III

1.2K 140 46
                                    

Narra Uraraka.

Salí del salón rápidamente, corrí por los pasillos de la escuela mirando a mi alrededor en busca de alguna señal de Bakugo-Kun.

Se que todos se sorprendieron con mi actitud, pero no podía dejarlo solo. Considero que lo conozco mejor que nadie por lo que se que hay algo que le molesta.

Finalmente logre encontrarlo, estaba en uno de los gimnasios. 

El estaba sentado con la cara escondida entre sus manos, decidí acercarme sutilmente pues al parecer no se había enterado de mi presencia.

—¿Bakugo-Kun?.—Llame sutilmente.

—¿¡Que es lo que quieres cara redonda!?.—Respondió el con su característico mal humor.

—Quiero platicar contigo, ¿puedo sentarme?—

—Haz lo que quieras.—

Parecía que era el mismo Bakugo de siempre, pero no era así, se podía escuchar cierta tristeza en su voz ademas de que se negaba a mostrar su rostro.

—¿Hay algo que quieras decir?.—Pregunte, esperando que aquel lazo que se habia creado desde el festival deportivo no fuera solo cosa mia.

El se tomo un largo silencio, entendí que tal vez el aun no confiaba completamente en mi.

Estaba a punto de darme por vencida cuando note que el estaba a punto de hablar.

—El tema de la clase realmente me toco.—Dijo con la voz casi quebrada.

Ahora yo era la que se había quedado en silencio, si sabia que el tema de la homosexualidad y como era recibida por parte de la sociedad era bastante triste, ¿pero como eso podía afectar a Katsuki?

Hasta donde sabiamos gracias a los comentarios de Deku, Katsuki no tenia una familia grande y ademas ninguno parecia estar representado con aquellas caracteristicas.

Mi cerebro tardo unos segundos en procesar lo que estaba pasando..

—Espera un segundo.....estas diciendo que...—No pude terminar mi frase, pues el chico se giro para verme.

Estaba hablando de el mismo.

—Apuesto que me odias ¿no es así?.—Dijo con lagrimas en los ojos.

Dios mio, yo jamas había visto a Bakugo-Kun de esa manera. 

El siempre tenia esa postura firme y expresión fría en su rostro, ni en un millón de años hubiese pensado que yo seria la primera en ver ese lado tan vulnerable del chico explosivo.

—No, no, Bakugo no digas eso, yo jamas te odiaría.—Dije mientras abrazaba al chico.

Así duramos un buen rato, yo le permití que llorara todo lo que necesitara, cuando ya estaba mejor decidí preguntar un poco mas.

—¿Cuando te diste cuenta?.—

—Creo que desde la secundaria, pero lo confirme hace unos meses.—Contesto con total sinceridad.

Baby, we love your fireworks.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora