- ¿Ahora pedirás que me desnude?
ByeongKwan enrojeció por completo, el calor comenzó a crecer en algunas zonas de su cuerpo y su mente, por un segundo, dejó de funcionar alrededor del Lobo.
Frente a él, con un traje de tela azul, con su cabello perfectamente peinado y un rostro estoico, se encontraba Kim SehYoon, el hombre al que había dejado en mitad de un juego de seducción, el hombre al cual quería tener bajo su ser, entre sus sábanas, gritando su nombre.
Kim SehYoon, un hombre que le causaba sensaciones extrañas, hacía que su mente recreara los escenarios más eróticos y exquisitos que jamás pensó imaginar, era un hombre que con tan solo verlo producía un efecto en su cuerpo de pánico y excitación.
Y no era correcto, ya no podía sentir, no debía desviarse de su objetivo: cazar.
Todos son el Lobo, y a la vez, ninguno lo es.
Decidió fingir que no le conocía, pensar que era un fantasma al cual no podía ver, porque tenía la sospecha de que ese sabroso ser podía convertirse en su debilidad, y ahora más que nunca no debía ser débil, pues no era lo que el animal que le perseguía quería.
-Le daremos otro café, no se preocupe -fue lo único que dijo, habló al aire, como si aquella información estuviera dirigida a todos los clientes o solo a uno en particular.
- ¿O prefieres que te la chupe? -dijo Kim cuando pasó por su lado, en dirección a una pareja que había llegado. Quedó estático, su rostro se deformó en una mueca de enfado, ¿acaso pensaba que era un adicto al sexo y a todo lo que abarcaba aquel tema? Pues no se equivocaba, sí lo era o lo fue en su tiempo, ahora tenía otras preocupaciones, como cuidar de su vida y la de sus cercanos, por ejemplo. Se giró y lo encaró, una vena resaltaba en su cuello, una vena que a Kim le hizo querer sentir sus labios de nuevo y quizá sentir algo más.
-No sé qué clase de persona creas que soy, pero déjame decirte que estas muy equivocado.
-Creo que eres un pervertido, quizá un joven con algún trauma que hace que se quiera acostar con todo el mundo -su voz sonaba burlona, sonrío de medio lado al ver que Byeong frunció el ceño.
-No tengo tiempo para estupideces, lamento lo que sucedió en el bar, pero ahora estoy en horario de trabajo y no puedo atenderte -trató de sonar lo más amable posible, pero en el fondo quería golpear a SehYoon en su bello rostro.
Le gustaban los chicos difíciles, y Kim le estaba pareciendo alguien tan fácil, muy distinto a lo que había visto la noche anterior.
-...Yo sí quiero atenderte -ByeongKwan se mordió los labios cuando escuchó a SehYoon suspirar. Un suspiro que solo ambos oyeron, un suspiro que no era sano, un suspiro que trataba de ocultar un gemido.
-... ¿Qué necesitas? ¿Por qué estás molestándome?
El mayor sonrió, mostrando sus colmillos.
-Quiero conocerte mejor.
El corazón de Byeong comenzó a palpitar desenfrenado y una inusual calidez inundó su pecho.
-Lo lamento, por si no te has dado cuenta... estoy trabajando.
-...Te invito un café, no..., como cliente exijo que tomes un café conmigo.
-Bien... -retiró su delantal y lo colgó detrás de la silla, luego se volteó y suspiró.
Su corazón se estaba volviendo débil y eso no debía permitirlo.
『✧✦✧』
Ambos se encontraban en silencio, ninguno sabía cómo comenzar a conocer al otro, ambos podían tocarse y besarse siendo desconocidos, pero ninguno sabía cómo romper aquella barrera que imponía el sexo. Aquella barrera de: no debe haber sentimientos de por medio.
- ¿Cuál es tu nombre?
- ¿Perdón? -se sorprendió que el contrario le hablara, estaba tan absorto en sus pensamientos que se había olvidado por completo de que tenía compañía.
-Tú sabes el mío, pero yo no el tuyo.
-Kim ByeongKwan.
-Es un lindo nombre, pero mejor te diré Kwannie.
-Eso es muy cursi... -arrugó su entrecejo, ¿qué era eso que sentía en su interior?
Sentimientos, tal vez.- ¿Tienes familia? -preguntó, ignorando al menor.
-Mis padres me abandonaron cuando nací, o eso me contaron.
-Lo siento...
-No te preocupes, tengo a mis amigos, ellos son mi verdadera familia -sonrió, y aquella sonrisa iluminó todo a su alrededor.
-Me alegro...
- ¿Y la tuya?
- ¿Mi familia? Cómo explicarlo... mi padre era un viejo de mierda que lo único que hacía era trabajar y trabajar, nunca se preocupó por nosotros, era una sabandija succionadora de dinero.
- ¿Tienes hermanos?
-Los tenía, las dos basuras a las que llamaba hermanos murieron en... un accidente de tráfico.
-Vaya, tu familia era horrible... ¿y tu madre?
A ByeongKwan le parecía que estaba siendo demasiado chismoso, no tenía que preguntar cosas dolorosas, eso por lo general incomodaba a la gente.
Pero no a Kim, lo supo cuando le vio sonreír.
-Otra vieja de mierda, lo único que hacía era prostituirse a pesar de que teníamos una buena situación económica, cada noche traía a un puto distinto.
-Lo siento... tu infancia debió ser horrible.
-No te preocupes, por suerte ahora están cinco metros bajo tierra.
La sonrisa que Kim emitió le causó miedo, una inexplicable sensación de horror.
"¿Podrá ser que...?" -pensó, pero su idea se convirtió en polvo cuando sintió su celular vibrar.
-Disculpa -se levantó y contestó.
- ¡ByeongKwan te voy a matar! ¡Hace una hora que mis bebés salieron de clases y aún no llegan!
-JunHee cálmate, lo olvidé por completo, lo lamento, ahora iré a buscarlos.
- ¡Más te vale que no les pase nada!
-Se... se... va la... la señal... -y cortó.
- ¿A dónde vas? -preguntó Kim cuando vio que el menor tomaba sus cosas.
-Creo que siempre te abandono... -rió-. Debo ir a buscar a los hijos de un amigo.
-Te acompaño.
Byeong le miró con duda, ¿por qué se interesaba tanto en él? No se dio tiempo para responderse, se había prometido cuidar a todos a quienes quería.
No permitiría que los comiera.
-Bien.
Todos son el Lobo y a la vez solo uno lo es.
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Wolf •°WowSon°•
Hayran KurguOleré tu esencia, disfrutaré tu color y te comeré de la forma más elegante posible. Oye, sólo muérdelo, entonces sacúdelo para que pierda la conciencia. Oye, hazlo de una forma que nunca lo has hecho, pasa por encima de él antes que la luna se ponga...