La Chica Ciega.

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Sakura-chan exagera - habló un adormilado Naruto - el teme sólo es amable con ella.

La pelirosa se mantenía de brazos cruzados en su pupitre mientras esperaba que su sensei apareciera.

Namikaze Naruto - llamó fuertemente una señora rubia bastante hermosa - ¿donde está mi zorrito?

Los cachetes del blondo se pusieron rojos de la vergüenza, años habían pasado desde que la vio y ella no dejaba ese apodo.

¡Abuela Tsunade! - habló bajito disimulando su sonrojo - Estoy en la escuela.

La mujer con ojos color avellana lo miró con una sonrisa ladina.

Con que zorrito ¿eh? - dijo burlonamente su amiga pelirosa.

Todo el salón estalló en risas, era una buena oportunidad para burlarse de su amigo tan problemático.

Vaya que no conocía ese lado de ti Naruto. - su querida prima siempre solía tener esos comentarios en el momento inoportuno.

Las risas continuaron hasta que la señora que decía ser pariente del rubio hiperactivo.

Soy Tsunade Senju - se presentó mientras se acomodaba los lentes de manera coqueta - Seré su maestra en biología esta gestión estudiantil.

Casi el salón entero miro los grandes atributos que tenía delante, ¿cuántos años tenía esta señora?

Hey Namikaze - uno de sus tantos compañeros le lanzó un papel envuelto a la cabeza - Que preciosura de abuela la que tienes.

Antes que otra vez el salón se convirtiera en un lugar de lucha la puerta del salón dejó ver a un pelinegro caminando con las manos dentro sus bolsillos y los cascos puestos en sus oídos.

¡Sasuke-kun! - chillaron todas las chicas en cuanto cruzó la puerta.

Naruto dejó de importarle lo que aquel chico le había dicho, pues, la linda oji jade que le había robado el corazón también había gritado el nombre de su eterno rival.

Sasuke-kun - la escucho mascullar con las mejillas sonrojada, pues este mismo había decidido sentarse frente a ella.

El rubio permaneció callado observándola, en verdad deseaba que ella lo mirara del mismo modo en que veía al ojionix.

Karin-chan, dime - pregunto a la pelirroja que era familiar suyo - ¿Que tiene el teme que no tenga yo?

Karin era la chica que dejaba goma de mascar en la silla de las personas que no le agradaban y también de esas que podría dejarse morder contra un pitbull por protegerte.

Veamos - mordio la punta de sus lentes mientras veía con curiosidaded al rubio - es guapo, inteligente, deportista, misterioso, sexy y además es el mejor en todo lo que hace obviando el hecho que tiene un exquisito aroma - miró a su primo tapándose la nariz - todo lo opuesto a alguien que por desgracia tengo como familia.

Antes que el rubio pudiera defenderse nuevamente la puerta de su salón abriéndose lo distrajo.

La pequeña Hyūga acompañada de su extraño primo hacían su aparición.

Ella era tan diferente, esa era la manera en la que el Namikaze la describiría, todo lo opuesto a su queridisima Sakura.

Hina-chan que dicha es poder observarla - ese niño con cejas tupidas no dejaba oportunidad de elogiarla.

La Extrañeza De Tus OjosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora