•Capítulo 29•

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Luke

Me despierto un poco desorientado. La habitación está más fría de lo que estoy acostumbrado, más oscura, y extraño los sonidos reconfortantes usuales. Mis gatos no están cerca, pero tampoco estoy abrumado por el pánico. Porque incluso en mi estado ligeramente confundido, lo siento. El cuerpo cálido y suave de Michael está envuelto
alrededor del mío. Sus escasos cabellos rubios le hacen cosquillas a mi rostro mientras respira contra mi cuello. El ritmo es lento y medido, una indicación de que está durmiendo profundamente.

Anhelo rodearlo con mi brazo y acercarlo más a mí. Aplastar su pecho contra mi pecho y agarrar un puñado de su trasero. Como lo haría un maldito hombre normal. Como Jack lo haría. Los pensamientos sobre mi
hermano son una mezcla desconcertante de ira, traición y total devastación.

Se está muriendo.

Muriendo. Muriendo. Muriendo.

No hay escapatoria de eso. Es inevitable.
Pero lo que me hizo perder la cabeza fue observarlos a través del listón en la pared. La forma en que gravitan el uno hacia el otro, ambos deseosos de tocarse. Quiero tocar a Michael tan malditamente tanto que duele, pero mi cuerpo se niega. Diablos, es todo lo que puedo hacer para obligarme a mirarlo la mayoría de los días.

Lo quiero.

Con cada parte de mi ser.

Quiero quitarle la ropa, besar sus labios carnosos y hundir mi pene profundamente dentro de él para reclamarlo como mío. Y, tuve que ver como mi hermano metía su lengua en su garganta porque yo no pude. La sensación punzante de un cuchillo a través del corazón todavía me quema. Todo lo que podía hacer era observarlos. Mientras lo abrazaba como si él le perteneciera.

Él es mío.
Él siempre ha sido mío.
Su cuerpo se movió con el de él, vacilante e inseguro pero ansioso.

Los celos me invadieron. Quería entrar allí y tirar de él a mis brazos en cambio. Todo lo que pude hacer, sin embargo, fue observar
impotentemente. Él trajo a Michael para mí, pero luego lo tomó de todos modos. La furia que ardía a través de mí fue apagada en el momento en que tuvo un ataque. Su grito aterrorizado me sacudió para entrar en
acción. Estaba asustado a muerte, porque él moriría demasiado pronto. Pero está volviendo a casa. Hoy, de hecho. Y cuando llegue aquí, me aseguraré de hacerle saber que Michael no es de él.

Él es mío.

Un pequeño gemido se escapa cuando él comienza a despertarse. Me hace súper consciente de cada parte de él que me toca. Tenerlo presionado contra mí es más calmante que mis gatos o mi manta pesada.
Simplemente se siente bien. Perfecto.

Desearía que hubiera una forma en
que pudiera hacer más para mostrarle cuánto lo quiero. Cuando su muslo se frota contra mi pene, se endurece ante su toque.

Mierda.

Mierda.

Aprieto los ojos y mis manos se tensan automáticamente en puños. Su pierna se frota contra mí otra vez, enviando placer energético a los extremos de mis pelos y las puntas de los dedos de mis pies. Imágenes de mi pene estirándolo y poseyéndolo me marean con necesidad.

Mi polla palpita y se presiona contra mis bóxeres. Pre semen se filtra desde la punta de mi polla y gotea en mi carne. Mierda, me correré ahora mismo si él no detiene el roce. Pero soy incapaz de alejarlo. No he estado
nunca con una mujer o hombre. Tengo confianza con mi mano, pero nunca he sido
frotado tan íntimamente.

Un gemido ahogado se me escapa. Mi corazón está corriendo en mi pecho.

-¿Luke? -Él respira, su voz espesa de sueño.
Su palma se extiende sobre mi pecho y la desliza un poco más abajo en mi abdomen. Eso es todo lo que necesita. Siseo mientras mi orgasmo sale de mi polla como una maldita manguera de agua fuera de control. Me empapa los bóxeres y me inmoviliza a medida que se hace cargo. Mis caderas se levantan ligeramente de la cama, incluso con él contra mi costado, cuando me corro de una manera tan humillante. Las llamas de la vergüenza me chamuscan desde adentro hacia afuera. Su cuerpo se pone rígido a mi lado. Probablemente lo he asustado muchísimo o lo he disgustado. De cualquier manera, él no está haciendo un sonido.

-Mikey-Mikey -digo entre dientes apretados mientras me alejo de él.

Él grita mi nombre y su mano me alcanza, arrastrando las puntas de los dedos a lo largo de mis abdominales mientras me estoy alejando. Sin embargo no me quedo. Me tropiezo de la cama hacia la pared y me
deslizo dentro. Su voz hace eco dentro de mi cabeza mientras corro hacia mi refugio seguro.

Luke. Luke. Luke.

¿Por qué no puedo ser como Jack, maldición?

Solo quiero sostener, besar y follar a mi hombre.

Él es mi hombre.

Y no me importa si tengo que escribirles un correo electrónico, adjuntando una presentación en PowerPoint de cuarenta páginas explicando que él es mío, porque lo haré.

Jodidamente lo haré.



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:0

No tengo mucho que decir 🤔

¡espero les guste!

Lxs amo

Bye🌼

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