INGREDIENTES-El restaurante

Capitulo XXX: ATENCIONES DE UN DESCONOCIDO.

Martes

12:15pm

Samy lucha con sus ojos para mantenerlos abiertos y tener una clara visión, entre estrujarse y cerrar y abrir, Samy gana la batalla y consigue tener una clara visión del lugar, era un techo en madera muy bien cuidado de estilo campestre, el primer pensamiento de Samy en ese momento fue preguntarse ¿Dónde estoy? al levantar su cabeza y sentarse sobre la cama y mirar a su alrededor, pudo recordar que esa la habitación de Alejandro, al llevar su mirada así la puerta ahí estaba el jardinero de brazos cruzado y con su pie derecho detrás del izquierdo, una postura que caracterizaba aquel jardinero.

Alejandro: Y despertó el enfermo. Alejandro se acerco hasta Samy.

Samy: ¿Llevas mucho tiempo ahí?

Alejandro: Pues.. Un poco tocando con su mano el cuello de Samy agrego:

-Tienes fiebre.

Samy: ¿Y como llegue aquí?

Alejandro: Te quedaste dormido en el sofá, pero había una filtración en el techo, así que tuve que moverte de lugar para que no te mojaras.

-Has tosido mucho, es lo que menos necesitas ahora, te traeré un té.

Al parecer todo esto era nuevo para Samy, la tos, la calentura, al parecer el jardinero había estado mas pendiente de el, que el mismo.

Después de haberse retirado Alejandro, Samy se seguía preguntado ¿Existen personas en el mundo que sean tan amable como lo ha sido Alejandro?

Alejandro regreso con un platillo en mano y una taza con el té para Samy.

Alejandro: Un té aliviar resfriados de la receta de mi abuelita.

Samy: Gracias, eres muy amable.

Alejandro tomo lugar al lado de los pies de Samy sobre su cama y le observaba mientras tomaba su te.

Al cabo de unos minutos, Alejandro invito a Samy a pasar a la mesa para disfrutar de una comida que había preparado. Después de haber el jardinero confirmado que tenia ánimos para caminar, ambos se trasladaron hasta el comedor. Al llegar al lugar Samy quedo sorprendido ante la dedicación de Alejandro para preparar la mesa, los detalles que utilizo, la posición de la comida, el emplatado. Era una comida muy saludable, habían vegetales frescos del campo cultivados por Alejandro.

Samy no pudo evitar su rostro de asombro, emoción que transmitió al anfitrión a través de una mirada mientras ambos se encontraban de pie frente a la mesa.

Samy: Estoy sorprendido, no sabia que cocinabas.

Alejandro: Hay muchas cosas de mi que no sabes.

Samy: Al parecer tienes mucho arte.

Alejandro retiro la silla de la mesa e invito a Samy a ocuparla.

El jardinero respondió mientras ocupaba una silla frente a Samy: Si, soy un hombre sensible, romántico y con talentos que encantan.

Samy detuvo su mano con el vaso que dirigía hacia su boca y miro bruscamente Alejandro.

El chico no podía creer la diversidad de personalidades que existían en el mundo, la diferente forma de pensar de las personas, como podía tener pensamientos, crianzas y preferencias difiriendo una de la otra. Si Alejandro fuera un producto sus títulos de promoción en letras grandes serian sensible, romántico y con talentos que encantan, mientras que para otros esas serian las características que necesitan ocultar porque piensan que perderían algunos clientes.

Alejandro: ¿pasa algo?
Samy: No, nada.
Alejandro: ¿Seguro?
Samy: Si, es solo que quizás para alguna persona decir eso no sería tan fácil como tu aunque lo sienta igual.
Alejandro: ¿Y eso por qué si es una virtud?
Samy: Quizás no sería una  virtud para el, quizás no creció en el mismo ambiente que tu, no se, lo que si se es que esta comida se ve deliciosa y muero por probar.

Alejandro respondió a ese comentario con una sonrisa.

Ambos disfrutaron del arte culinario de Alejandro y se conocieron aún mejor mientras compartían este momento.

Al finalizar el almuerzo Samy agradeció una vez más las atenciones de Alejandro, ayudó a recoger la mesa y se dirigió hacia la ventana de la sala, no pasó más de un minuto para que Alejandro estuviera a su lado, ambos contemplaron el fenómeno natural que ese momento afectaba, el viento movía con intensidad los árboles, la lluvia no paraba de caer y el camino estaba cada vez más cubierto de agua, pero para ellos  compartir sus historia uno al otro los desconectaba de la realidad y les permitía sentirse más cómodo y tomar un poco de confianza.

Samy: ¿Que hora es?
Alejandro: 1 y 15
Samy: Debo llamar a mi abuela y mi amigo para saber cómo están y decirle que no me esperen.
Alejandro: Si quieres podemos ir a la fabrica.
Samy: No, gracias.
-Tengo un móvil que creo que aún funciona hehe.
Alejandro: De todos modos iré a alimentar a kala.
Samy: ok

Samy marco a su amigo.

Samy: Amigo
Joel: Amigo hola.
Samy: ¿Cómo estás?
Joel: Pues bien.
Samy: ¿y la abuela cómo está?
Joel: Te cuento que es una maravilla, mi madre y ella no se han desconectado ni un instante, le ha contado sobre sus habilidades en casa en silla de ruedas y todo lo que es capaz de hacer y le tejió una bufanda a papá, ha sido maravillo, solo faltas tu Samy.

Samy: Amigo, no se si pueda llegar, hay fuertes lluvias y mucho viento, el camino está inundado, no pude llegar al trabajo, pude entrar a casa de Alejandro y aquí me he quedado, no he podido salir.
Joel: ¿Y Alejandro es?
Samy: El jardinero cerca de casa que te conté.
Joel: haa... ya tenemos nombre.
Samy: Si, es muy amable, pero luego te contaré que ya viene, dale un beso a la abuela de mi parte y gracias amigo, por cuidar de mi abuela y tenerla segura.
Joel: Cuídate amigo, lo importante es que estés seguro.
Samy: Besos
Joel: Chao

Al entrar Alejandro al lugar, estaba empapado, su paraguas arruinado en su mano izquierda, en su derecha el jardinero se había hecho una herida desde la parte inicial de su dedo índice al inicial del dedo angular, Samy sorprendido y con miles de interrogantes en su cabeza:
-¿Que te paso?
Alejandro: Kala, entre su deseo de jugar y liberarse ha hecho un desastre, pero tranquilo, no pasa nada ya lo arregle.
Samy: Déjame ayudarte.

Samy le retiró a Alejandro el paraguas de su mano y lo acomodó en un rincón de la casa, le retiró la camisa mojada con mucho cuidado, había tanta agua en su ropa que se podía exprimir, lo llevó hasta su cuarto, se puso de rodillas frente a el a corta distancia, bajo su pantalón, su mirada fue indiscreta al dirigirse aquel paquete negro cubierto por delgada tela blanca que permitía apreciar la estructura de aquel miembro, Samy trato de disimular y bajar la mirada, tomo cada pie y lo saco del pantalón de Alejandro, Samy pensaba que lo peor había pasado, sin embargo Alejandro toco su ropa interior y al mirar a Samy a los ojos se dirigió:

-Mi ropa interior también esta mojada.

Samy se tardo aproximadamente 30 segundo para reaccionar ante lo que el jardinero quiso decir.

Alejandro: Puedo tratar de hacerlo si te hace sentir incomodo.

Samy tartamudeando respondió:
-No, yo, yo puedo hacerlo.

Samy puso su rostro frente a la entre piernas de Alejandro, mientras permanecía de rodillas, su rostro se ruborizaba, sus manos humedecían y temblaban, su corazón latía aproximadamente a 130 latidos por minutos, el chico tomo la ropa interior de Alejandro por la parte superior y la deslizo hasta sus pies, el jardinero se apoyo con su mano izquierda en el hombro de Samy y retiro ambos pies de la prenda de vestir uno seguido del otro. La cabeza de Samy fue invadida por muchos pensamientos repentinos que no podía evitar, aquel miembro negro de tamaño importante, las piernas de Alejandro, pareciera como si Samy se olvidara de que solo intentaba ser amable con el y que en ese momento sus pensamientos era guiados por aquella imagen del cuerpo del jardinero desde su ombligo a sus rodillas hasta que aquella voz interrumpió.

Samy, me desangro.

-Ha si, ya voy.

Al Samy ponerse de pie frente Alejandro, pudo notar por la mirada de Alejandro de que había tenido una erección, una escena penosa para Samy similar aquella vivida en el autobús.

tener una erección frente a un heterosexual es una escena vergonzosa, te pone en evidencia frente a tu orientación sexual y tu atracción por esa persona, no sabes como reaccionara y que es lo que pasara en adelante ¿Te ha pasado? ¿quieres saber que pasara?

continua leyendo...