La Extrañeza De Tus Ojos

Soy Uchiha Sasuke, un gusto

Tik Tok Tik Tok...

- Tsk - maldijo al reloj y a ese sonido que hace tan desesperante la espera - ¡Niisan! Vayamos a jugar - Repitió a todo pulmon por quinta vez.

Recostado en la alfombra de la sala miraba el techo pensando en cuanto tiempo había pasado desde que sus padres se fueron de viaje, en realidad habían sido demasiadas semanas, abrazaría con mucha fuerza a sus padre y quizás convencerlos de dejar de irse.

Su hermano mayor lo observaba mientras sostenía un recipiente con su mano derecha y con la otra batía la mezcla dentro de este.

- Sasuke - sonríe con la serenidad que tanto lo caracterizaba dejando de lado el bol - Sabes que otoosan y okaasan llegan hoy - golpea la frente del pequeño con la punta de sus dedos - Mejor ve a darte un baño y ponte esa camisa que tanto le gusta a mamá.

- Tsk...

A regañadientes el pequeño pelinegro subió a su habitación a hacer lo que le dijo su oniisan.

- Y deja esos monosílabos, sabes que es de muy mala educación.

Mientras que en otro lugar de Konoha una pequeña niña se aferraba a su recién nacida hermana, Hanabi, ese habia sido el nombre que su madre y ella eligieron antes que ocurriera todo aquello.

Aquel fatal accidente.

- Sabes Hanabi-chan - acaricio la pequeña cabeza de la niña - okaasan estara bien, ya lo veras.

No era que quisiera mentirle a su hermana, de hecho, la decía para así consolarse, no podia perder a su querida madre aún, apenas había una nueva integrante en la familia como para perder a uno.

- Hinata - la voz de un hombre, con claro aspecto triste se acerco a ambas niñas - tengo que darles una noticia no muy grata.

Hiashi Hyūga era ese hombre que mantenía el ceño fruncido la mayor parte del tiempo para que nadie le saludara, su porte era tan serio que parecía una estatua en lugar de una persona y si, era algo común de ver en esa familia tan extraña.

Hinata casi nisiquiera presto atencion a las palabras que decia su padre, solo alcanzo a tener consciencia hasta que dijo "Se fue"

Su piel palidecio más de lo normal, gruesas lagrimas salieron de sus orbes aperladas instintivamente busco los brazos de su padre, quien al igual que ella estaba destrozado, el en verdad amaba a esa mujer más que a nada en el mundo, y ahora le tocaba esperar para reunirse nuevamente con ella.

Ninguno dijo nada, Hinata conocia lo distante que era su padre, pero en esos momentos necesitaba un consuelo emocional, aunque no podía esperar mucho de su familia, los Hyūga eran conocidos por su seriedad y falta de tacto, tan diferentes a como era su madre.

Los preparativos para el funeral no tardaron en absoluto, el salon estaba lleno de miradas tan blancas como vacias, el silencio sepulcral llenaba el ambiente a excepción del llanto de una recién nacida, que con furia reclamaba el calor materno.

- Hanabi-chan no llores - intentaba calmar a su pequeña hermana - a okaasan no le hubiera gustado verte asi.

Y como si la hubiera entendido paro su llanto, ambas miradas aperladas se encontraron, con clara amargura sonrio para su pequeña hermana.

- Prometo que cuidare de ti como ella lo hacia conmigo - beso tiernamente su cabecita - hermanita.

Una de las criadas quito a la pequeña Hanabi de sus brazos, no era un lugar adecuado para una niña, incluso quisieron que Hinata tambien se fuera a su alcoba, pero ella queria ver por última vez a su Okaasan.