Juegos de Seducción. [TodoBaku] 💥❄️

Capítulo 43: Descubierto.

A lo lejos, se divisaba el aeródromo. Todoroki dormía en el hombro de Bakugō. Le constaba horrores levantarse temprano y todo momento que fuera calmo, lo aprovechaba para dormir.

Katsuki le acarició una mejilla, para que despertara.

-Fresita, el avión.

Shotō se desperezó- Tengo sueño.

-Lo sé, queda poco para llegar a Okinawa.

Subieron al avión. Solo unas horas más y al fin llegaban al paradisíaco lugar. Bajaron y se fueron en el auto que los llevaría a su destino.

La casona los esperaba, para continuar con sus entrenamientos. Tal cuál la habían dejado. Los chicos fuego fueron al piso de arriba, para las habitaciones, pero se dirigieron a una y era la más grande.

-Aquí es más espacioso- le dijo el cenizo, dejando su maleta.

Todoroki dejó su bolso en el piso y caminó hasta su esposo. Lo tomó por atrás, acercando sus labios a su oído.

-Quiero oírte gemir- comenzó a besar delicadamente su cuello, haciendo que Katsuki soltara una hilera de jadeos confusos.

-¡Shotō!- la bella voz de su padre, se escuchó desde afuera. Interrumpiendo el delicioso.

-Maldita sea- dijo el bicolor.

Bakugō se giró, para quedar frente a él.

-Ve, después nos damos amor- le dio un rico y jugoso beso.

-Bien, deseame suerte.

Katsuki hizo una pequeña sonrisa y el medio albino salió de la habitación.

Al rato después, el cenizo salía a la cocina.

-Bakugō- la voz de Aizawa, lo hizo saltar.

-Sensei- dijo algo incómodo, y es que intuyó lo que quería el pelinegro.

-Necesito que hablemos.

-Claro- respondió. Se llevó la leche que se había servido.

Se sentaron en el living.

-Bien. Quiero saber que es eso de que estás casado con Todoroki. Una, es imposible por la edad y segundo, acá no se permite ese tipo de uniones.

-Primero sensei- le dijo el cenizo, con voz seca- Nadie se casó ni en la iglesia ni en el civil. Fuimos con Endeavor a un templo budista. Y ahí, un monje nos hizo una ceremonia. Qué, por nuestras ignorancia, pensamos que era para que nos fuera bien en los estudios. Luego Aoyama nos dijo que era de unión de matrimonio.

Al pelinegro se le cayó la cara. Definitivamente hablaría con Enji, por la incompetencia que tuvo con sus retoños. Los niños estaban muy chicos para cosas de grandes, aunque.
De pronto su mente visualizó una imágen que trató de sacar de su cabeza. Sus mejillas se tornaron rojas.

-Se- tosió- ¿Se están cuidando?.

Bakugō lo miró con los ojos cómo plato, sus mejillas estaban rojas.

-Ni que fuera a quedar embarazado- le dijo el cenizo.

-¡Las ETS!.

-¡No me grite!.

-¡Las enfermedades de transmisión sexual!.

-¡¿Cuál enfermedades?! ¡Éramos vírgenes!.

Al pobre de Shota le iba a dar un soponcio.

-Creo que tuve suficiente información. Mientras estén bien y sean felices.

-Lo soy- le dijo el cenizo, mirando el vaso en sus manos- Jamás creí que me sentiría así.