INGREDIENTES-El restaurante

Capitulo XVIII: EL TRIO

-¿Quieres probar?
Samy dirigió su mirada hacia los pantalones de Deli.

Samy desabrochó la correa de Deli, bajo su bragueta y sacó su pene, tomándolo en su mano comprobó su erección, lo miró detenidamente disfrutando lo que veía, mientras lo frotaba miró a Deli a los ojos en busca de su aprobación, Deli aprobó con un ligero movimiento de cabeza acompañado de una mirada pícara, entonces Samy hizo caso y se lo llevo hasta su boca, era la primera vez que Samy le hacía sexo oral a alguien, así que miró a Deli a los ojos mientras lo hacía para saber si lo hacía bien, Deli tenía sus ojos puestos en La Anita, quien se acercaba lentamente hacia Deli, en ese momento Deli tocó los pechos de la chica, cerró sus ojos y disfrutaba cada segundo a través de sus manos de ese par, mientras Samy saboreaba lo que tanta curiosidad le había causado.

La Anita tomó en sus manos las mejillas de Deli y condujo su rostro hasta sus labios, a través de un apasionado beso aumentó el nivel de excitación del chico, Samy al ver esto se detuvo y levantó su mirada hacia La Anita, su confusión aumentaba, no sabía si lo que estaba pasando era correcto, si algo cambiaría esa amistad, todo había pasado tan rápido, se había dejado llevar pero, en el fondo le gustaba lo que había hecho.

La chica, al notar la expresión de Samy, retiró sus labios de Deli y tomó con su mano izquierda la nuca del chico y con su mano derecha la nuca de Deli e intentó unir sus labios, Samy apoyó aquel movimiento y condujo su rostro hacia Deli mirando con deseo aquellos labios sexis, al estar casi unidos ambos labios, Deli hizo un ligero movimiento evitando que aquel beso fuera posible, tomó a la chica por sus caderas y la condujo hasta sus piernas, rodeó su cintura con sus brazos y la besó apasionadamente como si hubiese esperado mucho por ese momento.

Samy miró unos minutos lo que ocurría, ese tiempo fue suficiente para notar que La Anita correspondía a Deli y que ambos estaban disfrutando de un momento de placer solo para dos, un tercero había quedado fuera y ese era el.

Samy salió en silencio de la habitación y cerrando la puerta se ausentó, permitiéndoles a ellos continuar con aquello que habían iniciado los tres y de lo que ya él no era parte.

El chico se dirigió hasta el baño de su casa, se encerró y se sentó en el piso, abrazó sus piernas y apoyó su cabeza sobre sus rodillas, en ese momento muchos pensamientos lo invadieron:

-¿A Deli le gustan los hombres o solo me habrá usado para llegar hasta La Anita?
-Pero pude notar cómo disfrutaba cuando le hacía sexo oral, ¿O solo habrá fingido?
-No, no creo que le gusten los hombres, si no aquel beso hubiese sido correspondido.
-Pero y si no, ¿por que todo este tiempo me ha estado coqueteando?
-Creo que nunca lo sabré hasta que él mismo me lo explique y no creo que eso pase.
-De todas formas disfrute lo qué pasó, le prometí a mi amiga que no me afectaría y así será, la próxima vez que haga sexo oral a un chico lo haré mejor, ya tengo experiencia.
-Tenia razón, si que lo tiene grande, no olvidare esa sensación al pasar mi lengua por esa cabezota.

Al Samy recordar lo ocurrido en seguida tuvo una ereccion, mientras revivía ese momento en su memoria se tocaba.

El chico cerró sus ojos en ese momento, la puerta del baño fue abierta y Deli había sido el responsable, estaba ahí de pie como Dios lo trajo al mundo, con su mano derecha frotaba su pene y con la izquierda tocaba su pecho:
-¿Por que huyes de mi?
-Mi cuerpo te desea y mi piel te aclama.
-Estoy aquí por ti y para ti.
Samy se puso de pie mirando fijamente a Deli y obedeciendo los deseos de su carne se acercó a él, mientras Deli entraba al lugar, Samy rodeó el cuello de Delis, mientras el rodeaba sus caderas y levantándolo colocó el cuerpo de Samy frente a el y el chico apoyó sus pies al rededor de las caderas de Deli sintiéndose dominado por el, Deli apoyó el chico en la pared y dio inicio a un largo y apasionado beso, Deli retiró de un solo movimiento el pantalón de Samy de forma brusca, actitud que excitaba a un más a Samy, haciendo movimientos con su cuerpo encima de Samy el chico le penetro, logrando en Samy a través de sus movimientos un orgasmo perfecto.

Las manos de Samy se humedecieron, sus gemidos eran intensos, la pared del baño se había salpicado y después de constantes exhalaciones Samy abrió los ojos, su imaginación le había ayudado a disfrutar de un buen orgasmo y una intensa masturbacion que hacía mucho tiempo que no lograba.

-Al menos pude terminar lo que inicie y fue muy rico.

El sonido en la puerta constante interrumpía los pensamientos de Samy.

El chico se levantó rápidamente, se higienizó tan pronto pudo y subió sus pantalones, al abrir la puerta ahí estaba La Anita, cubierta con una gigantesca camisa de Deli, su ropa en las manos y evidentemente avergonzada tomó velozmente a Samy por el brazo y lo sacó de aquel lugar:

Anita: No digas nada.

Entro en el baño y al percibir un olor extraño se detuvo Justo en la puerta y miró a Samy con mirada sospechosa agregando:

-¿A qué huele aquí?

Samy al imaginarse de que se trataba intento entrar nueva vez al baño alegando:

-Debo limpiar algo...

La Anita interrumpió sus palabras cerrando la puerta rápidamente evitando la entrada del chico.

En ese momento Deli salió del cuarto de Samy, se acercó a Samy para asegurar su silencio:

-Ni una palabra a nadie más sobre esto, de acuerdo?

Samy mostró su descontento con el por lo sucedido a través del silencio tras esa pregunta.

Despeinando Deli a Samy intentando ser amable se despido del chico invitándole a verse al día siguiente en el trabajo.

Más tarde su amiga salió del baño con discreción evitando hacer ruido preguntando:

-Ya se fue?

Era obvio que sentía un poco de vergüenza frente a los chicos, ya los efectos del alcohol se habían ido, era tiempo de enfrentar la situación.

Anita: Amigo debemos hablar, pero es un poco tarde y debo retirarme, ¿Te parece si lo hacemos mañana en el almuerzo?

Sin hacer contacto visual el chico contestó:
-Claro, tranquila no pasa nada.

Con una caricia en el rostro de Samy, su amiga se despidió y partió.

Esa noche Samy pensó en todo lo sucedido y en la reacción que tendría a su amiga el día siguiente y como enfrentaría esta situación.

Continuará...