Capítulo 12: Besos y Sentimientos.

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Bakugō sentía cómo la lengua del bicolor, se paseaba por su boca. Bajó sus manos de la nuca y recorrió suavemente el cuerpo del bicolor, llegando a su trasero.

Ambos seguían unidos en ese largo y placentero beso.

-Creo, que deberíamos hacer la tarea- le dijo el bicolor, alejando sus labios.

Bakugō lo quedó mirando. Esos ojos parecían querer decir muchas cosas.

-Ya tuve mí recompensa- respondió el menor, mientras le acariciaba las piernas- Hagamos la tarea.

Todoroki se bajó y se acomodó a su lado. Katsuki miró la hora, debía ir a la habitación de su novia, más tarde. Aunque muchas ganas no tenía. Desde que comenzó a salir con Kemy, la chica un año mayor que él, siempre le pedía tener sexo. Después de la primera competencia para la obtención de las licencias y de saber que Kemy fue drogada por Toga, hicieron una reunión con todos los que quedaron fuera. Ese día, la castaña se prendó del ojirubí, le había encantado su forma de ser y esa varonil personalidad, que lo llevaba a ser deseable. Kemy se acercó a pedir sus números, con la excusa de que podían entrenar. Todoroki y Bakugō se los dieron y desde ese día la chica no dejó de llamarlo. Fue tanta la insistencia, que el cenizo terminó por ceder a ella y salieron. A partir de ese día, mantuvieron una relación un tanto formal. La chica quiso ponerle nombre a lo que tenían, Bakugō prefirió dejarlo en un noviazgo simple. Algo que no lo tuviera con el grillete en el tobillo. Sin embargo, a pesar de haberse besado miles de veces y tener sexo oral, las cosas no pasaban más allá. Y eso tenía a Kemy algo desilusionada, pero la castaña no se daría por vencida y día a día trataba de acostarse con el cenizo.

Mientras fuera del edificio de la clase A, Tetsutetsu le daba su pago a Ojiro por enseñarle karate.

-Ngh, mm- no había mucho que discutir. Mashirao había aceptado de forma grata, la manera que tenía el chico acero de pagarle. Tetsutetsu lo tenía pegado a su cuerpo, con una mano en la cintura y otra en la nuca, mientras le devoraba los labios.

-¿Te veré mañana?- preguntó, liberando su boca.

-Es viernes, ¿no irás a casa?.

-Prefiero quedarme entrenando- sonrió.

El rubio tenía sus manos en el pecho del mayor. Sus mejillas estaban rojas y tenía los labios ligeramente hinchados, por los húmedos besos.

-Me gustas, mucho- le susurró Tetsu, cerca de sus labios.

Ojiro no sabía que decir, trataba de hilar las palabras, pero su boca no emitía sonido.

-Creo que te dejé en shock- sonrió el peliplata- Ve a dormir- le acarició la colita, Mashirao dio un respingo- Te veré mañana- le dio un pequeño beso y se fue.

Ojiro necesitaba hablar con alguien. Antes de irse a su habitación, fue a darse una ducha, y muy probablemente, a masturbarse.

En la habitación de Monoma, Shinsō terminaba de revisar el cuestionario que le había hecho al ojigris.

-De veinte, tuviste once malas.

Neito hizo un puchero. Ambos estaban sentados en el sillón.

-Jamás aprenderé.

-Sí te das por vencido tan pronto, entonces no lo lograrás- le acarició su cabello.

Monoma suspiró- ¿Qué harás? ¿Me reforzarás las clases?.

De un movimiento, el pelimorado estaba sobre el ojigris, mirándolo con esas penetrantes orbes. Neito estaba rojo hasta el cuello.

-¿Eh?.

Juegos de Seducción. [TodoBaku] 💥❄️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora