Un Lugar Soleado Y Un Cerezo

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Todos tenemos cosas que nos fastidian, ¿las arañas? ¿Los bocinas de autos? ¿Los calcetines mojados? En fin tenemos muchas cosas que no nos gustan, pero, Sasuke Uchiha solo tenía cuatro cosas que odiaba.

La primera, los relojes, odiaba el sonido que producían constantemente, segundo, las cosas dulces, tercero, que vayan gritando su nombre con el sufijo "kun" y cuarto las mujeres que no comprendían una simple palabra, el no.

Vayamos a tomar un helado Sasuke-kun - repetía la oji jade mientras jugaba con su cabello - ¡anda!

Eres una molestia.

Contestó con la poca paciencia que tenía, detestaba tener que rechazarla, pues en el fondo de su oscuro corazón, la apreciaba, era su amiga.

Por más que la tratará con la punta del zapato, ella no parecía molestarse, y eso era un problema, no sabía cuanto tiempo más podría portarse medianamente paciente con ella.

Anda, vamos - insistía - yo invito.

Con cansancio de aquel acoso, se levanto de su sitio en la cafetería de la escuela y se encaminó a la cancha de fútbol, sin dar explicaciones o respuestas, como era su costumbre.

Pronto sería la final del campeonato nacional, y debía ganar, no podía darse el lujo de malgastar tiempo.

Aquí estabas - escucho la voz de su bullicioso amigo quien venía acompañado por el resto del equipo.

Primero estaba Neji, el odioso Neji Hyūga, que hacía de portero, y pese a su orgullo, debía admitir que era el mejor que había visto, luego estaba Rock Lee, que a pesar de tener una actitud un tanto extraña cayendo en lo ridículo, era uno de los mejores defensas, luego estaba Kiba Inozuka, que si bien no tenía el talento del primero, los sorprendia a menudo, luego estaba Shino Aburame, el medio campista, que junto a Shikamaru Nara y el, chico nuevo, Sai, pensaban en las estrategias a seguir, en los laterales Chōji y Kankurō izquierda derecha respectivamente, Gaara Naruto y el hacían de delanteros, si bien no se llevaba de lo mejor con todos, había aprendido a respetarlos y tenerles confianza.

Hasta que te encontramos - dijo el más listo del grupo - El idiota de Suigetsu y Jūgo quieren incluirse al equipo, y queremos decidirlo todos juntos.

Luego de discutir por unos minutos, se había decidido que eran bienvenidos, aunque debían guardar cuidado del gran pelinaranja, pues se le consideraba una persona muy peligrosa cuando perdía la calma.

En el calentamiento, un trote ligero al rededor de las canchas, Sasuke pudo notar las miradas cargadas de odio por parte del joven Hyūga e Inuzuka, pero prefirió no prestarles atención.

Continuaron con los entrenamientos sin ningún percance, hasta que dieron las 16:30 PM. Hora en la que acababan.

Seguía una ducha rápida, para quitarse el sudor, todos hablaban y reían animadamente, excepto, como siempre, el chico ojos carbón.

¡Hey teme! - escucho como lo llamaba - no te vayas tan rápido.

Con desgano volteo a verlos, iban demasiado animados, más que de costumbre.

El idiota de Naruto tuvo una excelente idea - añadió el chico Nara mientras rascaba su nuca - una multi cita con todos nosotros.

¡Así ninguna nos rechazará! - grito euforico el cejon.

Al parecer ya lo tenían todo planeado, y nisiquiera lo habían consultado con él, simplemente lo incluyeron y ya, pero claro, el no tenía intenciones de participar.

La Extrañeza De Tus OjosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora