Capitulo XXXVI: NO SIEMPRE ES LO QUE PARECE.

47 11 1
                                    

Samy acababa de desafiar Arturo, para un hombre con tanta autoridad, poder y seguridad como Arturo, lleno de ego y amante de los desafíos, era una invitación con forma de orden, una propuesta a la que no se podía negar, sin darse cuenta que a través de este juego estaba haciendo lo mismo que hacia aquel hombre que tanto criticaba y del que se había burlado.

Arturo había recibido un llamado a una competencia de resistencia, Samy tenia el compromiso de entregarse a través de sus encantos para conseguir que Arturo no pudiera resistir y fuera derrotado, para el chico no había mas venganza que esta, saborearía doblemente su victoria.

Samy puso su mano derecha en el muslo de Arturo y sin retirar la mirada de sus encantadores ojos claros fue subiéndola suave y muy lentamente.

Arturo: ¿Y si pierdes?

Samy: Podrás burlarte de mi frente a tus estudiantes.

Arturo: Y en el restaurante.

Samy: hecho, mientras aquella mano continuaba avanzando.

-¿Y si gano yo?

Arturo: Te hare justo lo mismo que tu me hagas a mi.

Samy: Y me llevaras rosas el día de mi cumpleaños al restaurante.

El reto aun se ponía mas serio, la sanción era mayor, Samy se jugaba mucho, pero Arturo se jugaba mas, el chico acababa de tomar uno de los puntos mas débiles de Arturo, el se sentía capaz de todo, de conseguir lo que se proponía de la forma que fuera, tenia poder, dinero, belleza, actitud y seguridad, ¿Qué mas se podría pedir para combatir?

Samy termino el recorrido de su mano en la parte superior de la ropa interior de Arturo, estaba listo para iniciar a jugar, introdujo su mano derecha en la ropa interior del capitán, llevo su mano izquierda hasta su cabeza, después de acariciar su cabello mientras sostenía su miembro blando, el capitán arrojo una sonrisa de seguridad, Samy apenas iniciaba su guerra, el chico deslizo suavemente su mano por nuca, el cuello y el inicio de su espalda, era tan sublime que a penas Arturo sentía la yema de los dedos, sensación que evidentemente le causo escalofríos, sin embargo el contacto visual entre los contrincantes en ningún momento se perdió, mientras que la mano de Samy concluyo su recorrido al finalizar la espalda de Arturo, dejo el protagonismo a su mano derecha, la que solo sostenía el pene de Arturo, a partir de ese momento inicio a masturbar, mientras el capitán permanecía intacto, ¿Hasta donde era Arturo capaz de resistir? Samy frotaba con mayor intensidad, mientras se acerco con gran incertidumbre sus labios hasta los de Arturo, frotando los suyos sobre los de el de un lado a otro, sacando su lengua lentamente, la introdujo entre los labios de Arturo, logrando separarlos e introducir hasta sus dientes, barrera que impedían seguir avanzando, Samy no pensó que Arturo resistiera tanto y su pene aun seguía igual, Samy aumento la intensidad en los movimientos en el pene del capitán, mientras que con su mano izquierda, se retiraba su ropa interior, tomo con su mano izquierda las manos tiesas de Arturo y las llevo a sus caderas, utilizando la misma mano, Samy cerro cada ojo de Arturo y cerro los suyos, haciendo movimientos sexis con su cadera hizo contacto corporal con el, Samy sintió como este ajustó ambas manos a sus caderas e intensificando cada vez mas y mas sus movimientos, al abrir Samy sus ojos noto la expresión de Arturo en su rostro, sus labios estaban separados, Samy desplazo al capitán hasta la cama, sin perder contacto con sus caderas, Samy Saco aquel miembro de la ropa interior de Arturo, su erección era obvia, su humedad era evidente y su desconexión de la apuesta era un gran logro, Samy reforzó su victoria llevándose aquel miembro a su boca y a través de un sexo oral consiguió aquellos gemidos que le confirmaba el acontecimiento, retirando el pene de su boca Samy se dirigió al rostro de Arturo y mientras lo masturbaba, Samy sello con una sonrisa aquella victoria con sabor a venganza, al abrir Arturo sus ojos frente a Samy, contesto al chico:

-Ahora me corresponde a mi cumplir con mi parte.

pero para el capitán ya no era una apuesta, se trataba de sexo, placer y conseguir un orgasmo, derribo a Samy velozmente a su costado y colocando su mano derecha en el pene de Samy, froto de arriba hacia bajo con gran intensidad al igual que Samy lo hizo con el, llevo el órgano a sus labios e increíblemente hizo sexo oral, mientras masturbaba el chico, el capitán llevo sus labios hasta la boca de Samy y con un beso profundo cumplió parte del trato entre el y su contrincante. Arturo y Samy habían disfrutado de fascinante momentos de placer, pero el capitán seguía deseoso de mas, Samy quería ver cumplirse su ilusión, consumar su obsesión y cerrar esta victoria con un orgasmo, el capitán sujeto el chico por sus caderas con autoridad y dominio, acomodo sus piernas y acariciando sus nalgas logro colocarlo encima de su miembro agregando:

-Eres increíble, tus caderas femeninas me confunden, tu rico pene me aclara y tus caricias me envuelven en un deseo de complacerte y disfrutar contigo del placer y solo quiero dejarme llevar.

El capitán con ayuda de Samy logro alcanzar protección, después de estar listo Samy se coloco sobre el y después de unos cuantos intentos de tratar de entrarlo, pudo notar que la erección del capitán se había ido, unos minutos después de Samy haberlo masturbado, hacerle sexo oral, permitirle que se masturbara y tocarlo, nada funciono, Arturo estaba tenso, sudoroso y agitado, su deseo por complacer a Samy y llenar sus expectativa era evidente, pero su miembro no se lo permitió.

Ese día, Arturo había sido derrotado dos veces por Samy, le había ganado una apuesta de la cual, solo la mitad había sido pagada y había quedado mal delante de Samy por no tener el desempeño que el chico esperaba.

Tras descubrir que los estudiantes de Arturo se acercaban al barco, ambos recogieron rápidamente su ropa, se vistieron y salieron de la habitación.

Samy una vez mas disfruto del rostro de asombro del chofer de Arturo, la ansiedad de Arturo frente a sus estudiantes y para seguir coronado, Arturo llevo a Samy hasta su lujoso vehículo y lo llevo a su casa.

Al llegar frente a la casa de Samy, después de un largo viaje mudo, Arturo se expresa:

Arturo: Samy, lo siento, me hubiese gustado que todo hubiese terminado mejor, pero me puse muy nervioso y no pude, lo siento.

Samy: Gracias por traerme.

Continuará...

INGREDIENTES-El restauranteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora