Día Random

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Min Yoongi

Caminaba con tranquilidad por los pasillos de la escuela, al saber que Jimin se quedaría hasta tarde para ensayar me dio tiempo para ir a cierto pasillo donde siempre ponían volantes de trabajo, ya sea dentro de las instalaciones o en otros lugares ligados a la institución.

"Se solicita alguien que acomode los libros de la Biblioteca Escolar o limpie"

No sonaba tan mal la oferta, además de que podía adaptarlo a mi horario, era más práctico que las otras solicitudes que metí.

Llegué a la Biblioteca, habían seis estudiantes esparcidos en algunas mesas, metidos en lo suyo claramente, me acerque a un gran escritorio donde se encontraba alguien sentado de espaldas.

– Hola... Vengo por el anuncio –la persona giro la silla y fue ahí cuando logre ver su rostro, era una chica de cabello morado lacio, piel pálida, ojos obscuros, tenía una paleta en la boca.

– ¡Al fin alguien llega! –alzó sus brazos con dramatismo y luego me miro– Hola que tal soy Moonbyul por el momento soy la encargada de este lugar, en lo que la vieja vuelva.

– ¿La vieja? –tartamudee un poco debido a que su confianza me intimidaba un poco.

– Una anciana de acá, ¿Sabes? No es como las abuelas esas lindas y tiernas que quieres apretarle los cachetes era una ¡Hija de...! –los chicos que se encontraban en ese lugar empezaron a hacer un ruido para callarla, el típico "Shh"– ¡Hey se supone que es se los tengo que hacer yo!

Carraspee un poco para llamar su atención.

– Cierto, ¿Tú nombre es...?

– Min Yoongi

– Perfecto, necesito una copia de tú horario para saber cómo nos acomodamos, tenemos que cerrar las puertas un poco tarde y abrirlas temprano, Los días viernes se hace una limpieza total del lugar –la mire confundido

– Espera... ¿Eso quiere decir que me estas contratando?

– Obviamente Min, llevo un mes esperando a que alguien venga solicitando el trabajo pero como veras nadie viene, es difícil llevar esta biblioteca sola, además se ve que eres buen chico –busco entre los cajones y saco una hoja, que era como una credencial– Esto es para que puedas entrar al almacén de los libros o por los artículos de limpieza, anota tus datos y traelo enmicado.

– De acuerdo... ¿Cuando empiezo? –rebusque en mi mochila y saque una copia de mío horario, la acerque a ella y la tomó de inmediato.

– Mañana, veo que tienes hora libre a las diez, yo tengo clase así que te pido apoyo por ahí... –fruncio su ceño mientras seguía viendo mi copia– vale, ¿Me puedes dar tú número? Más al rato te mando los horarios.

–Si claro –saque mi celular y le dicte mi número ella lo anotó, después me dedicó una sonrisa.

– Perfecto, te veo mañana –volvió a meter la paleta en su boca y giro la silla, salí de la biblioteca todavía confundido por lo que pasó... Eso había sido demasiado rápido y fácil...

[

. . . . ]

Do you remember
The twenty first night of September?
Love was changing the minds of pretenders
While chasing the clouds away  —

Movi mis pies al compás de la canción mientras seguía barriendo, era fan del hip hop y rap, pero la música de los setenta eran unas joyitas, era muy alegre y no podía evitar bailarla.

– Ya llegu.... –voltee para ver a Jimin que apenas había llegado al departamento, solté la escoba y me acerque a él.

– Hola minnie –sonreí, tome sus manos y comencé a bailar con él, este me miraba extrañado pero no ponía objeción a mis movimientos.

– ¿Qué te pico? –ignore su pregunta, comencé a cantar sin dejar de bailar.

– badu badu, hey hey –pellizque con suavidad su nariz causando que este riera hasta que... Pausa... ¡Esa canción yo no la elegí en la playlist!

– ¿A ti te gustan mayores? –alzo una ceja divertido, no pude evitar sonrojarme, lo solté inmediatamente y me acerque al celular para detener o mas bien omitir el anuncio.

– Esa no era parte del momento –el menor volvió a reír y se acercó de vuelta a mi.

– Cada quien sus gustos –le di un leve empujón.

– Cállate –desvíe mi mirada– Mejor dime como te fue.

– Bien, agotador como siempre pero lo compensa tú baile random

– Tal vez si me enseñarás a bailar lo haría mejor, pero por el momento me conformó con mi fiel compañera –señale la escoba.

– Bien las clases de hoy comienzan en este momento, me pisas los pies y tienes un golpe asegurado –tomó mi teléfono y eligió una canción un poco más lenta que la anterior, parecía la típica que se usa en un vals

– ¿Que harás? –tomó una de mis manos y la puso sobre su cadera, mientras el colocaba una mano sobre mi hombro.

– Tú sígueme –tomó mi otra mano y entrelazo nuestros dedos, comenzó a balancearse de forma lenta, trague saliva y de los nervios di un ligero apretón sobre su cintura provocando que se sobre saltará un poco.

– Lo siento –dije avergonzado, el siguió guiando los pasos, ahora ambos estábamos moviendonos a los lados formando un pequeño circulo.

– Relájate, lo importante en esto es que lo hagas con suavidad no tienes que estar rígido como la escoba –asentí aunque era imposible no ponerme así, no me sentía incómodo para nada pero la sensación en mi estómago, la pequeña electricidad que sentía por todo mi cuerpo me aterrada en cierta manera, era algo nuevo para mi y no sabía decir que era.

Seguimos unos minutos así hasta que la canción paró, aunque realmente no le estaba prestando atención a la melodía, aunque estuviera algo tímido, le mantenía la mirada a Jimin... Sus ojos tenían un brillo especial ¿Siempre habían estado así? Baje un poco mi vista otra vez hacia sus labios pomposos, el recuerdo del día de San Valentín rebotó en mi mente. Yo había probado esos labios, ni el alcohol logró que me olvidará del sabor, de lo suave que eran y lo perfecto que encajaban con los míos.

Mierda, quería volver a senrirlos.

– Jimin.... –dije casi en susurro, el podía escucharme perfectamente debido a la poca distancia que había entre nosotros.

– Yo... –ví como relamío sus labios, oh Jimin, ¿Como te digo que eso solo incrementan mis ganas de besarte?

Pero no, solo somos amigos y los amigos no se besan. Por ello me aleje y sonreí de lado.

– Gracias por enseñarme a bailar –rasque mi nuca y desvíe mi mirada.

– Es un placer... Iré a bañarme –se balanceo sobre sus talones.

– Si... Yo preparé la cena –ambos tomamos caminos diferentes, sin saber que ambos queríamos lo mismo y sentimos al mismo tiempo ese sentimiento de decepción.

¿Solo Amigos? (Yoonmin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora