutos después se escucha una notificación en mi celular

Jimin te ha añadido a un grupo

–– Ya está, bueno voy a tomar una ducha ––me levanto de la silla, llevo el bolt y la cuchara a la cocina para lavarlo después.

–– Yoonie... ––me detengo antes de ir al baño y lo miro.

–– ¿Qué sucede?

–– Sigues siendo mi mejor amigo, ¿Verdad? ––pase una mano por mi cabello.

–– Claro que si, ¿Por qué? ––en realidad, sospechaba de por que lo preguntaba. Esta mañana desperté con un recuerdo que no dejaba de oprimirme en mi pecho, ayer... Y es que, no sé por que me sentía culpable de haber disfrutado ese beso pero sabía que estaba mal, mi intención era aclararle que lo quería como amigo, pero todo eso lo olvide al encontrarlo llorando.

–– Por qué... ––muerde su labio dudoso y desvía la mirada.

–– Siempre estaré para ti, no lo dudes ¿Vale? Nada cambiará nuestra amistad ––le sonrió con ternura y le doy una palmadita en el hombro, él solo asintió, me di media vuelta para meterme a bañar.

Abrí la llave de la ducha, mientras esta se calentaba empece a desvestirme, medie el agua antes de entrar, al estar conforme con la temperatura entre a esta, sentía como las gotas de agua caían por todo mi cuerpo, cerré mis ojos mientras mi mente comenzaba a divagar.

Solía observar a la gente, no de forma psicópata sino por qué a veces ver mi alrededor me ayudaba a tener inspiración, a veces las personas podían ser increíbles o una mierda, todo variaba y era diferente.

En nuestra antigua escuela habían dos chicos que eran "mejores amigos", solían sentarse juntos, dos bancas aún lado de nosotros, Jimin en ese tiempo solía llegar tarde, así que mientras lo esperaba solía verlos, tampoco es que fuera un indiscreto, la chica solía reír muy fuerte y eso llamaba la atención de mis demás compañeros, incluyéndome.

Un día, el chico comenzó a actuar raro, parecía muy nervioso pero desconocía el motivo, cuando llego su amiga, empezó a sacar una hoja de su mochila, ese día no estaban tan escandalosos como siempre, parecían hablar de un tema serio hasta que se llegó a escuchar un "si quiero"

En ese momento se abrazaron, pasaron los días y comenzaron a tener muestras de afecto, cuando la chica exponía, al terminar su chico le gritaba "Esa es mi novia"

Deje de mirarlos, y empezar a concentrarme en mis cosas, específicamente en un folleto para entrar a una Universidad donde me podían enseñar una carrera que me gusta, producción músical, el promedio que pedían era un poco alto al que tenía, así que empece a pedir tutorías hasta tarde para poder llegar a la meta, también buscaba la forma de tener cartas de recomendación y más cosas, todo era por mi sueño, aunque... También estaba clavado en como decirle a mis papás sobre esto.

Una mañana, mientras hablaba con Jimin y me contaba que quería la misma Universidad que estaba considerando, la chica llegó llorando al salón, captando la atención de todos, más de su grupo de amigos, minutos después llegó el chico con un rostro desanimado, ese día fue la última vez que se sentaron juntos, empezaron a alejarse y su relación ya no parecía la misma.

No pude evitar sentir un poco de miedo... No quería que eso le pasará con mi Jimin, mi papá solía decir que nuestros comportamientos se alejaban a lo que era una amistad, pero procuraba ignorarlo, si a Jimin le hacia feliz que lo cargara o abrazara, lo demás no me importaba.

Pero esta vez creo que pasamos el límite de amistad, si, nunca había besado a nadie, las cosas que tengan que ver con el amor o parejas no son precisamente algo que necesite mi atención, así que era un total inexperto estas situaciones, pero algo tenía en claro, las relaciones amorosas que empezaban por una amistad no terminaban bien.

Suelto una risa ante mi pensamiento mientras recargo mi mano en la pared, tal vez estoy malinterpretando todo, solo fue un beso inducido por una bebida, no creo que sea bajo otra intención, sacudí mi cabeza y empecé a lavar mi cabello, me apresure ya que había perdido algo de tiempo por pensar en tonterías.

Cuando ya había terminado de enjuagar mi cuerpo, cerré la llave y salí de la ducha, tome una de las toallas que estaban guardadas para cubrir la parte baja de mi cuerpo, salí del baño.

–– Jimin, ya puedes entrar ––esa era nuestra rutina, siempre que terminaba de bañarme era el turno de él.

Ví como corría al baño, tenía en sus manos su ropa, alcance a percibir una camiseta blanca con rayas negras, en ese momento se me ocurrió una idea, para no levantar sospechas me fui a mi cuarto, empece a secar mi cuerpo y a ponerme mi ropa, entre ellas una camiseta igual a la de Jimin.

Termine de secar mi cabello, tome las cosas importantes, es decir dinero, las llaves, mi celular y una tarjeta para el cine, que no estaba de más. Mientras esperaba a Jimin en la sala empece a ver los mensajes del Grupo donde Jin avisaba que estaba por llegar a nuestro departamento.

–– Listo... ––alce mi mirada, mi amigo se veía sorprendido.

–– ¡Oh! Que coincidencia ––fingi estar sorprendido, Jimin solo rio.

–– Eres un mentiroso ––arrugó su nariz, me límite a sonreír, ambos salimos del departamento, cerramos la puerta con seguro y empezamos a bajar las escaleras, en el camino Jimin empezó a ponerse bálsamo en los labios, se que solía hacerlo a menudo pero esta vez estaba tan atento a su acción.

La imagen de la noche anterior se repitió en mi mente, ¿De verdad había sentido esos labios pomposos sobre los míos? Era una locura preguntarme eso y otra gran locura el querer intentarlo de nuevo.

Solté un suspiro, tenía que dejar de hacerme ideas tontas, antes que estas arruinen mi relación con él.