Capítulo 1

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Hace 3 años...

Con 21 años, una carrera como periodista, una hermana maravillosa y unos amigos con lo que contar, no podía faltarme nada más, era feliz, sim embargo lo deduje muy pronto, ese trágico día en el que salí muy tarde de Catco, un día lluvioso y frío, faltaban menos de 10 minutos para poder llegar a mi cálido hogar, hasta que de repente aparte la vista del camino por un segundo, al ver que mi celular sonaba, una llamada entrante de mi hermana Alex y al volver a mirar a la carretera, solo vi las luces del carro aquel dirigiéndose a mí y después oscuridad.

No recuerdo cuanto tiempo pasó, no recuerdo nada de aquel día después de esa noche, no llegue a mi casa, no llegue a alimentar a Kripto, no pude contestarle a mi hermana.

Solo recuerdo despertar en aquella cama, con un dolor insoportable en la cabeza, me dolía el cuerpo, me dolía todo, recuerdo gritar de dolor, hasta ahogarme una vez más en la oscuridad. Sentí que alguien estaba a mi lado, sentí su tacto en mis manos y la luz del sol invadiendo aquella habitación, pude abrir los ojos y ver a mi hermana acostada en aquel sofá pero sujetando mi mano en todo momento, quería hablarle, decirle que había despertado, escuche los sonidos que emitida aquella máquina que me mantenía con vida, hasta que despúes me percaté de que de esa máquina salía un tubo que iba directo a mi boca, trate de moverme poco a poco, pero me era imposible con tanto cable conectado a mi cuerpo, hasta que ví que Alex despertó y yo solo pude ver dolor en su rostro, en sus ojos, aquellos ojos que me decían que nada estaba bien, que nada estuvo bien en todo este tiempo, aquellas lagrimas de mis ojos salió deliberadamente. Hasta que Alex rompió el silencio:

Alex: Llamaré a la Doctora Webstler

Salió corriendo por aquella puerta, me dejo sola con tantas preguntas que no podía hacer, se me hizo una eternidad, hasta que volvió con al menos 2 doctoras, empezaron a checar aquellas maquinas, me revisaron por alrededor de media hora, no lo recuerdo, hasta que una doctora se dirigió a mi hermana y mencionó:

Doctora: Necesitaremos sedarla de nuevo, retiraremos en respirador y veremos si puede por sí misma hacerlo. (contestó la enfermera en tono determinante).

Alex me miró y vió el terror en mis ojos y lágrimas volvían a salir de mi ojos, no quiero volver a dormir, no quiero regresar a la oscuridad, ¡No quiero hacerlo! Parece como si ella me entendiera, sin ni siquiera poder gesticular alguna palabra, miró a la doctora de nuevo.

Alex: ¿No puede hacerlo sin sedarla? (Por alguna extraña razón podía sentir el dolor por el que estaba pasando Kara, era inevitable)

Doctora: Me temo que no es viable, debido a lo que vivió la Señorita Danvers es peligroso hacerlo si no la tenemos sedada, además de que podía ser muy doloroso y se complicarían las cosas.

Alex: Doctora, haga lo que está en sus manos (sentí que si el mundo se venía encima).

Me miró y gesticulo un "lo siento", lo único que vi después de que sintiera demasiado sueño para poder luchar en quedarme despierta, la oscuridad me invadió rápidamente.

En innumerables días he pensado que vida podría haber tenido si esto no hubiera pasado, si aquella persona no hubiera estado en mi camino aquel día, que no hubiera estado con los índices de alcohol tan elevados que ni siquiera podía recordar su nombre, es lo que me ha dicho mi mamá Alex, mi mamá que fue jefa del departamento de policía de National City, fue la primera en enterarse ya que llego al lugar de los hechos, habían reportado u accidente automovilístico, los paramédicos le dieron un informe de que una mujer de aproximadamente 24 años, cabello rubio, ojos azules, de aproximadamente 1,73, estaba totalmente prensada al automóvil, con muy pocas posibilidades de sobrevivir. No puedo imaginar la expresión de mi mamá al ver que era yo la que estaba al borde la muerte.

Alas para VolarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora