Baby, we love your fireworks.

VIII.

Las horas pasaban como si de semanas se tratase, los tres estudiantes se encontraban en la sala de espera con el rostro visiblemente tenso.

¿Que era lo que Katsuki estaba decidido a hacer?

¿Habia pensado minusiosamente en aquella opcion? ¿O se trataba de un simple arrebato de desesperacion?

Las preguntas se sincronizaban en la cabeza de los dos alumnos de UA, mientras tanto Camie se encontraba metida en su propia preocupacion.

Cuatro llamadas perdidas de Mitsuki Bakugo, era obvio que tarde o temprano lo descubriria.

La chica de segundo año se comenzaba a plantar varias excusas para librarse de la posible carga emocional que su amigo estaba a punto de recibir por parte de su familia.

No se debe de malinterpretar, los padres de Katsuki no eran malos ni le odiaban, pero (lamentablemente como la totalidad de la poblacion) eran altamente homofobicos.

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En la UA ya se sabia de lo que Bakugo estaba haciendo, su maestro era el "complice" de la estudiante de Shiketsu, fue por eso mismo que el mismo se encontraba haciendo los papeleos necesarios para cubrir todo ese fraude.

Ya habia enviado una carta a la familia Bakugo, en donde se informaba el traslado del chico a una isla para un trabajo de campo en compañia de un grupo selecto de pasantes.

Con suerte se lo creyeron.

Lo demas fue tema sencillo, simplemente compartio el secreto con el director de la institucion, quien acepto sin rechistar.

Katsuki Bakugo habia sido dado de baja.

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Finalmente la espera termino, el doctor habia salido de la sala de operaciones recibiendo una emboscada por parte de los preocupados jovenes.

—Tranquilos, tranquilos, su amigo esta bien.—Calmo el doctor.—En estos momentos esta en la sala de recuperacion esperando a que el efecto de la anestesia se pase.—

—¿Podemos verlo?.—Pidio Uraraka, no le bastaba con la declaracion del profesional, necesitaba verlo para estar mas tranquila.

—Adelante—Accedio mientras los guiaba.

Caminaron por el estrecho pasillo hasta llegar a la habitacion donde se encontraba Bakugo.

Ellos sabian perfectamente lo que se encontrarian, pero aun asi era imposible hacer una imagen mental de aquello, es por eso que su sorpresa fue grande.

En la camilla ya no se encontraba un chico rubio de anatomia trabajada, si no una chica esbelta de cabello corto e igualmente rubio.

La anestesia perdio su efecto y los ojos carmin comenzaban a hacer acto de presencia.

—¿Que....que paso?.—Pregunto la extraña voz.

Aquello le tomo por sorpresa, asustada se incorporo y comenzo a examinar su rostro con las manos.

—¡Tranquila!,  se que esto es muy extraño para ti pero pronto te acostumbraras.—

Una vez entendio lo que habia pasado, no pudo evitar derramar algunas lagrimas de emocion.

Lo habia logrado, habia conseguido su oportunidad para estar con Todoroki sin la necesidad de que la maldita sociedad los criticara.

Cuando ya habia recuperado por completo la orientacion y su cuerpo habia sanado gracias al Quirk de una de las ayudantes del doctor, salieron no sin antes agradecer por quinta vez.