Nasty

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Desde hace un par de días que él acróbata había perdido un brillo usual que tenía, y de echo, apenas comía, lo que resultaba bastante extraño para sus más cercanos.

Tadeo no había querido decirle a Shika ni una sola palabra de lo que había pasado en ese día, y el pelimenta solo lo miraba en silencio sintiéndose mal por haber dejado a su amigo solo.

El mexicano de vez en cuando al tratar de darle de comer lloraba y apartaba todo, así como que en aquellas dos noches que habían pasado se oían sus llantos desde la habitación.

—Tadeo... ¿No quieres comer algo? Enserio, hace días que no de veo tocar nada de comida... —El astrónomo intentaba animar al chico, pero este no decía ni una sola palabra haciendo suspirar al menor y apartarse.

Amelie y Senko interrogaron continuamente al bromista durante esos dos días, pero este no decía ni palabra y esquivaba el tema abiertamente.

—Shika ¿Nos puedes decir de una vez que me sucede a Tadeo? Tú eres el único que al parecer sabe un olvide esto. —Contestó algo fastidiado el astronómico, viendo que el bromista solo se giraba a seguir su camino. —Shika...

—¡No lo sé! —Chilló mientras se giraba. —¡No lo sé Senko! El me pidió ayuda y lo ayude, pero hasta el día de hoy no comprendo que estaba haciendo ese hombre con él, ¡No sé porque está así!

Los dos chicos con raíces francesas miraron extrañados al bromista, que parecía tener los nervios alterados.

—Y-Yo... El me llamó, utilizo nuestro código para pedirme ayuda, cuando llegue el tipo tenía su cosa metida en su boca pero no sé que le estaba haciendo. —Mordió su labio mientras se abrazaba a si mismo. —H-Hice lo que me pidió y fui a ayudarle para salir p-pero el hombre lo agarro del pie y tiro de nosotros... Tuve que noquearlo con la pistola para que pudiéramos escapar, desde ahí no se nada... No entiendo porque está así.

Los menores se quedaron impactados mirándose entre si, a diferencia del pelimenta ellos entendieron a la perfección  a qué se refería el bromista y lo que estuvo haciendo aquel hombre desconocido para ellos con su amigo, o bueno... Senko entendió, Amelie estaba muy perdida y solo logró entender algunas palabras clave.

—¿Tadeo tenía su ropa puesta? —Preguntó asustado el peliazul, suspirando aliviados cuando vió a Shika asentir. —Menos mal... Pero aún así eso no es nada bueno. —Mordió su labio y miró al más bajo. —¿Sabes quién es?

El mayor negó, lo había estado tratando de averiguar pero nada, simplemente nada.

—No... Creo que Tadeo sabe quién es, pero no tengo ni la menor idea de quién puede ser.

El astrónomo masajeó sus sienes, frustrado por ver qué sus amigos estaban mal y el ni podía hacer nada.

—Perfecto, salimos de un problema para meternos en otro... —Suspiró y se apoyó en la pared. —Hay que buscarle una forma de hacerlo comer... O de al menos de suministrarle los nutrientes necesarios para que no se muera.

El mayor bajo la mirada después de asentir, y luego fue turno de Senko el explicarle a Amelie la situación, cosa que la chica no se tomó muy buen pues estuvo a punto de tirar la puerta de Tadeo para sacarlo de ahí.

Este, mientras tanto, estaba envuelto en sus mantas mientras seguirá llorando en silencio, tenía hambre, pero cada que intentaba comer le llegaban los recuerdos de aquel horrible momento haciéndome llorar.

Las pesadillas que tenía recurrentemente empeoraron, ya ni coco lo ayudaba a calmarse y temblaba bajo las sábanas cada tanto, además de que se limpiaba el cuello y otras cuantas partes del cuerpo que aquel hombre había tocado, se sentía sucio.

Muy sucio.

│❘❚❙❚❘ ꒰#⃞"We are not normal? And what does it matter?"Where stories live. Discover now