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Nuevamente se encontraba en su estudio, en su pequeña oficina que utilizaba como cuarto de investigaciones o cuartel general, como llamaba YooChan. La taza de café que le acompañaba estaba a punto de terminarse, miró el reloj suspirando en el acto, mañana tenía una cita con Kim SehYoon y en vez de estar gritando como una enamorada, estaba allí, encorvado en la silla, investigando sobre el pasado del hombre que lo volvía loco.

Volvió a suspirar y tecleó rápidamente en la computadora, a los segundos aparecieron miles de millones de entradas con información de la familia Kim.

-No es que desconfíe de él… -se habló a sí mismo, luego tomó la vieja libreta, la abrió en una página donde tenía apuntados varios datos, como fechas, nombres de víctimas y los lugares donde se realizaron los crímenes, la miró más de cerca y en la esquina superior, al lado de un borrón, se encontraba escrito el número de teléfono de Xion, el policía novato. Dejó la agenda a un lado de la taza y suspiró (suspirar se le había hecho una costumbre)-… bueno, en realidad desconfió de todos.

Hizo click en una de las páginas más visitadas, cuando esta cargó quedó sorprendido por lo que allí se informaba.

-La familia Kim -leyó-, fue por décadas una de las familias más adineradas de la ciudad, sus riquezas eran incontables y eran reconocidos por ser uno de los modelos económicos a los que todos aspiraban. Pero no todo era perfecto para el hogar, el primogénito de la familia, Kim SehYoon, sufría serios problemas de conducta según sus padres, por lo cual ellos decidieron que lo darían en adopción -su corazón se apretó con un sentimiento desconocido, era como si aquellas frases le dañaran de sobre manera. Quiso seguir con su lectura, pero el documento estaba inconcluso.

“Quizá Kim tiene que ver con esto” -pensó, la idea era descabellada sin duda, SehYoon podía ser muy estúpido, podía ser una molestia andante, pero no llegaría al extremo de ser un psicópata, era imposible.

Tomó la taza entre sus manos y justo cuando iba a beber una persona ingresó a la habitación produciendo un escándalo de magnitudes impensadas.

-¡Lo he logrado, lo he logrado! -YooChan movía sus manos frenéticamente y daba saltitos como si fuera un niño al cual se le ha dado un regalo.

-…¿Lograste cojerte a JunHee?

-…No…pero, ¿Adivina qué?

-¿Qué?

-¡Adivina!

ByeongKwan se masajeó la frente, ¿En qué estaba pensando cuando decidió vivir con su amigo? Quizá en que haría su vida más divertida, aunque ser perseguido por un asesino no tenía nada de divertido.

-Estoy ocupado, solo dilo ya…

-¡JunHee pidió que cuidará de sus hijos por una semana!

-…¿Por qué?

-Bueno… digamos que por accidente publiqué un anuncio donde me ofrecía y… por casualidad le llegó a él…

-No tienes arreglo -Byeong volvió su vista a la pantalla-. ¿Debes ir ahora?

-Sí.

-…No puedes ir vestido así -su mirada se posó sobre los apretados pantalones de cuero negro, los tacones rojos y la pequeña polera color blanco.

-Voy a estar con JunHee, bueno, al menos nos vamos a ver cuando llegue… debo aprovechar -dicho eso se retiró de la pieza con el mismo escándalo de minutos atrás.

-Idiota… -susurró, entonces el sonido de un mensaje recibido en su buzón de correos le llamó la atención.

Provenía de un contacto desconocido y solo contenía una foto, una foto que le heló la sangre. Su corazón se agitó y comenzó a hiperventilarse. Tomó con desespero su celular y marcó un número que jamás creyó tomar en cuenta.

Un pitido, dos y tres y una voz de tono algo ronca contestó.

-Diga.

-DongJu… soy ByeongKwan… estoy en problemas.

Wolf  •°WowSon°•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora